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– Necesito que regreses a casa, podría ser peligroso.

– Y es exactamente por eso que no me iré. Últimamente no haces nada más que lastimarte y soy yo el que te tiene que curar. Así que me quedaré aquí.

Paris y Michael discutían en susurros. Ambos habían decidido perseguir a los hermanos Elric sin que se diesen cuenta. Los encontraron escabulléndose a lo que parecía ser un edificio abandonado protegido con una muralla de concreto y alambre de púas. Paris al ver dicha imagen, decidió que sería mejor detenerlos antes de que se metiesen en problemas.

– ¡Bien! Pero no dejes que te vean. Y si tardo mucho en salir, vete de aquí. – avisó sin darle tiempo de responder al echarse a correr en dirección a los hermanos.

Mientras más se acercaba, vió como Edward estaba montado en el borde del muro mientras que con su brazo de metal bajaba el alambre de púas para ayudar a subir a Alphonse.

– ¡Chicos! ¡¿Que creen que están haciendo?! – exclamó manteniendo su voz baja.

Los nombrados voltearon y vieron a Paris con sus brazos en jarra, esperando una explicación.

– ¡Paris-san! – exclamó Alphonse también hablando en un tono bajo. Pero se alegraba de ver a la castaña.

– ¿Que haces aquí Fahrenheit? – preguntó Edward sin poder ocultar su frustración. Ahora mismo no necesitaba verla.

– Los vi correr hace unas cuadras atrás y los seguí. ¿Por qué están haciendo esto? ¿Que pasó? – preguntó decidiendo ignorar la rudeza de Edward.

– No es nada de tu incumbencia. Al, rápido, sube – respondió el rubio incitando a su hermano a que tomase el alambre de púas para así pasar al otro lado del muro.

– Claro que es de mi incumbencia, grandísimo idiota. ¡Soy su escolta! ¡Es mi misión! – respondió Paris empezando a molestarse.

Alphonse miró confundido a su hermano – Pero... ¿No me habías dicho que Paris-san se tuvo que ir por qué la llamaron por otra misión? – preguntó a su hermano el cual se quedó completamente callado. – ¿Por qué me mentirías nii-san?

Edward frunció sus cejas debido al mal tiempo que la castaña decidió aparecer – Al, no tenemos tiempo para esto. Después te contaré todo pero ahora no es un buen momento. – dijo apresurado. Y es que era verdad. Tener una discusión en medio de escabullirse no era buena idea.

Alphonse no estaba del todo convencido. Algo más había pasado que el no sabía.

– Chicos no sé que estén haciendo, pero deténganse. Se meterán en serios problemas. ¿No es este un viejo laboratorio del gobierno? – dijo Paris al reconocer el edificio.

– Ya te dije que no es de tu incumbencia. ¡Solo vete por donde viniste! – Edward perdió su paciencia ya que el no iba a regresar al hotel sin haber echado un vistazo primero.

Paris frunció sus cejas y se inclinó hacia adelante – ¡Jódete Edward! ¡Solo me preocupo por ustedes! – exclamó enfurecida.

– ¡Pues no necesitamos tu preocupación! – exclamó de vuelta, alzando su tono de voz sin darse cuenta.

– ¿Quien anda allí? – se escuchó una voz ajena y a la vuelta de la muralla se podía ver la luz de una linterna acercándose. Posiblemente un guardia los había escuchado.

Todos se alteraron y actuaron en un milisegundo. Alphonse tomó la muñeca de Paris y la obligó a sostenerse de su cuello mientras el subía el alambre de púas. Una vez pasaron al otro lado, Edward alzó el alambre y lo volvió a poner en su lugar, para luego bajar hacia donde estaban Alphonse y Paris.

Future Nostalgia [FMAB•Edward x OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora