15. Recuerdos ardientes

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— ¿Cómo fueron las vacaciones Gael? —se acerca palmeándome el hombro David caminando junto a mí. Me coloco la bata blanca de doctor, los guantes de látex y me encamino a pasos lentos hacia la entrada del hospital. Hoy el lugar está más lleno que anteriores veces. Por lo tanto significa mucho más trabajo.

—Muy bien, gracias por preguntar. ¿Tu, amigo? ¿Cómo las pasaste? —pregunto cordialmente esperando a que las ambulancias llegaran, trayendo con ellas pacientes. Según me informaron las secretarias, un avión cayó y hay varios heridos y más fallecidos de lo que hubiera querido. El accidente es grave.

—Bien ya sabes, con Lucy y los niños nos fuimos a Las Bahamas. Fue un bonito momento para pasar en familia y mejorar la relación un tanto desgastada con mi mujer. —explica esbozando una mueca. Asiento en comprensión.

Aun recuerdo aquellos momentos cuando en el descanso me contaba acerca de lo mal que iba la relación entre él y su mujer. Tenía miedo de que lo dejara y le pidiera el divorcio. Como gran amigo le aconseje que planeara un viaje para mejorar la relación.

Se escucha el ruido agudo de la sirena, apareciendo en mi campo de visión dos ambulancias. De ellas bajan los paramédicos deslizando la camilla con una persona herida en cada una de ellas. Me dirijo a grandes zancadas junto a otro médico más activando las ruedas de la camilla y sosteniendo los lados con mis manos.

—Quemaduras de tercer grado, tiene una costilla y una pierna fracturada. —informa Nícolas, uno de los paramédicos, rápidamente. Asiento en comprensión, arrancando camino deslizando la camilla con rapidez hacia dentro del hospital. Detrás de mí viene David con un hombre inconsciente y gran parte del cuerpo quemado.

En cuestión de segundos el hospital se encuentra lleno de personas con graves quemaduras acomodadas en distintas camillas. El lugar es un desastre, médicos por todos lados, algunas personas fallecidas y gran parte heridas. Me concentro en mi paciente que era una mujer con los brazos, cuello y mitad del rostro quemado, además de la cuchilla que tiene clavada en la pierna.

Respiro hondo intentando tranquilizarme por completo, esto me revive demasiados recuerdos de aquel suceso tan lamentable y quizás traumático por el cual tuve que pasar. Esto solo me hace revivirlo más y sentir aquellos sentimientos que sentí hace años de nuevo en mi piel.

La recuesto con cuidado en la camilla, corro la cortina para darnos un poco de privacidad y junto a varias enfermeras me encargo de cortarle la ropa para ver las heridas.

— ¿Dónde está mi hija? ¡Mi esposo! Doctor, dígame que no murieron en el accidente ¡Dígamelo por favor!—exclama desesperadamente la mujer provocando que los vellos de mi piel se ericen. Debo mantener la calma, por algo decidí ser médico. Las enfermeras intentan retenerla acostándola más contra la cama, pero la mujer se mueve desesperada. Está entrando en un ataque de pánico y debo tranquilizarla. Las heridas que tiene pueden causarle peor daño si no se queda quieta.

—Escúchame cariño, todo está bien. Tu familia está en el mismo hospital que tú, con grandes doctores que se encargaran de que estén bien. ¿Vale? —hablo mirándola fijamente. Insegura asiente lentamente. —Ahora no te puedes mover, ya que podrías causarte más daño ¿bien? —asiente nuevamente un poco más segura que la anterior vez.

Fijo mis ojos en la enfermera que se encuentra frente a mí.

—Aplícale cinco milímetros de diazepam. —digo. La enfermera asiente colocando la sonda en la vena de la mujer, propinándole el sedante dicho. Esto la mantendría tranquila y descansada por unas horas, por lo menos hasta que sepa que tiene.

Reviso las quemaduras del rostro, cuello y brazo, las del rostro son más graves que las otras. Será complicado reconstruirle las facciones de su rostro, va a necesitar varias cirugías plásticas. Sostengo una linterna y con dos de mis dedos le abro el ojo inconsciente para ver a más detalle si la quemadura le había dañado alguna parte del nervio óptico. Efectivamente, tiene la cornea dañada.

Lujuria UniversitariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora