• Capítulo 104 •

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Uchiha Amaterasu.

No he perdonado a la mujer que me abandonó y me separó de mi verdadera vida, la odiaba. Causó y provocó muchos problemas, destruyó la aldea, asesinó a los padres de Kagami y a gente inocente, por su culpa la gente empezó a desconfiar de los Uchiha's, Madara provocó una guerra por ella, y yo... asesine al salvador de mi propio clan.

Lo más patético que pude hacer fue perder la razón de mi vida, pude haber reaccionado de manera distinta pero lastimosamente los recuerdos me estaban matando. Pero gracias al mensaje de Kagami pude ser la misma de antes.

Las barras negras que tenía clavadas en mis muñecas me provocaban cierto dolor pero no era intenso como esperaba, intentaba moverme para librarme de la misma forma que hice cuando Adachi me atrapó con los kunais en mis manos pero tal parece que han bloqueado los puntos para manipular mi chakra.

El problema era que no podía ver el tamaño de esas barras, me quedé ciega y posiblemente sería para siempre —¿Tobirama-sama hay una forma de liberarse de esto?— pregunté. Use mi sentido del oído para ubicar su posición.

—No lo se. No he visto una cosa como tal, no tengo mucha información que pueda ser de utilidad—.

Iba a responder pero el suspiro de Haru, si, la llamó por su nombre ya que no la considero mi familia, a Madara tampoco lo consideró mi padre. Ahora estoy sola, pero aún así sigo teniéndole cariño y respeto a mi padre adoptivo que me cuido y crío.

—Naruto...— fue lo que dijo Haru en voz de preocupación.

Al instante yo también lo hice que abrí mis ojos más de lo normal —¿¿Que ha pasado con Naruto?!— ese chico es uno de mis grandes amigos que daría la vida por él, aunque fuera Madara quien le hiciera daño no sería capaz de perdonarlo. Cómo no recibía respuesta alcé el tono de mi voz más insistente —¡¿Que ha pasado con Naruto?! ¡Conteste!—

—Esta muriendo—. su respuesta desencadenó mis ganas de querer golpear más Madara, ese sentimiento de respeto que supuestamente debo tenerle no existe para él.

Si tan solo pudiera ver buscaría rápido una solución para liberarme —¡¿Que?! ¡¿Cómo es posible?!— Naruto era un chico que difícilmente podía ser derrotado, y era difícil de creer que estuviera muriendo.

—Le han extraído completamente a Kurama, ha dejado de ser un jinchuriki, su vida pronto dejará este mundo—.

Quise poner fuerza para romperme las manos y ser libre para ayudar a Naruto pero Tobirama-sama me detuvo —¡Amaterasu, no hagas algo estúpido!—

—¡Pero Naruto está...!—

—¡Naruto sigue vivo! ¡Sus amigos ya pensaran una forma de salvar su vida, por el momento tu no puedes hacer nada!—

—Pero...— fui interrumpida.

—¡He dicho que no podemos hacer nada!—

Me quedé callada en señal de derrota, no era capaz de contestarle o reprocharle a Tobirama-sama.

—¿Que es eso?— al igual que Haru todo sentimos una extraña presencia acercarse a nosotros, creímos que era un enemigo, yo no podía ver pero si sentir quién era. Era Sasuke pero estaba vez su chakra era diferente y más fuerte que antes, era un chakra notorio que cualquier ninja que no fuera sensorial lo notaría y sentiría.

 Era Sasuke pero estaba vez su chakra era diferente y más fuerte que antes, era un chakra notorio que cualquier ninja que no fuera sensorial lo notaría y sentiría

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El silencio de un secreto | Uchiha MadaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora