1. Aventura de una noche

4.3K 142 1
                                    

Capítulo 1| Aventura de una noche

—Adelante cariño, toma asiento. —anuncio guiando a la mujer con un corto vestido negro escotado hacia el cómodo y amplio sillón. La mujer toma asiento complacida y me dirijo hacia la barra en búsqueda de dos copas con vino blanco. Le tiendo una copa y bebo de la mía.

—Gracias guapo. Tienes una casa muy bonita, no sabía que eras millonario.—habla bebiendo un sorbo del dulce vino. Me encojo de hombros bebiendo toda gota de alcohol que yacía en la copa.

Es una zorra interesada, podía asegurarlo de tan solo ver la admiración de sus ojos hacia tanto lujo a la vista. Aborrezco a estas mujeres, pero no puedo echarlo a perder. Invite a la prostituta solo por una razón.

—No lo soy, simplemente es el estilo de vida de un médico. Y basta de charlas, es hora de la acción. ¿No crees?—pregunto dejando la copa vacía a un lado y acercándome hacia ella. Sonrió provocativamente. Bebe de un sorbo todo líquido y deja la copa vacía en la pequeña mesita que yacía en el medio de la sala.

Me subo a ahorcadas sobre ella regulando mi peso. Mis manos encuentran el cierre de su vestido y lo deshago con rapidez. Ella resopla y sin petición mía se deshace del brasier rosa fuerte, junto a una sonrisa divertida. Me quito el incomodo saco negro lanzándolo a algún lugar desconocido y me despojo de toda mi ropa. Quedando solamente en bóxer.

Rodeo su abdomen con mis brazos y con lentitud me deshago de sus bragas deslizándolas hacia abajo y presiono mis labios contra los suyos en un beso apasionado y caliente. Sus manos tantean el elástico de mi bóxer jugando con él, provocándome más. Mi erección se hace notar.

Flexiona sus piernas dejándolas caer a los lados de su cuerpo dejándome una vista excitante. Mi miembro se sacude dentro de mi bóxer y llevo dos de mis dedos hacia su boca para que los lama. Comienzo un recorrido de besos desde sus labios entreabiertos hacia la piel de su cuello llegando hasta sus pechos. Allí beso, lamo y succiono cada seno junto a su pezón, escuchando algunos gemidos por su parte. Deslizo dos de mis dedos húmedos hacia su centro y la penetro con ellos.

—¡Ah!—gime alto estremeciendose de placer.

Callo sus gemidos en un caliente beso, haciéndome gruñir. Puedo sentir mi polla doler de lo erecta y excitada que estaba. Necesito estar dentro de ella.

Me despojo rápidamente del bóxer, siendo la única prenda que me faltaba para quedar desnudo. Agarro el preservativo y me lo coloco sobre mi miembro, causando una excitante fricción. Encajo una de mis piernas entre las suyas empujándolas a los lados para darme más espacio. Me inclino sobre ella posicionando mi miembro palpitante en su húmeda entrada. Jadea suavemente cuando siente el roce de mi miembro contra su entrada.

—Necesito estar dentro de ti. —murmuro llevándome una sonrisa perezosa de su parte. Asiente levemente. Lentamente ingreso mi miembro en su entrada y comienzo a dar fuertes estocadas que producen agudos gemidos por parte de ella. Echa la cabeza hacia atrás gimiendo fuertemente cuando presiono mi miembro adentrándolo por completo y aumentando el ritmo de las estocadas.

Mis gruñidos, sus gemidos y jadeos inundan la sala de estar. Mi respiración comienza a tornarse un tanto agitada, muerdo mi labio inferior al sentir que estoy cerca de llegar al clímax. Siento sus uñas clavarse en mi espalda y percibo la ligera capa de sudor cubrir mi frente.

En un fuerte y agudo gemido veo a la mujer temblar, retorciéndose por el placer causado, llegando a un placentero orgasmo. Por mi parte es cuestión de algunas embestidas más para que sienta el clímax aproximarse en mí, percibiendo la falta de aire y soltando algunos bajos gruñidos.

Mientras mi respiración vuelve a acompasarse, dejo una caricia fría en su cintura antes de alejarme. Me acomodo de pie y me coloco el bóxer quedando con el torso al desnudo. La mujer de la cual desconocía su nombre se sienta apoyando su espalda en el respaldo y sonriéndome complacidamente.

—Puedes quedarte a dormir esta noche, a media mañana te quiero fuera de esta casa. ¿Entendiste? —asiente acomodándose en el sillón, entrecerrando sus ojos.

Agarro mi ropa y subo las escaleras dirigiéndome hacia mi habitación. Me coloco una bata blanca y dejo que mi cuerpo caiga en la espaciosa cama. Desvio mi mirada hacia el reloj, observando la hora. Debo descansar, mañana era mi primer día de trabajo como profesor en la universidad.

__________🦋_________

Lujuria UniversitariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora