La pesadilla de Belltown

6. Luto

El tiempo había pasado, pero con ello nada había mejorado, era por eso que cada día que entraba a trabajar paraba para ver ese tablero, repleto de carteles de gente desaparecida y entre ellos el de su amigo.

Las pesadillas no habían cesado, habían empeorado con la implementación de nuevo material, y casi cada noche despertaba gritando que era su culpa, luego de un tiempo, tal y como lo hacía su amigo, comenzó a dejar de pensar, mientras estaba dentro de ese estado de profunda tristeza, donde lo único que podía hacer era ver las cosas, inmóvil, mientras todo a su alrededor continuaba moviéndose, mientras nadie conocía su infierno.

En una de tantas noches vio como el asesino terminaba por dispararle de frente a William, como este caía en medio del bosque y como terminaba muriendo, al tiempo que ese hombre reía.

Y para Emily la cosa no mejoraba, terminó culpándose tanto por su intervención que no salía de su casa. Daniel se preocupó demasiado por ella, pensaba que tarde o temprana la encontraría en una bañera llena de sangre. Emily terminó siendo tratada psicológicamente, el hecho de haber vivido lo que vivió la había destrozado por completo, y ahora necesitaba ayuda para armarse de nuevo.

El psiquiátrico Ashford fue investigado de cabo a rabo, encontrón todo lo del payaso en el despacho principal, sus cuchillos, su vestuario y maquillaje, su mano aun atada a las esposas, pero no lo encontraron por ninguna parte. Hicieron estudios de ADN, pero los resultados no eran congruentes con las muestras guardadas en las bases de datos. Volvían a tener nada.

En el bosque encontraron cerca de 5 cuerpos, algunos más descompuestos que otros, pero ninguno de ellos era William o Stephen.

Después, el caso se enfrió y Kevin terminó por cerrarlo definitivamente el 29 de septiembre del 2017, todo quedó en una caja, en el inmenso mar de casos sin resolver, en esa bodega fría.

Y tanto como William y Stephen, el payaso había desaparecido, tal y como había llegado se fue, llegó de la nada y desapareció en la nada. Aun así, en Belltown había un nuevo estándar moral, todo el mundo temía que volviera, que de la nada alguien entraba en tu casa y despertaras en un edificio antiguo, en una plancha de metal, viendo directamente a la muerte. Ciertamente la presencia del payaso había hecho que la situación de la mujer no fuera tan deplorable, que el macho dejara de ser salvaje.

En ocasiones el mal nosforja y nos hace ver cómo debemos ser. Lástima que ese pueblo tuviera que pasarpor tanto.