[41]

453 29 0
                                    

En pocos minutos y en completo silencio recorrimos los bastos kilómetros de la Reserva con la intención de llegar a un almacén abandonado, donde supuestamente nos reuniríamos con Scott, Isaac, Beth y Viggo, quienes llevaban al mutante Jackson

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En pocos minutos y en completo silencio recorrimos los bastos kilómetros de la Reserva con la intención de llegar a un almacén abandonado, donde supuestamente nos reuniríamos con Scott, Isaac, Beth y Viggo, quienes llevaban al mutante Jackson.

Una muy poco disimulada carcajada escapó de mis labios cuando, llegando a la última calle que nos separaba de nuestro destino, Derek comenzó a correr a cuatro patas cual perro.

—¿Qué necesidad hay de hacer eso? —mascullé sin detener mi apresurada carrera.

A mi lado, Peter Hale dejó escapar una descarada risilla que inevitablemente me contagió, haciendo que negara con mi cabeza y que por unos segundos olvidara la situación en la que nos encontrábamos.

—Yo tampoco lo entiendo —comentó antes de desviarse del camino, provocando que le mirara extrañada—. Tú sigue, yo esperaré aquí.

—¿Nos vas a traicionar?

Sin embargo, lejos de responderme, el hombre desapareció de mi vista, haciendo que rodara mis ojos.

—Que viva la ignorancia —murmuré antes de acelerar mis pasos al darme cuenta de que Derek me sacaba un buen cacho.

Al fondo de la calle vi una furgoneta y a nuestros compinches junto a Chris Argent, sin embargo ante la presencia del hombre no detuve mi marcha. Cuando Derek se detuvo e hizo una pirueta en el aire, yo derrapé a su lado siendo consciente de las expresiones incrédulas de todos aquellos que nos esperaban... Y la verdad... no era para menos.

Fue Elizabeth la primera en echarse a reír sin ningún tipo de control, señalando al pelinegro con su dedo índice de una mano mientras con la otra se agarraba el estómago, dejando claro lo que estaba pasando por su cabeza.

En el momento en el que Viggo llevó su mano a los labios de la pelirroja para que se callara, yo también me eché a reír, entendiendo a la perfección a mi Beta.

—¡Ha sido tan ridículo! —siguió riendo Beth, consiguiendo que cualquier intento por parte de Viggo de que se callara fuera inútil.

—Mira que disfruta llamando la atención.

La voz de Peter llegó a mis oídos sin ningún tipo de problema, provocando que mi risa se volviera incontrolable.

—He venido por Jackson —habló el cazador cuando Derek se enderezó a mi lado y Beth y yo nos hubimos tranquilizado considerablemente—. No por ti.

—No sé porqué, pero eso tampoco me anima —comentó el pelinegro mientras yo me acercaba sin ningún inconveniente a Viggo y Beth.

—Sinceramente, ¿creéis que es momento para esto? —murmuré.

Sacudiendo una de mis manos para restarle importancia a su disputa marital, les dediqué una hastiada mirada a ambos hombres antes de acercarme a mi hermano, quien me estaba sometiendo a un intenso escrutinio supongo que buscando algún tipo de daño visual.

The Last Dawn |Derek Hale x OC|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora