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"Necesito verte" eso fue lo único que le había enviado, ya que no tenía tiempo para enviar otro tipo de estupideces a una persona que no valía la pena.Desde ayer mi vida se había terminado, por más dramático que esto sonara.
Mi cobardía lo había arruinado todo, no podía creer que yo me hubiera rendido tan fácilmente pero honestamente: ¿Quién nace siendo valiente?Todo lo hacía por una razón, dos grandes razones; salvar a mi padre y proteger a Jin de cualquier daño.
Y yo suplicaba que todo este dolor valiera la pena no quería arrepentirme después...Me había quedado sentada frente a un centro comercial que por coincidencia —Según yo— estaba a dos cuadras de la empresa de papá.
Quería ir a casa, pero al haber aceptado la ayuda de Namjoon yo tenía que cumplir con el trato, aunque no fuera de mi agrado.
—Llegas antes... ¿Ansiosa?
Estaba a punto de catalogar su voz como una de las cosas más sofocantes que he escuchado. Dios, odiaba escucharlo porque me provocaba asco y dolor de cabeza. Suspire tratando de mantener la calma este maldito había arruinado mi vida.Alce la mirada y le mire.
— ¿Qué carajo hacemos aquí?
Namjoon se cruzó de brazos y mordió su labio inferior reprimiendo una carcajada cínica. Y yo me limité a poner los ojos en blanco, quería golpearlo en la cara quería decirle cuanto lo odiaba en este momento que no me alcanzaría la vida para gritárselo.
—Vamos a buscar algo para que uses, antes de llegar a la empresa y anunciar la fecha de la boda.
Me puse de pie y saqué el aire de golpe por la boca, este bastardo infeliz lo había vuelto hacer, porque mierda tenía que ser así. Antes de que pudiera reprochar alzo la palma de su mano frente a mí con reproche.—No quiero que te quejes, hice lo que querías. Toda la deuda de tu padre quedo en solo un recuerdo, ahora tú cumple con lo que prometiste—guardo silencio y su mirada se oscureció—, pero si no cumples, no solo hago que a tu padre lo demanden por falsificar mi firma, sino también haré todo para que al imbécil de tu chofer lo metan a la cárcel por asesinato y robo. Tú decides...
Debería darme vergüenza solo verme al espejo, un vestido rosa pálido y un lindo maquillaje había disfrazado lo miserable que me sentía, pero por dentro me estaba muriendo de dolor que por primera vez, estaba deseando morirme.
Estaba sentada frente en el asiento del copiloto con la mirada en el suelo mordiendo mis uñas de la mano izquierda esperando que Namjoon al fin se dignara a salir para acabar con esta estupidez. Alce la mirada y mire alrededor del coche hasta que mi mirada se quedó estancada en la parte trasera, justo debajo del asiento trasero del lado derecho.
Estaba segura de que había palidecido y pensado por unos segundos que me había vuelto loca. Estaba un portafolio color azul marino que se parecía al de mi padre, el mismo que él había dado como perdido frente a las autoridades.
