Capítulo 30

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Ron:

Seguimos a Erick por el pasillo sin saber exactamente hacia dónde nos dirigimos.

—Es una lástima que hayamos perdido tan importante oportunidad —Dice sin dejar de caminar —la familia Claiborne nos habría traído grandes ganancias.

—Dirás, a la familia Bridgestone. —dice Riner —a los empleados no nos beneficia en nada los contactos con otras familias.

—Como sea, el señor ha decidido despedirte. —Dice de la nada. Directo al grano

—Me lo suponía —responde Riner.

—Pero ya era hora ¿no? Has estado mucho tiempo aquí. Ya es hora de que tengas otros aires para disfrutar el tiempo que te quede de vida ¿no lo crees?

—Ahórrate tus comentarios fuera de lugar y ten más respeto, que yo no soy tu amigo.

—El buen Riner, ¿qué será de todos cuando ya no estés?

—Oye ya es suficiente —respondo.

—Es una pena que hayas perdido todo por éste chico —me mira y niega con la cabeza —es una pena. Te veías tan prometedor. Si tan solo hubieras hecho la vista gorda como te había dicho.

—Habría sido estúpido de mi parte escucharte.

—Y supongo que no fue estúpido de tu parte no hacerlo, ya que por eso han despedido al miembro más antiguo de aquí.

—No es culpa de Ron. Ahora ve al grano, debo ir a empacar mis cosas.

—Supongo que solo es eso. El señor los quiere fuera de aquí para mañana. Aunque desconozco si querrá decirles algo antes de que se vayan. Mañana tendré sus liquidaciones, y para Riner, el total por todos sus años de servicio.

—Bien. —responde Riner —ahora si me disculpas, iré a la biblioteca.

Riner nos deja a solas. Quiero seguirlo, pero Erick me detiene.

—Qué te...

—Que lástima tener que desperdiciar a alguien como tú. De verdad habrías sido de mucha utilidad.

—Aún sigo sin entender para qué te serviría yo a ti.

—Pudo haber sido para tener una buena parte de todo esto.

De pronto estar con Erick a solas me parece profundamente aterrador. Me siento en peligro.

—Te erizas igual que los perros cuando se sienten amenazados, que divertido. Pero descuida, no voy a hacerte daño. —la tranquilidad con la que dice todo me causa escalofríos.

—Eres un enfermo.

—No. Solo soy una persona que ha luchado por tener grandes riquezas. ¿sabes cuánto tiempo me llevó convencer a Marcos para que formara esta alianza? Casi 5 años. Y todo para que alguien como tú lo arruinara todo. Lástima que no pude deshacerme de ti como lo hice con el chico que me descubrió hace un par de años. —siento que mi corazón se apreta. Siento pánico —¿cómo se llamaba...? Ah sí, Niko, el hijo de Kanna y hermano de la pequeña bestia.

—¿Y por qué me lo dices?

—Porque sé que no dirás nada. Luego de que te vayas, no habrá nadie que proteja a la señorita como lo hiciste tú estos días.

—No te atreverías. Ella no te ha hecho nada.

—Era una pieza importante para el plan, ahora tendré que empezar de nuevo. Y sé muy bien que si no quieres que le pase nada malo, entonces guardarás silencio.

Aprieto los dientes por impotencia. Me tiene entre la espada y la pared.

Erick camina hacia mí, pone su mano sobre mi hombro, y con una sonrisa aterradora dice:

—Buen chico. Obediente y protector a su ama. Así me gusta. —comienza a marcharse mientras ríe.

—¿Vas a matarme?

—Ay Dios no jajaja. Creerás que soy un ignorante, pero yo lo sé todo aquí. Y sé que si tu mueres, Kara también lo hará. ¡nos vemos, Rony! —dice caminando, agitando la mano en dirección a nadie.

No sé qué hacer, o con quién ir; así que solo me encierro en mi habitación toda la tarde.

—Mierda...

—Mierda

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Un lazo irrompible (Editado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora