—No había tenido ni idea, sabes lo frustrante que fue para mí saber eso. Valeria debería de estar jugando con sus bragas y no con Carlos.
Estaba boca arriba viendo el techo, según yo: escuchando la infidelidad de Valeria la capitana del equipo de porristas, ella había estado con Carlos desde el inicio del semestre, pero hace una semana se había dicho que ella se había acostado con uno de sus amigos.
Mi corazón había estado tan apretado con una punzada constante. Había actuado como una idiota, no sabía que me había pasado, pero por algún motivo no le dije nada a mi padre, me había desquitado con Jin y pensé que ese era el motivo por el cual no había llegado esta mañana.
¿Por qué me sentía tan culpable? Debería de estar contenta.
¡Eres una bestia!Mi vocecita había hablado y por primera vez tenía razón. Era domingo así que pensé que el motivo era porque tenía el día libre.
Aunque James había asegurado que él no tenía permisos al menos que fueran necesarios.
—Y tu papá ¿ya se fue?
—Sí, se fue temprano.
No es que tenga que averiguarlo, pero siempre esta los domingos con el papá de Namjoon.
Lu guardo un silencio interminable y segundos después la oí toser (a propósito).
—Porque no vienes a la fiesta hoy... solo un rato no te pido toda la noche.
Mordí mi labio y me senté en la cama. Que iba a hacer todo el día en casa yo sola. No sería mala idea, al fin que siempre me escapo a espaldas de mi padre...
—Iré solo un rato, no más...
Un grito se escuchó del otro lado de la línea y sonreí. No sabía con exactitud por qué iría si las fiestas no eran lo mío. Quizá porque muy en el fondo sabía que al señor Jin le molestaría.Tenía la tentación de morderme las uñas, después de haber aceptado ir a la fiesta, no había estado ni un solo momento en paz.
Sabía que sería un peligro total, ya que todos los del salón estarían ahí, pero aun así había aceptado.Había burlado a los de seguridad de nuevo. Por un instante una punzada de decepción recorrió mi pecho, no era divertido si no era con Jin, dos días desde que comenzó a cuidarme y yo ya echándolo de menos.
¿Es normal?...
Abrase mis brazos a mí alrededor mientras caminaba por el vecindario, había dado gracias que la casa de Carlos estaba a cinco de la mía, el frío era intenso lo cual provocaba que mis pasos fueran más lentos conforme avanzaba.
En cuanto me comencé acercar el fuerte sonido entro en mi cabeza como un puñetazo. El sonido estaba a reventar. Me quede de pie, viendo la fachada de la casa y a pesar que todas las casas aquí eran las mismas, la suya en esta ocasión resaltaba más con la ayuda de esos faros fosforescentes rojos que se tambaleaban de lado a lado como en unos XV años.
La puerta trasera estaba de par en par, me sorprendí en la manera en la que mis pasos avanzaron más rápido de lo anterior, posiblemente al igual que yo; estaban locos por huir de aquí. Mi pantalón y una chamarra de mezclilla que dejaba ver la playera blanca que tenía debajo, no era lo mejor que había usado en una fiesta, pero no pensé que sería tan malo hasta que vi a los demás.
Suspire.
Una vez dentro de la casa, camine a pasos lentos sobre el vestíbulo, todo era un desorden, las luces parpadeantes se tambaleaban al ritmo de la música electrónica una y otra vez. Mientras que los chicos y chicas se pegaban y se movían lentamente rozando sus cuerpos el uno con el otro.Agite mi cabeza y me pare de puntitas tratando de ver entre la multitud una melena negra y de buen cuerpo.
Me tambaleé un par de veces cuando caminaba alrededor de la gente intentando ver un poco más allá de mi estatura. Y cuando me estaba dando por vencida una melena negra se sacudía al ritmo de Calvin Harris, el alma me regreso al cuerpo. Me apresure y llegue a lo que pensé que era la sala... o lo que quedaba de ella.
— Acaso te escondes de mi Lu...
Gruñí y golpee su hombro, ella se giró y puso mala cara, pero en cuanto me vio me sonrió y me abrazo por el cuello.
—Creí que no ibas a venir, eres impredecible Salvin.
Me encogí de hombros y le sonríe de la manera más creíble que podía hacer.Después de eso, la fiesta se mantuvo igual desde que había llegado y no era algo nuevo que no haya visto, bueno al menos en una película.Las colillas de cigarro y las bebidas sin terminar eran una señal de que esto comenzaba a perder el control.
Yo pensé que no tomaría, pensé que podría evitarlo, pero cuando Lu me dio el primer caballito de tequila supe que no podría detenerme por voluntad propia porque en realidad nunca había tomado en mi vida.Estaba sobre la encimera de la cocina, riéndome de como Lucia coqueteaba con Carlos mientras la loca princesa de la porrista se le ponía la cara roja de coraje.
Sonríe y di un sorbo más a mi cerveza.
—No deberías tomar más... ¿Lo sabes, verdad?
Alcé la mirada y me sorprendí de ver a Jungkook al lado mío. Él pertenecía al equipo de futbol en la escuela y por su apariencia de príncipe con esos ojos grandes de color café intensos, piel blanca y de buen cuerpo todas se derretían al verlo. Pero en mi caso, ni siquiera era consiente si me sentía mareada por verle oh por haber tomado de más.
Podría casi jurar que estaba viendo doble...
—Yo creo que... no sé...
Tartamudee sin tener éxito en alguna palabra coherente. Jungkook me miro, me quito la cerveza de la mano, la puso sobre la encimera y tomo mi mano recorriéndola con la yema de sus dedos, la aparté de inmediato.Di un paso hacia delante, pero mi pierna se tambaleó y tropecé.
Jungkook me sostuvo de la cintura antes de tocar el suelo y con una sonrisa me atrajo hacia él. Quería reaccionar, pero no estaba segura de que tan real era esto... quería llorar, pero ni siquiera era capaz de hacerlo, sentía que el cuerpo se me caía en pedazos.
—Vamos a que te recuestes—susurro.
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By Your Side
Fanfiction''Un amor prohibido e inevitable, con un final tan aterrador como dulcemente agonizante"