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– Estaré ocupado... ¿estas segura?

– Si... no quiero estar sola.

– Mi casa no será mucha diferencia, ¿lo sabes?

– Si pero no importa... ¿entonces?

– Si claro. Tu solo identifícate y te guiarán desde allí.

– Bien, muchas gracias Michael.

– Nos vemos Paris.

La chica colgó el teléfono y salió de la cabina pública. Había regresado a sus ropas normales luego de ir a casa, tomar un baño y empacar un pequeño maletín propio. Luego de aquella conversación con el mayor de los Elric, volvió a East City para tomar un merecido baño y ordenar algunas cosas en su cuarto. Pero no se quiso quedar allí. Primero, no quería estar sola, y segundo, no quería encontrarse con el Coronel Mustang, quien muy seguramente le daría el regaño de su vida si se enteraba que abandonó su misión.

Y se había quejado de Marcoh... la vida es irónica.

Ahora mismo se encontraba comprando un boleto de tren que la llevaría a Central City. Se iría por unos días. Pensó que le haría bien hablar de sus problemas con Michael, quien es el único quien sabe por lo que la chica pueda pasar.

Sin esperar más, se montó en el tren indicado y partió a su destino.

•••

– ¿No me dijiste que estarías ocupado?

– ¿Quien crees que manda aquí? Si me da la gana puedo hacer cuanto espacio quiera.

– Si quieres entrar en bancarrota, pues si.

El chico sonrió rendido – ¿Que necesitas Paris?

– ¿Te soy sincera? – preguntó y el chico asintió – Compañía. Hablar. Lo que sea.

– Bueno... eso podrá ser mañana. Por ahora te enseñaré en donde puedes dormir.

La castaña había llegado a la casa de Michael a altas horas de la noche. Pasó todo un día solo viajando en trenes. Era un largo camino desde Resembool a East City y luego esperar otro tren que fuese a Central City.

El joven la guió por los amplios pasillos de su enorme casa y al final la dejó en una amplia habitación de invitados.

– Vaya... ¿ésta es la habitación de invitados? – comentó la chica en un tono sarcástico. – S-si que tienes dinero para gastar huh... – un tic nervioso apareció en su ceja, sintiendo unos leves pero inofensivos celos.

– Pues si... te lo dije, tardé 8 años en liberarme un poco del trabajo... en ese tiempo muchas cosas pueden pasar – respondió el chico apoyándose en el marco de la puerta.

Era una habitación lo suficientemente grande como para que en ella hubiese grandes ventanales cubiertos por cortinas altas de color blanco. Una cama matrimonial en el medio de estas con sabanas y almohadas que se veían esponjosas. Una gran alfombra color gris adornando el piso de madera. Había una doble puerta de vidrio oscuro que daba paso al baño, el cual tenía ducha y bañera aparte.

Paris sin esperar más, se lanzó a la cama. Ésta hizo un chirrido haciendo rebotar un poco a la chica. – Y no solo se ve cómoda... si no que también lo es... – habló Paris con su voz ahogada al tener su cara casi que enterrada en las esponjosas sabanas de aquella cama.

– Bueno. Si necesitas algo mi habitación está al final del pasillo – avisó el de cabellos ceniza y se enderezó en su lugar. – Buenas noches tonta.

Future Nostalgia [FMAB•Edward x OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora