"Te amo"

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Mini maraton: 1/3

El brazo que el señor Malfoy mantenía estirado lo acercó a su cuerpo al ver a Draco presente con el grupo de Potter.

El rubio estaba atónito, no podía reaccionar, millones de preguntas se cruzaban por su mente mientras que se lamentaba por su mala suerte. No sabía que sucedería a continuación ni porque su padre estaba ahí, tampoco porque varias personas encapuchadas y con máscaras los rodeaban de esa forma.

-¿Que haces aquí, Draco?-Volvió a preguntar su padre.

Sintió un escalofrío por todo su cuerpo, además Hermione le había hecho otra pregunta, casi, casi acusándolo. Ella le había preguntado si él formaba parte de eso, cuando no tenía ni idea de que sucedía realmente, su mirada, y su expresión le dolió en el alma.

-Yo...-Fue como si le quitaran la voz, sólo dijo esa palabra y su boca volvio a cerrarse. Parecía estúpido.

-Tranquilo Draco, me puedes ayudar mucho estando aquí.-Dijo Lucius, y compuso una sonrisa hacia su hijo.

Su mirada se dirigió a Potter, quien tenía aún la esfera de cristal en su mano. Todos miraban con desconfianza a Draco, incluida Hermione, eso era lo que más le afectaba al rubio.

-Dame eso Potter.-Pidió de nueva cuenta.

-¿Donde está Sirius?-Quiso saber Harry.

Draco pronto recapacito, y su cerebro funciono de nuevo, se dio cuenta que las personas que estaban rodeandolos eran mortifagos, entonces.... no, no podía ser cierto.
¿Su padre era un mortifago? ¿Era parte de todo eso?
Los mortifagos rieron, una risa en extremo desagradable al oído, el lugar seguía en oscuridad, lo único que alumbraba eran las varitas de cada uno.

-Potter, ya deberías aprender la diferencia entre los sueños y la realidad.-Habló el señor Malfoy, como si estuviera burlándose del azabache.

-¡El señor tenebroso nunca se equivoca!-Se escuchó una voz irritante y sumamente chillona, venía de la espesa oscuridad que había.

Conocía esa voz, ella...

Bellatrix, su tía, salió de las sombras y se dejó ver. Lucía igual de desagradable que siempre, nunca le llegó a caer del todo bien a Draco, pero mínimo era respetuoso con ella.

-Claro que nunca lo hace. Ahora Potter dame eso.

-¡Dime donde está Sirius!-Harry trataba de controlarse, sin embargo Draco sabía que estaba asustado.

-"¡Dime donde está Sirius!"-Imitó de forma burlona su tía, su sonrisa era grande, parecía maniaca.

-Potter, dame esa profecía. Y no les haremos ningún daño.-Dijo su padre, no supo porque pero ni su hijo le creyó a sus vacías palabras.

-¿Piensa que le creeré? Si claro, yo le doy la profecía y nos dejan ir sin daño alguno a casa.

-¡Accio pro...-El hechizo de Bellatrix fue en vano, pues inmediatamente Harry lo repeló.

-¡Bellatrix!-Regaño por alguna razón el señor Malfoy.

-Hagamos esto más fácil, como no nos dan esa profecía atacaremos a la más pequeña del grupo.-Habló la mujer, poniendo una sonrisa tetrica.

La mas chica de aquel grupo era la mini Weasley, Draco vio que inmediatamente Harry se colocaba delante de ella.
Miro a su padre, no podía creer que él era un mortifago, que trabajaba para seguramente el señor tenebroso, todo ese tiempo, su madre y él le habían mentido.

CHOCOLATE CANELA Y MENTA | DRAMIONEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora