"Por favor no te disculpes. Tu no."

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Maratón: 3/3

Con este capítulo concluye el maratón. Espero lo hayas gozado tanto como yo escribiéndolo.

Siempre me encuentro agradecida con tu apoyo incondicional. Gracias por estar aquí y formar parte de mi familia. 💖💫

No podía ser su Hermione. Porque él no era justo con ella, su comportamiento reflejado hacia la chica era inaceptable e inflexible. No quedaba un mínimo rastro del antiguo Draco.

Ahora no tenía ningún derecho de reclamarla. El camino de su relación parecía perdido, no tenía pies ni cabeza. Ya tampoco sabía si ese descanso seguía en pie o había claudicado para terminar por completo.

Pero lo menos que tenían en ese instante ellos dos era una relación. Y si la tenían, estaba hecha trizas.

La chica bajó las escaleras sin esperar respuesta del rubio. Presurosa, intentó escabullirse de él, pero fracasó. Draco le pisaba los talones y en un tiro de suerte, la tomó de la muñeca, reteniéndola.

-No te irás esta vez.-Dijo con seguridad.

-Creo que sería lo justo después de haberme abandonado incontables veces ya. ¿No crees?-Le echó en cara con amargura sin mirarlo al rostro.

Draco la jaló sin ejercer presión, provocando que diera media vuelta para terminar frente a frente. Hermione continúa furiosa, altanera y tenaz. Por su parte el Slytherin poseía un semblante frustrado, irritado y confundido. Todo mezclado. Ambos eran una bomba de emociones y sentimientos dañinos.

No cruzó mirada con él, mantenía sus ojos entretenidos en cualquier parte menos en su cara. Estaba inmensamente enojada con Draco.

-Tenemos que hablar.-Dijo y la voz del chico le provocó escalofríos. Era tan gélida y circunspecta.

-Yo no tengo nada que hablar contigo. Suéltame.-No accedería, no más. Intentó librarse de su agarre.

-Hermione, por favor. Solo quiero charlar.-Comenzaba a perder la paciencia, ella lo supo.

Bueno, la castaña se encontraba igual.

-Lo siento, no tengo ánimos.

-Hermione.-La llamó, conteniéndose a explotar.

-Suéltame. Hablo en serio, Malfoy.-Lo ignoró olímpicamente.

-No me llames, Malfoy.

-¡Suéltame entonces!-Exclamó contundente de ira mirándolo al fin, sus ojos derramaban harto coraje.

Poco a poco, la mano del chico se aflojó lo suficiente para que Hermione quedara libre. Bajó unos cuantos escalones y sostuvo su mirada impresionada, realmente había quedado atónito por como le había gritado.

-Dime, ¿a qué viniste?-Preguntó, su tono cambió radicalmente a uno más calmado.-Tu estabas en el club.

El silencio reinó entre ellos dos. Hermione agachó la cabeza con aire irónico y amargo, sonrió sin gracia alguna para volver a observar a Draco.

-¿Fue por Cormac?

Por segunda ocasión, el silencio parecía apoderarse de Draco Malfoy. La castaña le concedió 10 segundos más, esperando a que respondiera, pero no sucedió tal cosa. Soltó una risa ligera y totalmente muerta.

-¿Eso era lo que tenías que hablar?-Alzó ambas cejas y formó una línea con sus labios.-Gran charla.

Negando con la cabeza, desilusionada y sin esperar algo diferente de Draco Malfoy, retomó su camino por las escaleras. Cuando terminó, vago por los pasillos desiertos para regresar a donde nunca tuvo que haber salido.

CHOCOLATE CANELA Y MENTA | DRAMIONEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora