Nació con una clara marca en su futuro. Lo más importante para ella es su hermano, pero todo cambia en su llegada a Beacon Hills. Siempre han sido ellos dos, nunca han necesitado a nadie más, pero esas defensas que se habían autoimpuesto se derrumba...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Tras el desastre del partido, nos encontrábamos en los vestuarios masculinos.
Beth y yo permanecíamos apoyadas contra unas taquillas, lo suficientemente alejadas como para que nadie se percatara de nuestra presencia, mientras el sheriff hablaba con Scott e Isaac y Viggo se dedicaba a tomar notas de lo que le decían varios chavales.
Supongo que ese detalle era algo insignificante en esta situación, pues era evidente lo que estaba sucediendo. Gerard Argent era el cerebro de este complot contra Scott y mi persona, por tanto, lo que deberíamos estar haciendo, era librarnos de todos esos estorbos que eran ahora esos humanos y pensar en un plan para frenar al viejo antes de que pudiera hacerle daño al castaño.
Pero al parecer, era la única que pensaba así.
Si alguien me dijera que todo esto podría ir a peor realmente no sabría si creerle. No solo la gente estaba shockeada por la muerte de Jackson, sino que el sheriff se veía terriblemente angustiado ante la desaparición de su hijo, y nosotros éramos los teníamos la llave para solucionar esta situación de mierda.
Viendo el rostro apesadumbrado del sheriff, un nudo se formó en mi garganta. Me gustaría decirle que todo iba a estar bien. Que encontraríamos al castaño antes de que le pudiera suceder nada, sin embargo, era evidente que era algo que no podía hacer. Principalmente porque ni siquiera sabía si en ese momento estaría bien, lo cual me tenía un tanto ofuscada.
La tristeza del hombre era palpable incluso desde la distancia. Sus ojos cristalizados eran como dos grandes abismos que te dejaban claro que lo único que quería ese hombre en ese momento era ir a buscar a su único hijo desaparecido, pero no podía hacerlo. Supongo que como consecuencia de sus deberes como sheriff.
—Noah —intervino mi hermano la charla que el hombre estaba teniendo con Isaac y Scott—. Yo me ocuparé de encontrar a tu hijo.
—De acuerdo —masculló el hombre poco conforme, centrando nuevamente sus ojos en Scott—. He de ir a ver al médico forense para saber qué le ha pasado a Jackson y hay una órden de búsqueda de Stiles. Su vehículo sigue aparcado, lo que significa... Vaya, no sé lo que eso significa... Oye, si contesta las llamadas, si responde a los mensajes, si llegáis a verle...
Rápidamente desvié mi atención del hombre en el momento en el que distinguí las lágrimas en sus ojos al sentir cómo un incómodo nudo se asentaba en mi pecho.
—Le avisaremos —contestó Isaac.
Inmediatamente giré mi rostro hacia ellos y esbocé una diminuta sonrisa cuando el hombre recorrió nuestros rostros con su mirada, supongo que esperando a que le confirmáramos las palabras de Isaac, algo que hice con un asentimiento de cabeza.