;6

783 107 42
                                    


10 años después.

– Estás demente – habló el hombre.

– No estoy demente, solo juego con la suerte – sonrió.

El hombre rodó los ojos ante esto.

– ¡Estas jugando con fuego! – exclamó.

– Michael, si no tomo este riesgo, nunca seré capaz de regresar – sentenció Paris.

– No puedo dejar que pongas en riesgo el cuerpo de Emma así – respondió.

La castaña lo miró desafiante, sintiéndose atada a una promesa con la cual ella no debería tener nada que ver. Suspiró y se acercó a el hombre de cabellos ceniza. Con un ademán rápido se quitó el parche de su ojo izquierdo y lo guardó en el bolsillo de su chaqueta. Acercó sus manos a la cara de Michael y acunó sus mejillas en estas, obligándolo a hacer contacto visual, sin una pizca de rudeza. Sin embargo, Michael evitaba a toda costa encontrar esos orbes heterocromáticos.

– Mírame – demandó la castaña buscando con su mirada los orbes oscuros de el hombre. El no le hizo caso – Michael, mírame – volvió a demandar, sin cambiar su suave tono de voz. Esta vez, el acató a lo que la chica decía y la miró fijamente a los ojos.

La mirada del chico se entristeció instantáneamente mientras apretaba sus labios para no dejar salir ningún tipo de sollozo.

– No soy Emma, Michael – dijo la chica.

– Lo sé... – dijo en un tono de voz bajo.

– Tengo una misión que cumplir.

– Lo sé...

– Y para lograrlo... necesito tomar estos riesgos – finalizó.

El chico no volvió a responder, ya que estaba perdido en la mirada de Paris. Sentía que esos ojos de distintos colores podían ver a través de su alma como si de viento primaveral se tratase. El chico alzó sus brazos a la altura de la cintura de Paris, y la abrazó escondiendo su cara en el cuello de ésta. La chica muy gustosamente aceptó el abrazo y lo abrazó de vuelta, rodeando el cuello del chico con sus brazos. Ambos empezaron a tambalearse un poco de lado a lado mientras sostenían el contacto, cuando Paris escuchó un pequeño sollozo viniendo de el chico.

– Es tan difícil superar la muerte de Emma... – empezó a relatar el chico mientras estrujaba aún más a Paris – sabiendo que su cuerpo sigue aquí, con vida – su voz se quebró un poco, pero rápidamente se recuperó, no se permitió llorar delante de la chica.

– Siempre estaré en deuda contigo, ¿lo sabes? – empezó a hablar Paris. – Cuando desperté en este cuerpo sin saber nada de este mundo, tú me ayudaste – dijo suavemente la chica intentando compensar a Michael – Aunque bueno... si mal no recuerdo... mi primer recuerdo de ti es como me golp-

– Ya – interrumpió el chico soltando una pequeña sonrisa – No me lo recuerdes. Lo siento, de nuevo – Paris pudo sentir a Michael sonriendo en su clavícula y esto la hizo sonreír también.

Se separaron de su abrazo para luego mirarse fijamente a los ojos con pequeñas sonrisas asomadas en sus rostros.

– Dime que tienes café en esta mansión tuya – comentó de la nada la castaña.

Michael, confundido, la responde que si, y se ponen en marcha a la cocina.

Luego de su último encuentro hace 10 años, cuando Paris llegó a Amestris; Se volvieron a encontrar en la ciudad central. Paris ahora era una joven de 15 años mientras que Michael ya tenía 25.

Future Nostalgia [FMAB•Edward x OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora