Capítulo - 26

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BLOW YOUR MIND
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Días más transcurrieron, avanzando en el duelo, en tratar de olvidar los acontecimientos terribles, en no dejar de descubrir la verdad, y en mejorar después de las heridas.

Cada uno pasaba una etapa diferente, pero al fin y al cabo, continuaban a la par del tiempo; quien nunca se detiene.

Por más que intentaran regresar y evitar el sufrimiento, no se podía.

Tampoco se podía acelerar la desdicha para terminar pronto con el sufrimiento.

Así que solo quedaba ir a la par. Soportando.

Norah Arden trata de aguantar el dolor, pero es demasiado difícil seguir después de la pérdida de su única hija.

Sin la luz de su vida, ella sólo es un cascarón, una estela de lo que sería una persona completa.

Ronda de vez en cuando por los rincones en la residencia de sus amigos los Paxton. Luciendo con un semblante perdido, sin emoción, casi sin vida. Moviéndose o respirando solo por inercia.

Gracias al apoyo de los Paxton, ella aún sigue sobreviviendo. Aunque le es difícil aceptar la realidad.

Vienen a su mente los recuerdos de su pequeña al estar en la cocina, viendo a la cocinera preparar un delicioso pastel.

Observa sus hábiles manos preparar la tarta compuesta por varias capas de bizcochuelo de chocolate que no llegan a ser muy húmedas o secas, intercaladas con una cremosa nata y cerezas frescas. Adornado con una capa de chocolate derretido oscuro y algunos trozos, así como cerezas enteras. Una versión del típico selva negra; uno de los favoritos de Leyna.

Una ocasión la había llevado a una postreria para celebrar su graduación. Harían una en conjunto con Charlene, pero quiso darle un obsequio adelanto.

Apenas lo probó Leyna, quedó fascinada. Su obsesión con el exquisito chocolate, era muy fuerte.

Tanto que siempre podía, consumía algo de ese sabor; leche, panqueques rellenos de chocolate, galletas con chispas, malteadas, helados, etcétera, etcétera.

Normalmente no se alteraba, pero terminaba con dolor de estómago. Sin embargo, nunca dejaba de comerlo.

Quiso aprender la misma Arden a cocinar los postres o alimentos, con los que pudiera preparar.

Resultaba con varias quemadas y múltiples desastres en la cocina, pero nunca se rendía.

Divisa una sutil visión de su hija cubierta de harina y mezcla de la nata en su rostro. La regañaba por ensuciar la cocina y su ropa, Leyna automáticamente ponía un puchero y bajaba la mirada.

Entonces Norah suspiraba y se recordaba a ella misma hacer esas cosas de pequeña, así que lo olvidaba y se quedaba a probar lo que había preparado.

Juntas terminaban de limpiar y reían, conversaban de que receta podrían hacer más adelante.

La ilusión se esfuma y nota las lágrimas saladas cruzando su rostro y a la cocinera frente a ella hablándole preocupada.

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Leyna le surgió una pregunta que ha rondado su cabeza desde que obtuvo sus pertenencias y leyó el libro que discutía con su profesor.

¿Qué le había pasado a él?

Quería analizar la lectura y debatir la información de que le parecía la historia. Pros y contra como siempre lo habían hecho durante el tiempo que estuvo como docente - alumno en la escuela.

𝗙𝗢𝗥𝗘𝗦𝗧 𝗪𝗛𝗜𝗦𝗣𝗘𝗥𝗦┃𝗝𝗮𝘀𝗼𝗻 𝗩𝗼𝗼𝗿𝗵𝗲𝗲𝘀  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora