⊶ 46

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Avisos importantes al final del capítulo; por favor leer uwu

Por ahora, ¡disfruten!

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Luego de aquella fatídica persecución, la pareja que vivía en aquellas montañas hicieron pasar a los jóvenes al taller.

Mientras Winry había prácticamente secuestrado a Paninya para echarle un vistazo a sus piernas de metal, Edward, Alphonse y Paris estaban sentados en cajas de madera, extremadamente confundidos por lo que estaba pasando.

»¿Como terminamos siendo invitados en la casa de quien nos robó?« pensó Paris mientras miraba todo a su al rededor. Tenía una mano puesta en su mandíbula mientras abría y cerraba la boca, ya que había una pequeña sensación que la molestaba.

Edward quien estaba sentado al lado suyo, notó lo inquieta que estaba – ¿Te dolió el golpe eh hielitos?

Paris volteó le dió una mirada de advertencia, a lo que él solo encogió sus hombros en signo de paz. La castaña soltó un suspiro cansado – Creo que me ha dislocado la mandíbula o algo por el estilo. Pero cada vez que abro la boca hasta cierto punto, algo hace click... – explicó, viendo cómo el rubio temblaba del asco. Había entendido muy bien lo que la chica le decía hasta el punto de sentirlo el mismo. – Pero no duele... es raro. Es solo un pequeño click en mi mandíbula, es molesto.

– Para lo fuerte que te dió, más bien saliste ilesa – comentó el rubio viendo de reojo a a la morena, quien seguía siendo retenida por Winry al seguir revisando sus piernas con fascinación.

Paris soltó un bufido que sonó más bien como una risa, y luego volteó a ver a Paninya – Por cierto... aún tiene nuestras cosas, ¿verdad? – preguntó retóricamente, a lo que Edward y Alphonse asintieron confundidos. Ninguno quería interrumpir a Winry en medio de su fanatismo por los automails de la morena.

– ¡Realmente respeto su trabajo! ¡Ser capaz de hacer un automail como este es simplemente maravilloso! – exclamaba la rubia mientras a pequeños saltos y giros se acercaba al hombre que los había invitado a pasar.

El hombre puso su mano en su nuca, avergonzado – Ah... no fui yo quien hizo esos automails. – explicó un poco nervioso ante la "brillante" personalidad de la rubia.

Winry se le quedó viendo confusa, hasta que una nueva presencia llegó a la habitación – Fui yo quien hizo esos automails. – dijo un hombre visiblemente mayor, de piel un tanto morena y con cara de pocos amigos. Aquel era el dueño de ese taller, Dominic.

Paris al ver al hombre instantáneamente enderezó su espalda, sentándose correctamente. Su cara le daba miedo.

•••

El recién llegado a la habitación se había ofrecido para echarle un vistazo a los Automails de Edward. El rubio se había vuelto a quedar en calzoncillos mientras el hombre analizaba sus prótesis con sumo cuidado. Al lado de estos dos se encontraba Winry, atenta a los movimientos del señor y esperando ansiosa por algún tipo de comentario.

– ¿No son un poco pesados? – comentó el señor tomando el brazo de Edward.

Winry al oír esto se encogió en su lugar – S-si... si lo son.

Dominic se cruzó de brazos – No es para nada bueno poner ese estrés en las articulaciones. Es por eso que este niño es tan pequeño, ¿verdad?

– ¡¡¡NO ME DIGAS PEQUEÑO!!! – gritó el nombrado a la par que su antenita se torcía. Pero su expresión cambió inmediatamente a una sorprendida – Espera. ¿Me estás diciendo que si me ponen Automails más ligeros, creceré?

Future Nostalgia [FMAB•Edward x OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora