[29]

776 50 0
                                        

Al día siguiente, cuando me levanté de la cama, sentí cómo mi cuerpo parecía pesar toneladas, y todo porque habíamos pasado parte de la madrugada entrenando a Derek y sus Betas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Al día siguiente, cuando me levanté de la cama, sentí cómo mi cuerpo parecía pesar toneladas, y todo porque habíamos pasado parte de la madrugada entrenando a Derek y sus Betas... a pesar de que era consciente de que en una sola noche no podíamos hacer grandes avances. Sin embargo, era evidente que mostraban ligeros progresos, lo cual me sorprendió gratamente.

A pesar de que al recordar aquel momento, lo último en lo que pensaba era en los avances de los tres Betas.

—¿Quién ha dicho que os queremos aquí? —preguntó Derek, no molestándose en ocultar su tono burlón, haciéndome rodar los ojos—. No os necesitamos.

—Sí lo haces, y cuanto antes te des cuenta de ello será mejor no sólo para ti, sino también para tus Betas... —informó Viggo mientras se quitaba la parte de arriba del uniforme y el cinturón del arma para dejar todo junto a mi chaqueta.

Un pervertido silbido llegó a mis oídos, haciendo que llevara mis ojos hacia Beth, quien observaba con una torcida sonrisa el fibroso y tonificado pecho de mi hermano, haciendo que rodara mis ojos una vez más, esta vez llevándolos hasta Erika, que se encontraba en una situación similar a la de mi Beta.

—Vamos a hacer algo —interrumpí.

Sabía que no iba a ser fácil que Derek cediera, era un Alfa y estábamos en su guarida, pero lo que pretendía en ese momento, por encima de todo, era que esas dos pervertidas dejaran de comerse a mi hermano con los ojos.

—Pelea conmigo —sugerí, dedicándole una suave sonrisa al pelinegro—. Si eres capaz de tumbarme una única vez, nos iremos de aquí y haremos como si nada de esto hubiera pasado... Si te gano yo, cerraras la boca y dejarás que nos quedemos a enseñaros a defenderos.

—Ya viste lo que sucedió en la pista de hielo, ¿acaso quieres repetirlo? —preguntó él, haciendo que mi sonrisa se ampliara.

Yo me encogí de hombros antes de dar un nuevo paso hacia adelante, anudando los cordones de los pantalones en mi cintura para asegurarme de que no me iba a quedar desnuda en medio de la pelea y observé con atención cómo, ante un movimiento de cabeza de Derek, sus Betas se separaron de nosotros, provocando que lo mismo hicieran Beth y Viggo, quienes me dedicaron una rápida sonrisa.

Sintiendo cómo la adrenalina comenzaba a correr por mis venas, dejé que mis ojos relucieran de rojo escarlata y los volví a llevar hacia Derek, quien, al parecer, lo tomó como una señal de inicio pues pocos segundos fueron los que tardó en lanzarse contra mí, provocando que le imitara con rapidez, sin embargo, cuando estuvimos a pocos segundos de colisionar, me agaché y esquivé su cuerpo, levantándome rápidamente para golpear su costado con mi pierna, lanzándole a varios metros de mi posición.

Una suave sonrisa se plasmó en mis labios cuando él volvió a ponerse en pie y me fulminó con sus ojos mientras se acercaba a mí y hacía relucir sus ojos de ese mismo rojo escarlata que le quedaba... tan bien.

The Last Dawn |Derek Hale x OC|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora