𝘾𝙝𝙤𝙘𝙤𝙡𝙖𝙩𝙖𝙙𝙖

05; Recuerdo.

Un bufido, sus cejas fruncidas y su cabello está hecho un desastre. No quería asistir a semejante viaje escolar y ahí está, después de ser arrastrado por Trubshaw a venir, frente a un monton de aburridas pinturas griegas. No lo malentendan, le encanta la mitología griega y eso, pero le había dado paja levantarse tan temprano para viajar.

Ahora, están en otra sección, el guía habla y habla que su voz sólo le parecen hilos de idioteces; aunque, entendió el "pueden ir a ver" para romper la fila de adolescentes. Él decide pasearse por las pinturas de héroes de mitología, esos le gustan, los valientes guerreros que pasaron las pruebas de los dioses y salieron victoriosos. Y hay una pared dedicada a ellos.

—Deja de babear por los músculo de Heracles que vas a dañar la pintura —argumenta su amigo castaño.

—Cierra la boca, Eggs, ni la estoy tocando.

—Tu palabras la podrían cortar, fierilla.

El azabache le saca el dedo medio y sigue mirando. Pero, se detiene en un cuadro de una encantadora isla con olivos y el Sol naciendo detrás. En medio, el típico templo de dioses con la figura que representa a Hera, la diosa del matrimonio. Le causa curiosidad, se le hace familiar, debió haberlo visto ya en algún libro de historia o mitología. 

—¿Les gusta? Llegó hace un mes esta reliquia —habla el guía por detrás de ellos, haciendo a ambos jóvenes exaltarse—. Dicen las leyendas que se trata de una isla perdida que era templo de la diosa Hera, custodiada por una gorgona de suma belleza.

—¿Eso es siquiera posible? Las gorgonas son feas —comenta Eggs.

—Esta no era una gorgona como tal, la criatura que protegía el templo podía volverse una lechuza, era igual a un mortal con la diferencia de petrificar a todo lo que veía.

Kubo sigue pasando por la pared hasta que se acaba. Le resulta peculiar aquel mito de la isla perdida, no le es conocido y debe de ser algo que no se toque lo suficiente como para que él lo sepa —conocedor de casi todo—. Siguen su recorrido entre la sala de leyendas y mitos, les cuentan de los argonautas, de las misiones, de Homero y la Odisea y el origen de la gorgona más famosa, Medusa. Esto, hasta que los dirige a un cuadro también extraño.

Se trata de una representación de un mito. “La muerte al cazador”, se llama, donde una multitud está apuñalando a una figura que se retuerce. De algún modo le duele ver eso, no le gusta del todo la violencia injusta de las leyendas. El guía se voltea a ellos y empieza el relato místico:

—Hace años se habla de la existencia de una isla perdida donde yacía el templo de una de las diosas importantes que era Hera, custodiada por un ser maldito de volver piedra todo lo que veía —Señaló el cuadro—. Un día, de dice que capturó a un hijo de Zeus y logró volverlo piedra; pero, se enamoró de su belleza y rogó a la diosa que le perdonara la vida. Esta aceptó con la condición de no volver a ver a nadie en su isla.

El azabache regresa su vista a la figura en medio de la horda y le parece conocida. Hay algo que no puede describir, eso que parece llamarle como sirena al borde de la embarcación.

—Por desgracia, aquél hijo de Zeus se enteró y decidió volver a embarcarse en una aventura para agradecerle. De ahí, surgiría una necesidad de acompañarle y borrar cada rastro de soledad, esto representado en una obra que vendrá en un mes llamada: “Los Olivos” de un artista desconocido —Olivos, debía hacer a alusión a todos ellos que vió en la pintura de la pared—. Sin embargo, los amantes no duraron demasiado.

—¿Así como Apolo y Jacinto? —cuestiona Eggs.

—Algo así, sólo que, se trataba de un amor diferente. La bestia veía un amor filial, alguien que de quedara a su lado y, aquél héroe un amor desinteresado común de hacer el bien a otros, su amor nunca fue el mismo ni lo mismo —Los asombros de los adolescentes de Laika no tardaron en hacerse sonar—; pero, ambos se amaron con locura a su modo. Hera encontró a su guardián despidiendo al héroe ladrón y se llenó de rabia, su protegido la había traicionado. Entonces, decidió darle ese final que debió tener.

—¿A qué se refiere con ello?

—Hera llamó a Afrodita y esta sedujo al héroe para llenar su corazón de odio a la bestia que quiso salvar. Aquél ser, al verse de nuevo sin nadie, entró en la desesperación —El nipón regresa sus ojos a el del personaje central en el dibujo, uno que asemeja al cielo infernal, uno que pide a gritos "libertad, quiero libertad". Le da un escalofrío—. Y cuándo volvió a verlo, fue con una horda de sus hermanos y otros semidioses para matarlo. La bestia murió.

El azabache se volvió a otra figura, una chocolate que sonríe en amargura y le causa conflicto. Detiene su corazón en sus orbes marrones perdidos, le resultan idénticos, sacados de lo onírico. Alza su mano.

—¿Sí?

—¿Qué fue de su amante semidios?

—No se sabe qué fue de él, muchos dicen que murió a causa de Hera, otros por Afrodita o Zeus y otros muchos que se quedó con la isla.

—Y si él... ¿Y sí él se dió cuenta de lo que hizo? Fue tarde y él desapareciera. O pediría perdón por dejar a su amado desolado y herido —Lo voletaron a ver— ¡Ya saben! Como de esas promesas de amor.

—Como dije, no se sabe más allá del mito de La Isla; pero, esa es buena hipótesis.

El guía terminó con la sección, pidiendo que lo sigan para entrar a la área esperada por Humbert —Eggs—, filósofos y grandes pensadores griegos, corrientes y figuras. Por su lado, este estaba detenido en el último cuadro con su amigo.

—¿Qué opinas tú? —pregunta el inglés.

—Creo que ya he visto a ese chico antes, como en un sueño... no creo que él fuera capaz de entregar a su amado.

—Pero oíste al guía, bichito, su amor no era el mismo.

—Con que ames de manera diferente a una persona no significa dejarla sufrir sola o hundirla, Humbert —Ambos salen del la sala—. Siento que no, lo podría afirmar.

—¿Cómo?

—Lo siento, siento que no pudo acabar así. 

—Claro, cómo si lo hubieras vivido.

¡Hey, buenas a todos!

La autora de estos one-shots regresa con una especie de interludio del AU de Kubo gorgona que pasará a llamarse AU de Las Isla. Aquí se cuenta desde la perspectiva actual lo pasado con referencia al último capítulo del universo y nace una nueva probabilidad.

Me gustaría luego hacerle algún dibujito a cómo se vería Leoncio semidios para ustedes o más de Kubito gorgona, pero, será para otra ocasión.

¡Recuerden comentar si gustan y dejar su estrellita! ¡Bai, bai!