16. Descubrimiento

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―Entonces ¿Qué tenemos? ―preguntó Alexander.

Los tres estaban en el centro de la habitación, entorno a una mesa, como era de esperarse el jefe se encontraba en el puesto más alto de esta, mientras que, Curtis y Eddie estaban a los lados. En la mesa varios papeles estaban regados, todos se trataban de un solo hombre, William Bolton. En aquellos papeles se encontraba todo, el lugar y las condiciones de su nacimiento, su desempeño en los estudios, en su carrera universitaria, en su trabajo. Aun así, al equipo solo le interesaba una cosa, descubrir quién era Evan, que importancia tenía en todo esto, y en aquellos papeles ese nombre casi no existía, pero en la historia de William había un hueco, dos años en los que no estudió.

―He buscado en otro tipo de archivos, pero no encuentro nada ―dijo Eddie.

―Eso te pasa por anticuado ―expresó Curtis.

―¿Entonces qué tienes tú?

―Más bien, que no tengo ―dijo mientras se acomodaba las gafas.

Curtis abrió su computador portátil.

―Busqué en bases de datos el nombre y para mi sorpresa, lo encontré, el suceso que hizo que el señor Bolton no asistiera a clases.

―Y ¿qué es? ―preguntó Alex.

―Como Eddie descubrió, la madre de William se suicidó, pero el registro no dice porque y mucho menos dejó carta que tuviera una razón, así que la razón debe ser más que obvia, y sí que lo es, resulta que el 14 de agosto del 2000 William no volvió a casa, pero el artículo de periódico tiene como título "los hermanos Bolton han desaparecido", luego el desarrollo de la noticia nos dice que William fue encontrado pero su hermano no, entonces busque a Evan Bolton y lo encontré, murió a los 14 años, alguien lo secuestró junto a su hermano y se especula que otros niños, de los cuales solo se constata que sobrevivieron 5.

» William estuvo en tratamiento luego de eso y por ello faltó a sus estudios. Aunque parecía estar mejorando, de un momento a otro, luego de la muerte de su madre, dejó de hablar de lo sucedido, parecía que no lo recordaba, el especialista solucionó dejarlo así, el niño lo había olvidado todo, ni siquiera respondía al nombre de su hermano.

―Interesante, borró sus recuerdos para protegerse, pero entonces ¿Por qué a estas alturas si responde al nombre?

―No lo sé ―respondió Curtis.

―Tuvo que haber un desencadenante ―dijo Eddie―, algo estrechamente relacionado con un elemento del recuerdo. Dices que este es su primer caso de secuestro, ¿cierto?

―Sí ―expresó Alex.

―Talvez fue eso, volver al entorno y no poder hacer nada, solo encontrar cuerpos, eso debió de ser duro para él, y que el asesino se lo recordara, no ayuda mucho.

―¿Asesino? ―dudó Alex― ¿Enserio crees que sea otra persona?

―¿De qué estás hablando? ―espetó Eddie.

―No es extraño, Eddie. Que el asesino conozca tan bien al señor Bolton, cuando a nosotros nos llevó tres días conocer su historia. Has estado conmigo en casos difíciles y sabes que a veces las cosas no son lo que parecen. Un pobre investigador azotado por un asesino salido de la nada. Patrañas. Conoces el estrés postraumático y sabes lo que es capaz de hacer, ¿olvidar? Sí, ¿dividir? También.

―¿Trastorno disociativo? ―preguntó Curtis

―Sí, es exactamente eso lo que pienso, el señor Bolton padece trastorno disociativo, por eso es tan inestable emocionalmente, por eso dicen que olvido lo sucedido con su hermano y por eso estaba manipulando la investigación con el fin de buscar a alguien que no existe y salirse con la suya.

―Ahora solo tenemos que demostrarlo y el caso estará finalizado ―finalizó Alex.

La pesadilla de BelltownDonde viven las historias. Descúbrelo ahora