A la mañana siguiente me levanté enérgicamente de la cama pocos minutos antes de que sonara el despertador y me encaminé a la ducha mientras la música invadía mi cuarto.
Mientras me enjabonaba, recordé con una sonrisa la conversación que tuve con Viggo después de que los tres chavales se fueran de mi casa la noche anterior.
—No me puedo creer que se te ocurriera arriesgarte de esa manera —me regañó Viggo golpeando suavemente mi cabeza con uno de los cojines del sofá—. ¡CON MI MOTO!
Lejos de lo que esperaba, una divertida sonrisa adornaba sus labios.
Hacía casi una hora los tres chicos habían abandonado nuestro salón y me habían dejado sola frente a las fauces del lobo que había terminado siendo un cachorrito.
—¿Por qué no estás enfadado? —pregunté realmente sorprendida y con mis pies subidos en el sofá mientras seguía bebiendo de la botella de vino que sujetaba entre mis manos.
—Aunque han estado cerca no han sido capaces de fichar la moto, así que a ti tampoco —sonrió mi hermano guiñándome un ojo—. Te puedo asegurar que si no fuera así no estaría tan tranquilo. Ahora dime, ¿qué demonios te traes con Derek Hale?
¿Que qué me traía con Derek Hale?
Por un momento me hubiera gustado decirle la verdad y cómo me sentía respecto al hombre de ojos verdes, pero luego pensaba que era algo que no debía permitirme y entonces cualquier intención por contárselo a mi hermano desaparecía.
¿Cómo demonios se le explica a alguien algo como lo que estaba experimentando en estos últimos tiempos?
No queriendo pensar más en Derek Hale, por muy difícil que fuera, salí de la ducha y me vestí con unos jeans negros de tiro alto y un top crop de encaje blanco, me calcé unas deportivas blancas y bajé a tomarme mi café matutino.
—¿No tienes frío vestida así? —murmuró Viggo fulminando la piel expuesta de mi torso.
—Noup —respondí con una sonrisa bebiendo con rapidez mi café y besando su mejilla—. Nos vemos esta noche.
—¡Abrígate! —se volvió a quejar cuando desaparecí de nuevo por las escaleras, consiguiendo que una suave carcajada escapara de mis labios.
Ignorando, por supuesto, la sugerencia de Viggo, teniendo en cuenta que jamás tenía frío independientemente de la ropa que llevara puesta, volví a entrar al baño donde cepillé mis dientes, pinté mis labios y delineé mis ojos antes de recoger mi pelo alisado en una colita tirante.
—Divina —susurré, lanzándome un beso a través del reflejo y dando una palmada en mi nalga, sintiendo satisfecha la turgencia de esta, y que esos jeans marcaban a la perfección.
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The Last Dawn |Derek Hale x OC|
FanfictionNació con una clara marca en su futuro. Lo más importante para ella es su hermano, pero todo cambia en su llegada a Beacon Hills. Siempre han sido ellos dos, nunca han necesitado a nadie más, pero esas defensas que se habían autoimpuesto se derrumba...