[❗] NOTAS PRE LECTURA.
✎One-shot del mismo universo que el capítulo de Ego.
✎Aparición de Miguel.
✎Contiene el tema de relaciones tóxicas de manera concisa y breve. Si no es de tu agrado ese tipo de temas, mejor salta este capítulo.
Rivera se pasea una última vez por la estación de policía a las nueve de la noche de un viernes. Sigue esperando a que el reportero del Laika's Stories se retire para dejarlo en su apartamento y él irse al suyo. Regresa hasta las oficinas del segundo piso, observando al azabache piel caucásica que anota, raya y arranca hojas de su bloc. No es fácil seguir la nota de un criminal, lo sabe; menos si se trataba de ese insinuado pervertido. Se acerca hasta donde está, hechando un vistazo a las bolas de papel esparcidas en el suelo así como a unos archivos nada que ver.Expediente no. 1211: Charro Negro. Ese narcotraficante de origen latino que dejaba su legado en alguien más después de su muerte. Ese mismo estaba releyendo mientras se jala las hebras oscuras y acomoda los lentes.
—¿Lo interrumpo, joven Tsukishima? —El mencionado se sobresalta, haciendo reír un poco al moreno— Soy yo, Kubo.
—Miguel, no hagas eso cuando estoy leyendo —comenta el azabache, cerrando el folder amarillo y entregándolo de golpe—; lamento hacerte esperar, ya vámonos.
—¿Seguro? —Asiente.
Regresa al archivero de caso, dejando en sus lugares las carpetas de investigación movidas por el de lentes, empieza a apagar las luces de esa sección de la estación. En su camino hacía el coche el periodista está callado, algo extraño, puesto que hasta por los codos sabe sacar un tema de conversación o una entrevista improvisada. Mira sólo al frente y lo sigue por detrás, despidiéndose cada cuanto le dan las buenas noches los demás oficiales. Acredita que se va a retirar y salen al estacionamiento con el viento golpeando de repente. Se estremece.
—¿Y qué obtuviste, eh? Compraré un periódico en cuanto me digas que se va a publicar tu artículo.
—Miguel —llama el de orbes marrones, el mencionado voltea mientras arranca el carro—, ¿tú opinas que mi relación con Leo estaba mal?
Hace una pausa total. Leonardo llevaba desaparecido varias semanas y Tsukishima lo ha estado buscando cual desquiciado desde entonces, haciéndolo mover cielo, tierra e infierno sin hallar resultados sobre el paradero del barista. Sin embargo, bien sabe, Leo y Kubo tenía ciertos problemitas en su relación, por ello luego acudían por su cuenta hasta que sólo vino el último con las lágrimas en el borde y un moretón en el ojo. «No fue su intención». ahí se podía ir días. Pero esta vez había sobrepasado los límites.
—Yo... sabes lo que opino de Leo, Kubito. No es alguien muy estable en sentido mental, ha tenido algunas multas y...
—Hablo de que sí vale la pena esperarlo —interrumpe el de cabellos negruzcos, mordiendo su labio inferior, aguantando la melancolía—. Es dulce, es lindo, es amable, es servicial y muchas cosas. Yo... en verdad lo adoro, como a nadie pensé hacerlo; sin embargo no.
Traga en seco. Sabía que no dejaría ir a San Juan así de fácil ni entrar con sus artimañas ni juegos tan campante como de costumbre, sonriendo en su cara y acariciando su rostro mientras susurra el perdón de un Dios que los ampare; que ampare un amor jodido y dependiente. Sabía porqué su pareja se iba, sabía porqué regresaba hecho polvo, sabía porqué tenían lujos para darle todo, sabía porqué tenía un sombrero negro alargado. No obstante, todo eso queda en segundo plano, Leo sigue siendo su Leo. Eso quiere seguir creyendo.
—Deberías visitar a Riley —aconseja el castaño para luego encender por completo el vehículo y meter reversa—, necesitas ver a un profesional.
—No lo necesito, Rivera.
—Tu obsesión con el Charro Negro y el zorro ese no dicen lo mismo —El menor lo fulmina con molestia—, hablo en serio, Kubito; si no es por mí, házlo por él. Házlo por Leo.
El caucásico no dice más en todo el recorrido al departamento que comparte con Norman Babcock. Cuando llegan, Miguel comenta acerca del estanque artificial frente al edificio:
—¡Oh, lirios de agua! A Coco le fascinan esas flores. Escuché que los egipcios las ponían en sus tumbas por analogía con la muerte o algo así.
—Son lindas —Se baja del carro de policía y finaliza con:—. Representan la ilusión y esperanza en medio de la oscuridad; lo sé porque yo las planté.
Desde que leí el significado de los nenúfares ya sabía que iba a hacer. En serio, sé que debo leer ❝El Kitsune y el Policía❞; pero tengo ya con Cempasúchil y Tesis en mi lectura pendiente, aún no. Saqué ese lado más triste y depresivo (?) de mí para tratar de escribir esta weada que me encantó.Nunca había pensado en un Kuban todo darks; pero, con estos retos, saca el lado más sufrido y pendejo de mí (ajio). Pues, ya. Eso es todo, espero les haya gustado. Estrellita, comentario si les nace y bai, bai.
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𝘾𝙝𝙤𝙘𝙤𝙡𝙖𝙩𝙖𝙙𝙖
ספרות חובביםdescontinuado. 𝐂𝐇𝐎𝐂𝐎𝐋𝐀 + 𝐓𝐀𝐃𝐀: Si Teodora y su hermano eran el Café con Leche, y Miguel y Hiro el Arroz con Frijoles; ambos eran la Chocolatada. Pequeñas o largas historias de una pareja de homosexuales que no será 𝘤𝘢𝘯𝘰𝘯 jamás, mas q...