— ¡Bueno mujer! — Cameron tomó asiento en el alféizar de la ventana — ¿Tú quieres que te maten? Porque me ha quedado claro que tienes una tendencia a que te arrollen los autos Cleopatra —
Cleopatra hizo una mueca de dolor, su cabeza le duele como mil demonios, su cuerpo está llenó de moretones y tiene un horrible golpe en la frente, la sangre baja por su mejilla en un hilillo de color rojo que hace contraste con su blanca piel y sus manos están llenas de pequeñas cortadas. Cleopatra miró a su alrededor, la habitación es preciosa con sus muebles blancos y las mesas llenas de comida, con el suave olor a perfume masculino, pero aún puede ver el rastro de agua que dejó su cabello por la alfombra después de la ducha y la camisa de Cameron es extremadamente suave, al igual que lo eran sus vestidos de seda.
— Preferiría que me cortarán la cabeza, no se, una muerte digna de una reina — Cleopatra soltó un sonido molesta al sentir el ardor del alcohol en su frente — Por eso yo quise el veneno de una serpiente, eficaz y rápido, pero morir atropellada es la cosa más estúpida del mundo, además ese hombre tuvo la culpa por no detenerse al verme —
Cleopatra fulminó con la mirada a Cameron cuando lo escucho reír a carcajadas, pero cuando la recogió inconsciente de la avenida no reía a carcajadas, solo la mirada preocupado, ahora su sonrisa es amplia y limpia la sangre delicadamente, como si el sonido de la televisión donde pasan las noticias sobre su dramática salida y la manera espantosa de dejar a su prometida, como si no lo afectarán demasiado, pero sabe que si lo hacen, porque si celular no deja de timbrar y Cleopatra ya a estado a punto de tirarlo muchas veces por la ventana.
— Bueno, en realidad tu te detuviste en medio de una avenida, fue una suerte que aquel árabe no te cobrará lo daños a su auto y aún más suerte que no te matara — Cameron paso el algodón delicadamente te por su mejilla — Lo ideal es que vayamos a un Hospital, no me importa que se enteren que me escape de mi boda para estar aquí, necesitas que un médico te revise —
— ¡¿Un hospital?! — Cleopatra se alejó totalmente aterrorizada y fuera de si, se alejó tan fuerte que casi cae de alféizar de la ventana — ¡¿Estas loco?! En ese lugar matan a la gente —
Pero de nuevo la sonrisa de lado de Cameron le robó el aire, el aire que entra por la ventana mueve su cabello mojado por la ducha, su camisa se ciñe que sus brazos como una segunda piel y sus ojos están llenos de diversión, burlándose de ella y de su tonta ignorancia por nacer hace miles de años.
— En los hospitales no matan gente, pero creo que con mis cuidados quedarás muy bien, por lo menos no morirás, no otra vez — Cameron guardo el botiquín y le alejó un par de mechones de cabello negro de las heridas — Cleopatra... yo no debería de preguntarte esto ¿Pero te dolió morir?
— ¿Porqué tendría que dolerme? Yo viviré por siempre, además estaba preparada para la siguiente vida y siempre quisieron matarme, así que me importa muy poco si muero — Cleopatra se cruzo de brazos y cerró los ojos para no ver El Cairo de noche, para ella es bastante doloroso ver que su reino, por el que lucho tanto, está convertido en una caótica y horrible ciudad. Por un momento quiso quedarse así, lejos de todos y sentada en el alféizar mientras el dolor la está matando, antes así ignoraba a sus sirvientes, pero Cameron la mira con diversión en los ojos, como si ella fuera algo espectacular que aún no cree que esta sentada delante de él — Pero si te refieres a mi suicidio, pues claro que dolió Cameron, me dolió muchísimo, pero tengo que morir para no ser una prisionera de Roma —
Cleopatra se puso en pie furiosa para que Cameron no la vea con los ojos llenos de lágrimas. Le enseñaron que jamás debe llorar, pero es imposible no hacerlo en este lugar, cuando los cánticos árabes la vuelven loca y cuando el dolor la está matando. Se recostó en la cama, así como se recostada en sus almohadones para ver el Río Nilo, ahora solo esconde la cara entre las almohadas.
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Erase Una Vez Cleopatra. (Saga Faraones de Egipto Libro 1)
Romance¿Alguien sabe que hace Cleopatra en Londres? La ultima Faraona de Egipto, mujer de Julio Cesar y Marco Antonio. La única y verdadera reina de Egipto. Cleopatra no pensaba despertar en un nuevo mundo, creía que era un castigo de los dioses por no ga...