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Abrí las cortinas dejando que la claridad entrara, miré hacia la mesita de noche verificando que era tarde y suelto un suspiro.

-Cielo es tarde, levantate tienes que preparar las cosas. - me siento en la cama y aparto un poco las sábanas dejando la cara de mi hija al descubierto.

-Solo cinco minutitos más...

-Tu sabrás.

Me levanto de la cama y salgo de su habitación para bajar las escaleras y terminar yendo a la cocina, preparo el desayuno cuando suena el timbre alarmando a mi hija, segundos después empiezo a escuchar como recorre su habitación de arriba abajo preparando todo mientras maldice.

Dejo el desayuno en la encimera y preparo mi mejor cara antes de abrir la puerta.

-Sí ya lo sé, llego tarde... ¿Ella está lista?

-Está en ello -me hago a un lado dejandole paso.

Como cada finde, desde hace 2 años, Camila viene a por nuestra hija Paula para que se quede a dormir en su casa.

-Y... ¿qué tal con Raul?

Yo me encontraba guardando el desayuno en una bolsa de papel para que se la llevara y por el camino desayunara, giré para mirarla no por mucho tiempo y dejar la bosla en la isla.

-¿Qué pasa con él? -Pregunté desinteresada, sabía a que se refería pero no me apetecía empezar otra discusión.

-Me vas a negar que no quedaís, ¿o algo?

Su tono de burla y el cruce de brazos hacían que mi molestia aumentara, volví a alzar la mirada y la observé desafiante.

-Creo que lo que haga yo hace dos años ya no es de tu incumbencia.

Y ahí estaba, ceño fruncido y mirada perdida, había ganado esta ronda dejandola fuera otra vez.

-Ya estoy lista -anuncia una vez termina de bajar el último escalón- ¿Nos vamos?

Me da una última mirada y sale de la cocina, suspiro cansada de estos momentos, miro a mi hija y sonrío levemente tratando de calmarla.

-Toma cariño, desayuna por el camino.-me acerco entregándole la bolsa y le beso la cabeza- Llámame cuando llegues.

-Está bien mamá, te quiero.-besa mi mejilla y se ajusta la mochila saliendo de la casa.

Una vez sola en casa me dirijo al sofá para pasar el día, la tarde y todo el finde viendo series.

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-Mamá, ¡ya estoy en casa! -escucho los pasos de mi hija acercandose.-¡Hola! -no me da tiempo a responder cuando siento que su cuerpo cae sobre el mio.

-Princesa, ¿cómo te lo has pasado?

La siento bien sobre mis piernas y acaricio su mejilla mirandola atenta, se le ve más morena que cuando se fue.

Su parecido con Camila me asombra, es una replica exacta a esa cubana por la que moría antes, realmente sigo muriendo por ella pero no soy capaz de permitirme otra oportunidad con ella.

-¡Genial! Estuvimos todo el día en la piscina, estuve también jugando con Kyra, ¿sabías que es capaz de saltar casi más que mi altura?

Escuchaba atentamente a mi hija, se le notaba feliz y emocionada, cada vez que vuelve de casa de Camila me cuenta todo, completamente todo, desde que desayunó hasta cuantas veces parpadeó.

-Y entonces Marina me ayudó y me curó la herida.-finalizó

Fruncí el ceño confusa, me había perdido tanto en mi mundo que no me había enterado de la mayoría, miré por unos segundos su brazo y pude observar una pequeña gasa ocultando la herida ya desinfectada.

One Shots (Camila Cabello y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora