Capítulo 8

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Kara:

Luego de cerrar la ventana y las cortinas, camino de un lado a otro intentando quitarme el enojo.

—Grosero, grosero, grosero. No tiene derecho a hablarme de esa forma —recuerdo sus últimas palabras — aunque, tiene razón. Soy una persona patética. Y él debe conocer más sobre la vida real que yo.

Me siento con las piernas recogidas apoyándome en el frente de la cama; y sin saber bien por qué, comienzo a llorar.

Me siento con las piernas recogidas apoyándome en el frente de la cama; y sin saber bien por qué, comienzo a llorar

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Un lazo irrompible (Editado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora