"¡Vete al diablo, Malfoy!"

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Habían pasado muchas cosas desde la última vez que Hermione estuvo en su casa, con sus padres. Ahora se encontraba en el número 12 en Grimmauld Place, con Ron y los miembros de la orden del fénix, debido a esto, no podía escribirle cartas a Malfoy.

Días después, llegó Harry, la castaña lo notó distinto, como preocupado o angustiado y era muy obvio el motivó: podría ser expulsado de Hogwarts. Algo, claramente, injusto. Por suerte, todo salió bien, y Harry podía volver a el colegio sin problemas o cargos.

Hermione le gustaba estar alli, aunque le gustaría obtener más información, pero nadie comentaba o les decía nada. En ese instante, Harry acababa de regresar del Ministerio, y les contó todo lo que pasó, a mitad de la charla los gemelos; Fred y George aparecieron, era algo ya tan común que no sobresaltaba a nadie.

-¿Qué? ¿Estas expulsado de Hogwarts?-Pregunto George, cruzandose de brazos.

Harry negó con la cabeza, la chica pudo notarlo más aliviado.

-¡Lo sabía! Siempre te libras de todo amigo-Dijo Fred.

En ese instante, la señora Weasley entró a la habitación para preguntarle que tal le había ido a Harry, en cuanto estuvo al tanto de todo les pidió que limpiaran un poco el ático de la casa. Mientras que a Hermione le dijo que la acompañara para que ayudará a Ginny a limpiar la cocina. Después de esto, salió.

-Estoy comenzando a sentirme como un elfo doméstico-Se quejó Ron, que no le gustaba para nada limpiar.

-Al menos te estas dando cuenta de lo triste e injustas que son sus vidas, espero que así aportes mas para el PEDDO-Comento Hermione mientras se levantaba de la cama y se aproximaba a la puerta-Deberíamos hacer una limpieza en la sala de Gryffindor y con lo que recaudemos se iría a el PEDDO.

-Podría pagarte si dejaras de mencionar a pedo-Dijo Ron.

Hermione le lanzó una mirada molesta y salió de la habitación para hacer lo que se le había indicado. Camino hasta la cocina y vio a Ginny poniendo unos trastes en su lugar.

-Hola-Saludo la castaña.

-¡Hermione! Que bueno que alguien viene a ayudarme, estaba comenzando a cansarme.

-¿En que te ayudó?-Preguntó, entrando a la cocina completamente.

-Podrías ir acomodando en los estantes la despensa que acaba de comprar mamá-Señaló varias bolsas que se encontraban en la mesa.

Hermione asintió y fue por una.

-Hoy llegan las cartas de Hogwarts, ¿cierto?-Pregunto Granger.

-Sip-Asintió.

Hubo un rato en donde ninguna de las dos habló, no hacía falta, además estaban ocupadas. Pero al parecer Ginny se cansó de tanto silencio.

-Hermione-La llamo, mientras limpiaba la encimera.

La chica le respondió con un sonido de boca, en lo que guardaba el jengibre en su bote correspondiente.

-Necesito un consejo.

-¿Que clase de consejo? ¿para qué?

-Quiero olvidar a Harry.

Hermione miro a Ginny confundida, en su mano traía un bote de mermelada.

-¿Olvidarlo?-Repitió.

La pelirroja asintió.

-Si, estoy convencida de que el sólo me ve como una amiga, o la hermana de su mejor amigo, tal vez como una hermana pequeña-La Weasley se encogió de hombros, cerró la puerta de la alacena y se volteó a ver a Hermione-Quiero continuar.

CHOCOLATE CANELA Y MENTA | DRAMIONEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora