– Aún no puedo creer que jamás le dirás – dijo el rubio de cabellos cortos, mientras que tomaba un sorbo de su café.Paris se vio rendida y soltó un suspiro exasperado – Ya hemos hablado de esto muchas veces – dijo cansada.
– ¿Qué pierdes por intentarlo? – pregunta el mayor retando a la joven.
La chica lo miró dudosa, para luego dar un pequeño golpe a la barra de la cocina – ¡Todo! ¡Mi preciosa amistad! ¡Ésta vida! – se quedó mirando al rubio un momento más, pensando en que decir, y por atrás de él vio a un gato durmiendo en el sofá – Hasta a copito podría perder – se calmó un poco más, tomando su taza de café y empezó a soplar un poco para que se enfriase.
El mayor se le quedó viendo con una sonrisa un tanto confundida, para luego cerrar sus ojos y suspirar rendido – Bien, como tú digas Paris. Ignora el consejo de tu amigo que ya ha tenido experiencia con el rechazo – alzó sus manos haciendo un ademán de 'no es mi culpa' y se levantó de la silla alta.
Paris vió esto, y rodó los ojos al ver que su amigo se iba.
– Espera. – el chico no la escuchó . Siguió su camino hacia sus zapatos que había colocado muy perfectamente al lado de la puerta principal. – Alphonse.
El chico se detuvo al escuchar su nombre, volteó para esta vez enfrentar la mirada de la chica – ¿Si, Paris?
La castaña notó como el rubio tenía una sonrisa socarrona adornando su rostro, ella sonrió de vuelta, ya que había caído perfectamente en su trampa.
– Bien... pueeede que empiece a considerar el posible hecho... de... solo tal vez... – la chica empezó a balbucear para ella misma y desvió la mirada del rubio.
– ¿Tal vez...? – Alphonse repitió lo ultimo que la castaña dijo, expectante de lo que diría después.
La de orbes violetas gruñó hacia lo mucho que Alphonse se estaba divirtiendo viéndola sufrir. Su ceja empezó a subir y a bajar como un tic nervioso, y después de usar toda la fuerza que no tenía en su ser, lo dijo; – Tal vez le diga – sentenció.
El rubio ahogó un grito en su garganta y corrió hacia la castaña y le dio un abrazo de oso, que por la diferencia de tamaños casi la tumba al suelo. – ¡Gracias a Dios estás recapacitando! Te apoyo en todo amiga, lo que sea, solo por favor asegúrate de enserio pensarlo – dijo el mayor luego de separarse de una aturdida castaña.
– Si si si, ya vete que se te hace tarde y May te va a matar – recordó la chica y la cara de Alphonse cambio por completo, de felicidad a total miedo. Paris al notar esto empezó a carcajearse en su cara a más no poder.
El rubio empezó a ponerse sus zapatos como si su vida dependiese de ello – ¡No te rías! ¡Los cambios de humor que le dan a May por el embarazo son terribles! – exclamó, para luego tomar su abrigo y abrir la puerta principal – Nos vemos en el trabajo Paris – miró a la castaña y le regaló una sonrisa encantadora, una de esas que solo Alphonse sabe dar y calmar tu alma de golpe. – Hasta luego copito – el rubio agudizó su tono de voz para dirigirse hacia el felino, el cual ni se inmutó, ya que dormía profundamente. Paris sonrió y le hizo un ademas con la mano, para decir adiós.
El rubio salió del apartamento como un rayo y cerró la puerta detrás de él, dejando a Paris sola.
La castaña recogió las tazas de café junto con los pequeños platos en los que habían comido un delicioso pie de cereza que había preparado esa misma mañana. Los puso en el lavaplatos y empezó a lavarlos. Luego de esto, limpio la barra en la que habían comido y guardó el resto del pie en la nevera.
– Pobre Al, realmente piensa que le diré a Ed – se rió Paris hacia el pedido de su amigo.
– ¿Decirme que? – habló una voz que la castaña conocía perfectamente.
– ¡Ed! – exclamó Paris, sintiéndose estúpida por no haber escuchado que el rubio estaba llegando.
Edward cerró la puerta detrás de el, entrando al apartamento. Se quitó sus zapatos mientras caminaba hacía Paris, dejándolos en el camino. – ¿Decirme qué, Paris? – volvió a cuestionar.
La chica estaba que se moría de vergüenza, ¿que se supone que diría ahora? Su mente estaba en blanco, ya que le aterraba que Edward se enterase de sus verdaderos sentimientos. – Que... – empezó a balbucear, tenía que decir algo, cualquier cosa. – Que... ¡Que ya sé el sexo del bebé de May y Alphonse! Jajajaja... si, eso eso... – dijo lo primero que se le ocurrió, y fue eso.
Los orbes ámbar del rubio se iluminaron como dos piedras hermosas que cautivaron a la castaña –¡¿En serio?! ¡Oh Dios mío que emoción! – la cara del rubio ahora estaba llena de vida y emoción –¡¿que es?! – preguntó inmediatamente.
– Precisamente eso es lo que no te diré, tonto – comentó la chica en un tono sarcástico – Ahora ve a darte una ducha, que hueles a mono – dijo riéndose, intentando distraerlo.
El chico se ofendió pero acudió a la orden de mala gana. El quería contarle a su mejor amiga sobre su día en el trabajo y sobre como se encontró a Winry de regreso a casa. Estaba súper nervioso y no sabía cómo actuar al frente de ella.
Mientras Edward se daba una ducha, su mente empezó a maquinar. »Espera. ¿Me estás diciendo que me encontré con Winry mientras olía a mono?« sus ojos se abrieron de par en par y se puso de cuclillas dejando que la regadera lo cubriese completo de agua. Estaba muerto de vergüenza. »¿Que habrá pensado? No quiero que piense que soy un sucio que no se baña, ¡solo fue un día agotador en el trabajo! No puede ser no puede ser que pena«
•••
Paris conoció a Alphonse hace dos años, cuando entró a su nuevo trabajo. Alphonse fue quien le enseñó toda la oficina y le hizo sentir cómoda y bienvenida a su nueva zona laboral. La relación de estos dos creció, y se hicieron muy buenos amigos.
Alphonse, siendo mayor que Paris por cuatro años, siempre la ayuda con cualquier consejo que ella necesite.
De vez en cuando, se reúnen en sus casas a tomar café y hablar de trivialidades. La amistad de estos dos se basa en reunirse casualmente a disfrutar de una buena merienda y hablar sobre sus vidas. Alphonse está casado con May, quien Paris había conocido hace ya un año, y ahora May está esperando un bebé.
La amistad de Alphonse y Paris llevo a Edward a conocerlo, y así todos se volvieron amigos con los cuales se reúnen de vez en cuando.
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Por ahora solo les estoy explicando cómo es la vida de Paris en este mundo sin alquimia. Por su puesto, como es un universo paralelo, los personajes no tienen las mismas edades ni relaciones. La verdadera historia vendrá dentro de poco (~-3-)~
Denle amor a la estrellita, que está allí solita y pasando hambre, no seas así vale.
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Future Nostalgia [FMAB•Edward x OC]
Фанфик"Regresa por favor" te extraño. - No te vayas - te necesito. "Nada es lo mismo sin ti" te quiero. - Paris... yo juro protegerte - te amo. El amor puede venir en distintas maneras; puede disfrazarse de distintas cosas. Para Paris Bennet, el amor vino...