𝗙𝗢𝗥𝗘𝗦𝗧 𝗪𝗛𝗜𝗦𝗣𝗘𝗥𝗦┃𝗝𝗮𝘀𝗼𝗻 𝗩𝗼𝗼𝗿𝗵𝗲𝗲𝘀

Capítulo - 5

Chaos in the darkness

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Avanza serenamente hacia las cabañas donde no muy lejos encuentra a una pareja fornicando con sus ropas semi puestas. La chica está apoyada en la pared, aferrando sus brazos a la espalda de su acompañante, una de sus piernas intenta equilibrarse mientras la otra rodea a la altura de la cadera del joven. El chico también la mantiene bien sujeta de su cintura y empuja rítmicamente alzando el cuerpo de ella. Gimen de placer, que no ven llegar o tan siquiera escuchan al hombre que está preparado para atacar.

Utiliza la misma lanza anterior y está con la fuerza no sólo traspasa los cuerpos de la pareja sino también cruza la pared de madera. El agarre de ellos se afloja y quedan sujetos sólo de la vara filosa, que poseía la sangre de sus compañeros, mezclándose con la de ellos.

Lentamente camina a ellos y retira de nuevo su arma para usarla en una víctima más o víctimas. Después de todo hay muchos intrusos que cazar, y hoy es una excelente noche para eliminarlos.

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Leyna suspira al ver la situación que se hace cada vez más aburrida para ella después de su conversación con el señor Williams. Por ello decide ir a dar una pequeña vuelta antes de retirarse a dormir en su cabaña.

Toma el camino de vuelta al lago, donde se topa con algunos compañeros que juguetean y tropiezan por su desequilibrio ante la embriaguez. La joven los empuja alejándolos de su persona y continúa su camino viendo el desenfreno que ha surgido entre los chicos.

No quiere seguir en ese ambiente y desea que la universidad sea un poco mejor, espera que la madurez haya hecho su labor en sus futuros compañeros de clases.

Cuando llega al lago, se queda de pie mirando nuevamente el paisaje que regala la noche. La escena completa muestra a los insectos mostrando su canto, tan diestros en la melodía, acompañan la serenata con las luciérnagas, aquellas luces bioluminiscentes que parpadean constantemente. Añadiendo el hermoso brillo reflejado de la luna en el lago, que ilumina a la par del océano de cuerpos celestes en el cielo nocturno.

Definitivamente el mejor escenario para relajarse. Así que sin perder la sonrisa en su rostro que se apoderó de su rostro, camina hacia el límite del muelle. Se sienta un momento con las piernas cruzadas y las manos recargadas hacia atrás. A los segundos comienza a cantar pequeños fragmentos de una canción que le viene a la mente.

Don't ask me
What you know is true
Don't have to tell you
I love your precious heart
I
I was standing
You were there
Two worlds collided
And they could never tear us apart

Su mirada se posa nuevamente en el cielo centelleante. La infinidad de estrellas que hay sobre ella la maravillan. Podría pasar una eternidad mirándolas y tratando de contarlas. Es raro encontrar un paisaje así en la ciudad, son pocas las que se aprecian por las múltiples luces artificiales de los edificios.

Algún día le gustaría vivir lejos de la ciudad, un pequeño pueblo y disfrutar de la tranquilidad. Pero no todo es posible cuando hay responsabilidades obligatorias. Aún debe estudiar, graduarse y tener un empleo. Quizá pueda darse un respiro en algunos años y volver aquí.

Miles de pensamientos surcan su mente sobre su futuro. Se recuesta por completo en el muelle, su cabello se desparrama en la superficie y sus brazos los apoya en su vientre. Sigue cantando al azar, cerrando sus ojos de vez en cuando dejándose llevar por el ritmo.