• Capítulo 51 •

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Sarutobi Amaterasu.

Las nubes grisáceas cubrían el cielo y el sol en Konoha, todos estaban en el funeral de Asuma; todos excepto Shikamaru y yo. No sabía con exactitud en donde se encontraba, pero sé que está en algún lugar, solo y pensando.

Me mantenía lejos del cementerio, observando como la caja donde yacía el cuerpo de mi hermano era enterrado a varios metros bajo tierra, como varias personas miraban con tristeza la escena.

Parada sobre el techo de un edificio, vestida con un pantalón, blusa y sandalias de color negro. Mi cabello estaba totalmente recogido en una coleta, dejando a la vista mi cicatriz.

Mantenía mis manos juntas en la espalda, mi respiración serena al igual que mi expresión. El cálido viento hizo presencia, haciendo que mi cabello se moviera al compás del aire.

Noté como todos se retiraban del lugar. Di un suspiro para relajarme, al dar media vuelta sorpresivamente me encontré con mi tío Danzo. Quien estaba mirándome fijamente con su único ojo.

—Tío Danzo—. le llamé esperando que me dijera algo. Normalmente envía un Ambu de raíz para informarme que me está buscando o algo por el estilo, pero cuando era algo de suma importancia, él venía personalmente a buscarme.

A pasos lentos se acercaba a mi lugar, con cada paso que daba golpeaba de manera leve el bastón contra el suelo —Ahora que Asuma no está vivo, podemos iniciar con nuestro plan para proteger a la aldea—. deteniendo sus pasos me informó ronco.

El plan de mi tío Danzo era matar a los últimos sobrevivientes del clan Uchiha. Sabía que mi hermano Asuma era un estorbo para él, debido a que siempre me mantenía vigilada de cualquier cosa.

El tío Danzo solo estaba esperando su muerte para que pudiéramos proseguir con el plan. Sé que era mi hermano, pero había que hacer pequeños sacrificios para proteger a la aldea.

Así que la muerte de Asuma lo superé en poco tiempo, no dejaría que nada ni nadie interfiera para proteger mi amado hogar —Si, tío Danzo—. asentí con voz gélida mientras hacía una leve reverencia.

—Sasuke no tardará en matar a Itachi, solo es cuestión de esperar de que se encargue de nuestro mayor peso—.

Itachi era un criminal de rango S,  por alguna razón el tío Danzo le tenía miedo. Si él le tenía miedo, entonces debe ser un sujeto muy fuerte y yo debo tener precaución.

—Después de que Itachi muera nos encargaremos del Uchiha—. volví a mi postura. Olvidando el poco miedo que me estaba preocupando Itachi.

Ahora el sol tomó el lugar de la nubes para dar paso a sus rayos e iluminar todo lo que tocará.

Asintió, mientras daba media vuelta —Espero que no me defraudes Amaterasu. Odiaría que me fallaras—.

—¡Si!— asentí con la cabeza mirándolo de la espalda. Me negaba en desobedecer sus órdenes. Ya que el me enseñó muchas cosas, además de que lo considero como un padre.

—Te informaré cuando Itachi este muerto, para entonces sigue entrenando para luchar con Sasuke—. desde su hombro me miró haciéndome entender que le haga caso y en un parpadeo desapareció del lugar.

Opté por obedecerle, de un salto bajé del techo hasta el suelo. Empecé a caminar entre los rincones de la aldea, mientras llevaba mi mano a mi coleta para quitar el lazo que lo sujetaba.

Mi cabello cayó libremente sobre mi espalda, el mechón que cubría mi ojo volvió a su lugar por sí solo. Apreté mis puños con fuerza y fruncí mi ceño decidida.

Estaría dispuesta en hacer todo, sacrificar todo, asesinar a los que sean necesarios para tener protección total en la aldea.

Y uno de las grandes piedras que interfieren en el camino eran los Uchiha. Además es necesario que el tío Danzo se convierta en hokage.

El silencio de un secreto | Uchiha MadaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora