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Había transcurrido más de una semana desde aquella fatídica noche en la que el plan de Stiles y Scott se había ido al carajo

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Había transcurrido más de una semana desde aquella fatídica noche en la que el plan de Stiles y Scott se había ido al carajo.

Numerosos días en los que no habíamos hecho absolutamente ningún avance respecto a Jackson, lo cual comenzaba a fastidiarme en gran medida y que me llevaba a replantearme seriamente el asunto de matarle, tal y como insistía Derek, al no encontrar una opción viable para ayudar al chico.

Numerosos días en los que nos habíamos turnado para vigilar a Jackson y a Matt, alternando esa vigilancia con ligeros entrenamientos con Scott, quien mostraba rápidos avances.

Numerosos días en los que no había vuelto a saber nada de Derek, lo cual me tenía un tanto ofuscada.

Numerosos días en los que me había visto envuelta en un problema más grave que el afán asesino de Jackson, mis altibajos sentimentales con Derek o mis lecciones de supervivencia hacia Scott.

Sin embargo, dejando a un lado las desastrosas vacaciones por las que estaba pasando, dispuesta a solucionar al menos uno de mis problemas, me dirigía en ese momento hacia la casa de Stiles, intentando encontrar un rayo de luz en ese pozo de mierda en el que me encontraba.

Sabía que Viggo y Beth sospechaban que algo más ocurría, pero no quería envolverles en un problema mayor cuando ni siquiera habíamos sido capaces de solucionar el marrón que ya teníamos encima.

Siempre había considerado que tenía una capacidad de raciocinio superior al resto que me permitía ver las situaciones desde diferentes puntos de vista, analizando los pros y contras, seleccionando la mejor opción para obtener una respuesta lo más satisfactoria posible, sin embargo, se me estaban acabando las opciones y cada vez me veía con el agua más al cuello.

Comenzaba a desesperarme.

En estos días había sopesado en muchas ocasiones hacer las maletas y arrastrar a Viggo y Beth lejos de esa ciudad que sólo provocaba dolores de cabeza, pero siempre estaba la voz de Fenrir en mi cabeza insistiéndome una y otra vez que no podía hacer eso, que mi participación en esta situación era fundamental.

Otro asunto era ése mismo.

El haber soltado las supuestas cadenas de Fenrir en lo que había denominado como mi subconsciente, me había causado numerosos conflictos con Viggo quien, a la par de incrédulo, se mostró terriblemente furioso conmigo.

Fue imposible contener el nudo que se formó en mi garganta al rememorar aquel momento.

—¿Sabes cuántos años llevo protegiéndote de tus estupideces? —inquirió Viggo aquella mañana, paseándose furioso por la cocina de un lado a otro, provocando que tanto Beth como yo agacháramos nuestras cabezas sabiendo que no era momento para bromas—. Durante diecinueve años hemos estado escondiéndonos por ser quién eres. Hemos huido como cobardes de todos los enfrentamientos que hemos tenido que afrontar para que no te sucediera absolutamente nada... ¿Y qué es lo que haces a la mínima oportunidad? ¡Mandas todo a la mierda porque no piensas antes de actuar! ¡¿Sabes lo que significa que le hayas soltado?¡ ¡¿Sabes el peligro que corres?!

The Last Dawn |Derek Hale x OC|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora