"No seas melodramatica, Granger."

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Maratón: 1/3

Ganó por algunos votos el maratón, entonces aquí está. Lamento haber demorado, aún así, espero te guste.

Comienza la lectura plácidamente, te quiero. 💚💚💚

Una oleada de terror y dolor se instaló en su cuerpo, pero más que nada asombro, un asombro que se reflejaba en sus ojos chocolate al escuchar como Draco Malfoy respondió casi derrotado pero tenaz un conciso «sí»

Uno que podría haberle roto el corazón y dejarla devastada si no lo conociera lo suficiente.

Pero ese no era el caso, Malfoy estaba mintiendo.

Hermione movió la cabeza negativamente, no aceptaría aquella respuesta porque simplemente era una falsedad de su parte.

-No te creo.-Dijo, aún en sus brazos.

-Créelo, entonces.-Era persistente, la duda planteaba... ¿En qué?

¿Por qué se esforzaría por mentir? ¿Para qué?

-Mientes, Draco.-Insistió.

El agarre del chico se fue debilitando, Granger retrocedió un poco, el espacio entre ellos volvió a existir.

-Hermione... No hagas esto más complicado.-Pidió con una voz sin firmeza.

-Mírame a los ojos y dime que ya no quieres verme. Pídeme que me aleje de ti. Hazlo.-En cambio, la suya sonaba con determinación y fuerza. Con el coraje que había obtenido de la nada.

Por dentro, ella deseaba que él no pudiera hacer lo que le había pedido. Porque sería su fin y la esperanza que guardaba de desear que las cosas se arreglaran entre ellos terminaría deshecha.

Por fuera, permanecía intacta y estática, al igual que su voz, los ojos de Hermione transmitían seguridad, se veía imponente, esperando a que Draco articulará palabra.

Él agachó el rostro, totalmente quebrado, un segundo después volvió a cruzar mirada con Hermione y la mantuvo. Se esforzaba por tratar de ser inflexible e insensible con la situación, pero no podía. No lo lograba. Por ello se sentía defraudado consigo mismo, porque no podía hacer nada bien.

-Quiero que...-Comenzó a hablar, pero tan pronto como lo hizo se detuvo.

-¿Qué quieres, Draco?-Continuaba esperando, pero con lo anterior, supo con seguridad que él no podría cumplir con su petición, lo cual la calmaba.

-No puedo hacerlo...-Dijo, con una voz terriblemente baja, casi como un susurro.

-Lo sé.-Se acercó tan solo dos pasos y colocó su mano en la mejilla del joven.

-Tengo que irme.-El hecho de que no estuviera mirándola a los ojos, que permaneciera con la cabeza gacha y ojos tristes inundaba a Hermione de aflicción.

Ella nunca se imaginó que llegaría a ver al gran Draco Malfoy de esa forma, al príncipe de Slytherin devastado, pero no era algo que le gustaba observar, ella quería que le regresarán a ese Draco coqueto, egocéntrico y con su característica sonrisa torcida, ahora parecía que no había rastro de él.

-Yo también.-Lentamente, retiró la mano de su rostro.

Aunque tuviera mil dudas e inmensas ganas de quedarse con él, tenia que asistir a las pruebas de Ronald.

-¿Podríamos vernos en la torre de astronomía después de mi turno de guardia?-Se animo a preguntarle, Draco ya había dado media vuelta para irse.-Ya sabes, como en los viejos tiempos.

CHOCOLATE CANELA Y MENTA | DRAMIONEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora