Las vidas de Ron y Kara son completamente diferentes desde que nacieron. Ron es un hombre bestia nacido en los barrios bajos de ciudad de Lina. Y Kara, una simple humana proveniente de una familia aristócrata con la vida resuelta.
Aunque son de mund...
Siempre me pareció extraño que los demás me intentaran consolar, y no esperaba hablar sobre mi vida con nadie a parte de Jack.
—Comienza a hacer un poco de frío. Deberías irte a dormir, yo me iré en un momento. —digo haciendo que se separe de mí. —Que... que tengas buena noche... —me doy la vuelta y camino a la habitación en la que estaba.
—Esa no es, esa es la habitación de Erick. —suelto un gruñido accidentalmente —a mi tampoco me agrada, pero si es la mano derecha de mi padre, no hay nada que se pueda hacer... —se adelanta a mí —anda te guiaré a tu habitación.
Guardo silencio y dejo que me guíe por los pasillos. <<Eres un idiota por no prestar atención hacia dónde ibas...>>.
—Aquí es.
—Gracias. Buenas noches. —entro deprisa a mi habitación y cierro la puerta.
<<¿Por qué esa chica me hace sentir tan extraño? Ni siquiera es como si la conociera de hace tiempo ¿Y por qué si me detesta ahora es buena conmigo? De verdad no la entiendo>>.
Me dejo caer sobre la cama y siento que hay algo debajo.
—No recuerdo haber traído nada ese día... —la tomo y veo lo que trae dentro —¿Una carta? —la abro
"Rony.
Lamento no haber podido cuidar de ti como Roger esperaba que lo hiciera. Como él dijo, "tú eres mejor que nosotros", y esta es tu oportunidad de demostrarlo, de demostrarle a tu padre que no estaba equivocado sobre ti. La pantera me ha puesto al tanto de la situación de por qué tú eres el que debe trabajar ahí. No seas malo con ella, aunque supongo que para cuando leas esto ya habrás hecho alguna estupidez (espero te hayas disculpado). En fin... antes de que te llevaran preparé algo para ti. En la bolsa encontrarás una camisa limpia, pantalones; sé que no te gusta usar zapatos, pero tendrás que hacerlo estando en ese lugar, más te vale cuidarlas. Y por último, un pequeño recuerdo para que no olvides nunca que no estás sólo.
Cuídate bien y no causes problemas.
PD: si llegas a mi taberna porque te han echado o te haz escapado te daré un buena paliza en nombre de tu padre.
Jack."
—Las botas de papá y... —me quedo en silencio admirando un marco con una fotografía. —¿por qué soy el único que no está al tanto de la situación? —devuelvo la bolsa debajo de la cama y pongo la fotografía sobre la mesa de noche —aunque nadie lo nota, estoy asustado. Pero Jack tiene razón. Debo aprovechar esta oportunidad.
A la mañana siguiente, apenas despierto veo a Riner parado junto a mi cama, observando detenidamente la fotografía.
—¡¿Se puede saber desde hace cuánto estás ahí parado?!
—No te alarmes, llegué hace poco. Olvidé decirte que el cantinero te había enviado algunas pertenencias.
—Me di cuenta.
—Levántate, el desayuno ya está en la cocina. Luego iremos con Cole para que te de un par de zapatos.
—Ah, usaré estas. —le enseño las botas.
—Oh —las toma para inspeccionarlas —parecen de muy buena calidad. Supongo que servirán, pero deberás limpiarlas.
—Bien.
—Te espero en la cocina ¿recuerdas en dónde está?
—Si...
—Excelente. Date prisa. Lo primero que debe hacer una escolta, es estar listo antes de que quien protege salga de su habitación.
—Ya entendí.
—Me alegro.
—¿Podrías irte para yo vestirme? Haber vivido en la calle no significa que no necesite mi espacio.
—Está bien, lo siento. No tardes —dice mientras sale.
Me coloco la ropa que Jack me envió. <<Esto no es mío...>>. Me coloco las botas de mi padre. <<Me quedan. Cuidaré bien de tus botas. Aunque sean incómodas>>. Acomodo la fotografía que Jack me envió y la observo un momento.
—Haré mi mejor esfuerzo.
Salgo rápido de la habitación y voy directo a la cocina para desayunar.
—¡Buen día, chico! —salta en frente de mi una omega pequeña, una cervatilla —¡¿Tú eres el nuevo?! —la miro intermitentemente mientras como.
—Naly, no moleste al nuevo.
—Sí, mamá. —se sienta frente a mi y se queda mirándome fijamente.
—¿Qué quieres? —le digo sintiéndome incómodo.
—¿Vienes de la ciudad?
—Ah... sí.
—¿Y cómo es?
—Pues, es grande, y... hay muchas personas y omegas.
—¿No viniste con tu papá y tu mamá?
—No.
—Si quieres puedo hacerte compañía para que no te sientas solo.
—Uhm... ¿Gracias?
—Naly, te dije que no molestaras a los demás.
—Lo siento mamá — <<Su mamá es humana>>.
—Ve a hacer tus deberes. —la pequeña se marcha —lo siento, es muy curiosa con la gente nueva. —hace una pausa y parece darse cuenta de algo —Ah, soy Kanna, es un placer.
—Ron —termino de comer —ya acabé, debo irme. —me levanto y me dirijo hacia la biblioteca.
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