𝗙𝗢𝗥𝗘𝗦𝗧 𝗪𝗛𝗜𝗦𝗣𝗘𝗥𝗦┃𝗝𝗮𝘀𝗼𝗻 𝗩𝗼𝗼𝗿𝗵𝗲𝗲𝘀

Capítulo - 16

Someone woke up
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Después de un prolongado sueño, normalmente el cuerpo se siente aún más agotado que antes de descansar.

Así se siente Leyna, con una inmensa pesadez encima, tanto que dificulta hasta para abrir sus ojos.

Gira su cabeza a un lado y su cuello truena con ese simple movimiento. Lanza un pequeño quejido y una mueca de malestar se muestra en su rostro al instante.

Toma unos escasos segundos lograr abrir sus ojos y adaptar su visión nubosa. Parpadea hasta que puede ver lo que hay frente a ella. El techo de una habitación rústica y oscura se aprecia.

Perdida en la incertidumbre del extraño espacio, busca más que ver. Trata de incorporarse — Ahg — esa acción hace que un gruñido de dolor se emita de su garganta.

Inclina su cabeza y sólo percibe que está cubierta por una sábana. Mueve sus brazos con dificultad y nota que en uno de ellos tiene algo pegado a su mano; un catéter. Sigue con la mirada el delgado cable transparente y ve que se le está suministrando algo.

Luego vuelve a ver su cuerpo y trata de retirar la tela blanca para salir de la cama. Solo un poco las puede quitar y se divisan vendas que envuelven sus extremidades y parte superior de sí misma.

Entonces recuerda. El ataque. Su ataque. Como era golpeada, mascarada hasta dejarla moribunda.

Su corazón se acelera por las memorias terribles por aquella compañera pelirroja.

¿Pero dónde está? ¿Y dónde está? ¿Alguien la rescató antes de que la terminaran de asesinar? ¿Pero quién?

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Cuando pierdes a alguien cercano, tu vida se vuelve nostálgica. En su mayoría muy difícil de volver a encontrar la estabilidad apropiada para seguir adelante.

Charlene Paxton es un ejemplo de ello.

Decaída y sin ánimo de nada.

Normalmente se muestra con un carácter fuerte y atrevido ante la mayoría, excepto a sus más queridos seres. Leyna en particular era su confidente y la única que conocía todo de ella, hasta el menor detalle. Con quien podía hablar para aclarar su mente y definir sus pensamientos y sentimientos. Hasta conversar de lo más tedioso en la convivencia con sus padres y las reglas molestas.

Para Charlene, Leyna era la única amiga que aún con los años jamás se acabaría su amistad. Se imaginó que cuando ambas se fueran a diferentes universidades, seguirían en contacto. Hablando a deshoras sobre los profesores odiosos y compañeros de clase así como de las peleas por celos con West.

Además de su insistencia con encontrarle una pareja para que en un futuro tengan más momentos que compartir. Ayudarle a darse cuenta que había personas que la aceptarían y querrían profundamente.

De pequeñas jugaban a arreglarse para el altar, unas adorables novias.

Jugaban con los manteles y vestidos que poseían a su alcance para su atuendo nupcial. Se ponían las zapatillas de tacón de sus madres y se pintaban con su maquillaje. Y sus novios eran las peludas mascotas de la casa, con unos corbatas de moño del señor Paxton.

Esperaba que sus juegos se hicieran realidad en un futuro y estuvieran juntas en cada paso que den. Su boda, su convivencia en el matrimonio y sus hijos, como crecían para hacer sus vidas, repitiendo la amistad sólida que ellas tenían.

— Charlie. — llamó su novio — Debes comer cariño.

La chica le no responde.

— Kyle y yo hicimos lasaña. — intenta animar.