Las vidas de Ron y Kara son completamente diferentes desde que nacieron. Ron es un hombre bestia nacido en los barrios bajos de ciudad de Lina. Y Kara, una simple humana proveniente de una familia aristócrata con la vida resuelta.
Aunque son de mund...
—Al parecer la señorita a dominado el arte de ignorarte —musita Riner.
—Así parece... —le musito de vuelta.
—Hay Algo que he querido preguntarte.
—¿De qué se trata? ¿siquiera podemos hacer esto ahora?
—Será una buena forma para que puedas poner atención a más de una cosa.
—Cuando robaba con los chicos debía estar al pendiente de más de dos cosas, pero supongo que está bien.
—Cuando te encontré, oí al cantinero decir que hacía tiempo que no te veía. Pero cuando me contaste lo de tu padre, dijiste que él se había encargado de criarte y educarte.
—¿Y...?
—¿Por qué dejaste de vivir con él?
—Cuando Jack supo lo que hacía con los chicos, dijo que en su hogar no aceptaría tener a un ladrón, que él no me había educado para que hiciera algo como eso, y que si no dejaba de hacerlo que mejor fuera buscando otro lugar para vivir y hacer de las mías. Fue la primera vez que lo vi tan enojado y decepcionado.
—¿Alguna vez le robaste algo a él?
—No. Nunca habría podido hacerle algo así a Jack. Lo respeto tanto como si fuera mi padre.
—Ese día pareció recibirte con los brazos abiertos.
—Él ya no estaba enojado. Un día me ofreció volver, pero me negué, ya que no había pensado en cambiar mi estilo de vida.
—No querías causarle problemas.
—Jack no merece cargar con alguien como yo, y esa noche, solo quería despedirme de él. De otra forma no habría ido.
—Para el lugar en donde vive. Él es muy bueno.
—Bueno, sí, lo es.
La campana de las doce interrumpe la conversación, Kara se detiene un momento y se voltea hacia nosotros con una mirada de preocupación.
—No se preocupe señorita. Ron pasará lo que sea que Erick le haga hacer.
—Es Erick quien me preocupa...
—A todos, señorita. A todos.
No comprendo a qué se refieren con que Erick les preocupaba.
<<¿Quién es este tipo realmente?>>.
De pronto, vemos a un hombre salir de la mansión y caminar directamente hacia nosotros. No. Hacia Kara. Instintivamente, camino y me posiciono delante de Kara.
—Es muy protector —dice Erick intentando mirar a Kara. —y es alto. Parece alguien capaz de mantener una pelea si fuera necesario.
—¿Por qué eres tú quién debe evaluar a Ron en lugar de mi padre?
—Su padre se encuentra muy ocupado planeando todo para esta tarde cuando la familia Claiborne llegue y... —Erick me mira y luego mira a Kara —¿podría?
—Ron, descuida. —me pomgo detrás de ella.
—Gracias. Bien, ¿en qué estaba?
—Evaluarías a Ron.
—Oh, sí. He preparado una serie de preguntas que me ayudarán a saber más sobre ti.
—¿Le harás una prueba psicológica? ¿No debería importante algo más directo con su labor?
—La vida de los demás es importante para saber cómo reaccionarán a distintos escenarios durante su trabajo. Así que si no le importa, necesito quedarme a solas con el chico.
—Me gustaría quedarme. Si va a ser mi escolta, creo que también debería saber lo que dirá.
—No será necesario, señorita. Será mejor que se prepare para recibir al joven Claiborne.
—Llegarán en la tarde. Me quedaré aquí. —veo a Erick comenzar a perder la paciencia.
—Su padre...
—Mi padre no está aquí, y aunque seas su hombre de confianza, eso no te dá el derecho de darme órdenes —sonrío ligeramente ante el carácter de Kara.
Durante un largo rato, Riner y yo somos expectantes de la discusión entre Kara y Erick. Parece que Kara ganará, pero Riner acaba interviniendo para convencerla de ir adentro con él.
Ambos se van sin decirme nada. Yo tampoco digo una sola palabra.
—Bien, comencemos. —su sonrisa me causa escalofríos. Definitivamente no es alguien en quien debo confiar.
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