Las vidas de Ron y Kara son completamente diferentes desde que nacieron. Ron es un hombre bestia nacido en los barrios bajos de ciudad de Lina. Y Kara, una simple humana proveniente de una familia aristócrata con la vida resuelta.
Aunque son de mund...
En alguna parte de los lugares bajos de la Ciudad de Lina...
-Esto no pinta nada bien, Ron. Perdiste mucha sangre el día que te apuñalaron y te niegas a ir con un médico o a descansar. Ahora tu herida no ha podido cerrarse y está infectada.
-No me des sermones. ¿Está muy mal? -Gruño
-Estás muy mal. Diría que si no te llega un milagro pronto, vas a morir en un par de días.
-Ya veo. A seres como nosotros no nos llegan segundas oportunidades, pero en fin -me levanto con algo de dificultad y salgo.
-¡¿Estás loco?! ¡no puedes salir en ese estado! ¡¿a dónde vas?!
-Si voy a morir, que sea a mi manera.
-Eres un terco. Pero bueno, has lo que quieras. Fue un placer robar lugares contigo.
-Que extraña despedida. Adiós, amigo. -salgo y me dirijo al bar más conocido por los rufianes de la ciudad de Lina.
"La mancha roja", es el bar con más reconocimiento en los lugares no tan bajos de la ciudad de Lina. Si voy a morir, es un lugar en el que me gustaría hacerlo. No es barato, pero conozco al cantinero de hace varios años.
-¡Hey, Rony!
-Hola Jack.
-Tiempo sin verte, muchacho. ¿qué ha sido de ti?
-He estado mejor... -pongo sobre el mesón una bolsa con monedas de plata que había guardado desde hace tiempo -dame lo más fuerte que tengas...
-Rony... -la herida me punza y al presionar, veo mi mano manchada de sangre -¡por Dios, Rony! ¡¿Qué fue lo que pasó?! -me ofrece un trapo para limpiarme.
-No mucho. Solo, un atraco que salió mal.
-Si Roger te viera así...
-No hables de papá ahora, por favor.
-No viniste aquí solo a beber, ¿verdad? Viniste a...
-¿Me darás la botella o no? -le interrumpo.
-Aquí tienes. -hace sonar la botella contra el mesón -no hagas esto, muchacho. Aun te queda mucho camino por recorrer -dice mientras me sirvo un trago -Además, si mueres, le robarás el futuro a otra criatura.
-Tu amigo tiene razón.
Un omega pantera se sienta junto a mí.
-¿Y este quién es? -le pregunto a Jack sin quitarle los ojos de encima al viejo.
-Oh, él es Riner. Lleva tres días viniendo a este lugar buscando a alguien.
-No pareces alguien de por aquí -lo miro de pies a cabeza -¿por qué un aristócrata buscaría a alguien en un lugar como este?
-Busco a un omega lobo, de pelaje rojizo, ojos marrones, y que robó un puesto en el que lo apuñalaron en un costado -describe mientras me mira rascándose la barbilla -¿te parece conocido?
-Ya no hago trabajos. Posiblemente después de mañana ya estaré muerto. Así que con su permiso, señor. Iré a algún basurero cercano.
-Rony... -dice Jack.
Me pongo de pie, pero el tal Riner vuelve a sentarme de un tirón.
-Nunca antes vi a una persona tan patética cómo tú en toda mi vida.
-Y yo nunca había visto a un anciano en un lugar como este. Pero bueno, siempre hay una primera vez para todo. -continúo bebiendo. Ya voy a la mitad de la botella.
-Rony, escucha lo que tiene que decirte.
-Te lo pondré así. -dice el anciano con una postura autoritaria -te necesito para un trabajo de escolta de la señorita Kara.
-Se-ño-ri-ta Kara. Creo que morir sería mejor que ser el perro de una niña rica.
-El día de tu atraco sentiste una presión en tu pecho cuando cruzaron miradas. Ella también lo sintió.
-¿Y eso qué?
-Hace cuatro días la señorita Kara enfermó repentinamente. Lo que significaba que tu vida corre peligro.
-Peligro no es la palabra que usaría. -ya estoy mareado, pero el anciano sigue hablando y hablando. -y dime, ¿qué tiene qué ver esa humana conmigo? -río de la nada.
-Te estoy ofreciendo una segunda oportunidad de vida. Trabajo decente, buena paga, tres comidas al día, un techo para vivir. Aún eres joven, con toda una vida por delante al igual que nuestra señorita.
-Mmm... no estoy comprendiendo lo que dices ahora, pero cuidar de una niña rica no está dentro de mis planes.
-¿De verdad quieres morir?
-Tarde o temprano nos llega a todos.
-¿De verdad quieres morir? -reitera la pregunta.
-A veces es lo mejor...
-¡¿Es lo que quieres?!
-A quién le importa lo que piense un ladrón muerto de hambre como yo.
-¡Responde de una vez! ¡¿Esto es lo que quieres?! -golpea el mesón y me levanto bruscamente.
-¡Cállate, cállate, cállate de una maldita vez! -el lugar se queda en silencio, y me lleva a un sitio que creí haber olvidado -¿por qué? ¿por qué está todo en silencio? No quiero eso.
-Rony... -oigo a Jack.
-No lo quiero -mi voz se torna quebradiza. Sostengo la ropa de la pantera y caigo de rodillas frente a él -no quiero.
-Ron... ¿de verdad quieres morir?
-Yo, yo, ¡no quiero hacerlo! -siento lástima por mí mismo al oír el grito desgarrador -¡¡no quiero morir...!! -siento que alguien me abrazaba de repente. Es una sensación cálida y desconocida para mí. Y poco a poco empiezo a perder la conciencia.
-Entonces yo voy a impedirlo. No dejaré que mueras. Tendrás una segunda oportunidad -es lo último que le oigo decir.
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