"Sólo aléjate de mi, ¿oíste?"

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Antes de comenzar, advierto que éste capítulo es un poco más largo que los demás.

Sin mas preámbulos, disfruta la lectura. 💕

Estaba rígido y tenso como una roca. Se apreciaba a kilómetros, Hermione respiró y adoptó una mejor postura. La respuesta de él no llegaba, y eso la hizo dudar y comenzar a construir respuestas por ella misma.

Ese silencio era evidente y cada segundo que transcurría, sólo daba espacio a más intriga e inseguridad.

-No sabes lo que dices.-Por fin, pareció que su voz regresó.

Pero era como si no hubiera respondido. De nuevo, otra respuesta inservible.

Ya no hacía falta, Hermione dedujo algunas cosas, retrocedió un poco y su mirada se transformó, expresando la incredulidad y asombro.

-Quieres protegerme de los mortifagos...-Sus palabras se perdieron en medio de ese pasillo.-¿Estás involucrado con ellos?

De un momento a otro su tono de voz disminuyó notablemente, era opacado por la preocupación.

Draco parecía no parpadear ante nada, sus labios se veían secos. Permanecía estático.

-Sabes que mi padre si. Te enteraste cuando fuimos al ministerio.-Dijo.

-¿Y tú?-Preguntó, iniciando a exasperarse.-Tengo en claro que tú padre es un mortifago, en parte por eso está en Azkaban. Pero, ¿qué hay de ti?

Y esta vez, no recibió nada de parte del rubio, más que una mirada vacía y temerosa. Que parecía ser en base a un dolor profundo y aguerrido.

La expresión de la chica fue de puro horror.

-¿Eres un mortifago?-Sonó más como pregunta. Se llevó la palma sobre sus labios, soltando un jadeo de impresión.-Eres un mortifago.

Estaba casi segura de ello. Una parte de su ser se negaba a creerlo, necesita aferrarse a algo, lo que sea que probara que no lo era, al menos no aún. Pero no había nada, nada. El silencio de Draco era la evidencia suficiente.

-Te convertiste en uno de ellos.-Susurró con tristeza.

No era una exageración cuando sintió como su corazón se agrietaba, poco a poco. Luchaba porque sus ojos no se llenarán de lágrimas.

-A eso se debe tu comportamiento, por eso te apartaste de mi, ¿cierto?-Lo miraba a esos ojos grises que estaban más oscuros que la noche.-Para que estuviera a salvo...

Inconscientemente iba retrocediendo un poco más, y aunque estaba evitando a toda costa el llanto, éste llegó. Las pequeñas gotas se acumularon en sus ojos, volviéndose rojos, una a una, fueron cayendo a ritmo regular por su rostro.

Harry tenía razón...

Finalmente, Malfoy se movió, aproximándose a ella, sin embargo, Hermione seguía dando pasos hacia atrás. Él la alcanzo y tomó sus manos, acercándola a él hasta tener su cabeza en su pecho. La estaba abrazando, pero Granger no respondió.

Tenía sentimientos encontrados, trato de separarse del chico, pero éste la detuvo. Comenzó a forcejear en su contra para que la liberara, incluso dio leves golpes en su duro pecho, todo en vano. Draco logró controlarla y abrazarla nuevamente, sus manos y brazos estaban aún sobre el pecho del rubio.

Él le estaba ofreciendo un consuelo en medio de la oscuridad del pasillo, en secreto, a espaldas de millones de personas. Hermione sentía una temblorina horrorosa por todo su cuerpo, la noticia no le sentó para nada bien, y las lágrimas no paraban. Sollozó contra su cuerpo por unos segundos. Hasta que él la separó un poco, sólo para tomarla de las mejillas y acercar sus rostros.

CHOCOLATE CANELA Y MENTA | DRAMIONEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora