Las vidas de Ron y Kara son completamente diferentes desde que nacieron. Ron es un hombre bestia nacido en los barrios bajos de ciudad de Lina. Y Kara, una simple humana proveniente de una familia aristócrata con la vida resuelta.
Aunque son de mund...
Ya todos están sentados comiendo. Y a pesar de lo buenos que son todos, no puedo evitar sentirme incómodo.
—¿Piensas escabullirte como la otra vez? —pregunta Terry.
—Ah... no, yo...
—Jajaja —comienza a reír —tranquilo muchacho. Yo hacía lo mismo que tú cuando llegué aquí. Al principio es incómodo pero, luego te acostumbras. Y más si hay alguien que te hace quedarte.
—Ya va a empezar... —dice Cole.
—¿Sabes quién fue? —<<obviamente no>> —la osita más linda del mundo.
—Ah...
—Ella es tan linda, que cada que la veo mi.
—¡Terry! —exclama Kanna —no en frente de Naly.
—Claro, lo siento. Te lo contaré otro día —me guiña un ojo. Lo miro con una sonrisa extremadamente fingida.
Ursa entra a la cocina sin mirar a nadie.
—Hola cariño ¿acabaron ya?
—Ah, sí... —su voz suena extraña.
—¿Te pasa algo? —Ursa nos mira a Riner y a mí. Más a Riner. Sus ojos se tornaron brillantes.
—No es nada... —sale al jardín un momento y Terry se levanta para seguirla.
—Que extraño —comenta Riner. — ¿qué le habrá pasado? —se levanta repentinamente —con permiso, nos vemos más tarde.
Justo antes de salir, Erick bloquea la salida y todos se quedan en silencio.
—Necesito pasar. —dice Riner.
—Yo necesito decirles algo, a ti y a Rony.
—¿Qué sucede?
—¿Quieren que se los diga aquí o vamos a otro lugar más privado?
—Ron. —me levanto —vamos con él.
—Síganme.
Fue un momento muy incómodo, me doy cuenta de que todos se ponen tensos ante la presencia de Erick. Mientras salimos veo que Ursa y Terry se asoman por la puerta.
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