Parte 39

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En cuanto sus pies tocaron suelo firme y el aire dejó de tener esa esencia a sangre, de arena y el sonido de los gritos fueron reemplazados por risas de turistas, Cleopatra abrió los ojos al momento y en cuanto vio a cientos de turistas hablando idiomas diferentes mientras tratan de entrar a la capilla sixtina supo que una parte de ella otra vez murió, porque ver sus brazos vacíos sin su hijo y ver que ya no está en el pasado es mil veces mas doloroso que la mordedura de una serpiente. Le gustaría creer que aún está en Roma, que después de todo esto será un, mal sueño y que al despertar estará junto a Marco Antonio y su hijo, pero Cleopatra también está segura que los gritos desgarradores de su hijo al golpear contra el suelo cuando se le cayó de los brazos no es un simple sueño, ni los gritos de los romanos, ni los ojos furiosos de Marco Antonio. Nada de esto es un sueño, ella está viva, dentro de lo que cabe, pero está en el siglo incorrecto y eso la hace sentir terriblemente mal. 

 Cleopatra ya estaba dispuesta a quedarse en el pasado y rehacer su vida en ese lugar, ya sabia todo lo que sucedería después de la muerte de Julio César, comienza el caos, tendría que huir de Roma a mitad de la noche y comenzaría ese juego de pasiones con su amado Marco Antonio, disfrutaría de años de prosperidad, de fiestas bañadas en oro y de apasionadas noche en brazos de su romano, tendrá más hijos, se pondría furiosa al ver a los romanos invadiendo Egipto, enviaria lejos a sus hijos y moriria como una reina, la momificarian, pondrían su cuerpo cubierto de vendajes en una antecámara de una pirámide y reposaria toda la eternidad junto a Marco Antonio ahora si ya muertos, esa es su vida y Cleopatra estaba quería morir de forma digna, nadie más que ella sabe los cansado que es vivir dos veces, está muy cansada de luchas con enemigos y de estar alerta para que no la meten, simplemente quería sentir ese ardor en sus venas por el veneno de la serpiente y cerrar sus ojos para siempre, quería disfrutar de sus últimos días como reina y hacer las cosas bien pero le acaban de arrebatar esa oportunidad. 

— ¿Cleo estas bien? Estas muy callada desde que llegamos aquí de nuevo, si quieres puedo ayudarte con la herida de tu brazo, está sangrando un poco — Le preguntó Grace tomándola de las mejillas con cierta precaución pero Cleopatra alejo el rostro con furia.

¡¿Cómo demonios va a estar bien?!

Claramente no tiene heridas graves, solamente la del brazo y fue causada por la confusión del momento, tampoco está igual de desgastada a sus dos ex amigos ingleses delante de ella, pero estar Italia y ver como sus amigos están contentos por eso, la hace enfurecer. Eso la tiene loca de coraje, de furia y de todo los que sus ojos flamantes puedan mostrar y claro que Cameron se percató de eso, porque de inmediato cruzó esa gran avenida en el centro de Italia, camino entre los turistas y se acercó a ellas con el rostro igual al de Grace, como si los dos estuvieran sorprendidos de la furia de Cleopatra ¿Que no es obvio? ¡Le acaban de arrebatar todo!

— Cleopatra, estas herida y necesito que me dejes ver el corte, pero necesitamos ir a un hospital y salir de este lugar lleno de turistas  — Cleopatra también se alejó con furia de ese detestable Inglés, está llena de furia y no quiere que esos malditos se acerquen a ella. Cameron se pasó las manos por el cabello, luce cansado, soporta el dolor de su espalda pero no dice nada, solo se guardó silencio un momento y miró a Grace con toda la autoridad de un primer ministro— Tenemos que regresar a Londres, ve y trae a tu madre, uno de mis guardias las llevará hasta aeropuerto. No tardes, no te detengas por nadie porque tenemos que salir de aqui lo mas rapido posible  — 

Cuando esa chica inglesa se perdió entre el gentío de turistas, Cleopatra fulmino con la mirada a esos horribles turistas hasta llegar a ese auto negro que espera al primer ministro junto a la calle, sin duda los para todo el mundo apenas estuvieron fuera de su vista un par de minutos, para ellos fueron días en los cuales lucharon por sobrevivir, ahora será Cleopatra quien se quede aquí por toda la eternidad y eso es totalmente injusto.

Erase Una Vez Cleopatra. (Saga Faraones de Egipto Libro 1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora