Por el gran agujero que ahora se había formado en la pared, apareció Umbridge con su estúpido traje rosado, una sonrisa malvada y con varios miembros de su estupida Brigada Inquisitorial, muchos de ellos amigos de Draco.
Para Hermione fue un golpe duro ver como él apareció al lado de Dolores, sosteniendo a Cho Chang. Aún así él se había unido, a pesar de que sabía que ella odiaba a Dolores por lo que le hizo, a pesar de que Hermione le pidió que no lo hiciera.
Y para colmo, su patronus era un hurón. No podía negarlo, Draco se había grabado profundamente en el corazón de la castaña, aunque lo negará.
-Llevenlos a mi oficina.-Demando la gargola a los Slytherin.
Rápidamente, las serpientes agarraron a los miembros del ejército de Dumbledore bruscamente. Hermione fue tomada por Crabbe, ella no luchó por soltarse, no le veía el caso, pues le iría peor. A pasó rápido y con demasiada agresividad fue guiada hasta la oficina vomitada en rosa de Umbridge.
Antes de entrar, Draco le hablo a Crabbe:
-Crabbe, déjame a mi a Granger.-Ordeno.
La castaña fruncio el ceño.
-¿Por qué?-Pregunto el mencionado.
El rubio iba a contestar, pero no pudo porque Umbridge los llamo. Crabbe entró junto con Hermione, provocando que ella no terminará en manos de Malfoy.
Lo siguiente fue impactante para todos, Umbridge estaba vuelta loca, le gritaba a más no poder a Harry y hasta llegó a cachetearlo, simplemente por no querer dar información. Cabe aclarar, que hace tiempo que la maldita vieja ya era la directora de Hogwarts.
Al ver que Harry no iba a soltar la sopa, Dolores llamo a Snape, esta le pidió un frasco de Veritaserum, sin embargo, según el profesor, se había terminado. Sin más, se fue de alli, Umbridge quedó echa un manojo de ira y nervios.
Hermione trato de soltarse del agarre de Crabbe, en vano. El chico la tenía agarrada muy fuerte. Pudo notar como de reojo Draco la miraba.
-No tengo más remedio Potter, ya que no quieres hablar. La maldición Cruciatus te aflojara la lengua.-Dijo Dolores, para sorpresa de la chica.
-Es ilegal.-Hablo al instante.
-Ojos que no ven, corazón que no siente.-Citó la anciana, mientras bajaba el portaretratos del ministro sobre la mesa.
Hermione no iba a soportar ver como Harry, su mejor amigo era torturado por esa mujer, simplemente no era lo demasiado fuerte, y capaz para hacerlo. Comenzó a idear un plan en su mente lo más rápido que pudo. Dijo lo primero que se le ocurrio en cuanto noto que la directora iba a lanzarle la maldición:
-¡Diselo Harry!-Todas las miradas se fueron hacía ella.
Sentía más que nada, la penetrante mirada de Malfoy sobre ella, pero en ese momento no le importaba, su prioridad era Harry.
-¡Si tú no le dices donde está, yo lo hare!-Continuó, forcejeo un poco para tratar de zafarse de Crabbe.
Harry la miraba confundido al igual que sus otros compañeros.
-¿Decirme qué?-Se interesó Dolores, mirandola.
-Donde se encuentra el arma secreta de Dumbledore.-Solto, tragando saliva.
Umbridge abrió grande los ojos, se incorporó y dejó de apuntar a Potter con su varita, eso hizo que Hermione volviera a respirar.
-Llevame a ella.-Pidió, con una voz exigente.-Los demás, encarguense de que todos ellos no se escapen, mantengalos aquí.
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CHOCOLATE CANELA Y MENTA | DRAMIONE
FanfictionElla siempre ha sido la misma, con un buen espíritu y encantada de ayudar a los demás, dedicada en todo lo que hace y curiosa, muy curiosa. Él, egocéntrico desde pequeño con grandes aires de grandeza, cree que se merece el mundo. Ideologías desprec...