Capítulo 17

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Una vez más, Marizza volvía a amanecer en la misma cama que Pablo. Ella soltó un suspiro y se dirigió al baño para tomar una ducha.
Mientras el agua corrió, sus pensamientos no dejaban de repasar la conversación de la noche anterior.
Pablo le había explicado el motivo por el cual Consuelo estaba junto a él y las personas de la productora; al parecer, ella era la nueva asistente de su jefe y junto con los demás la invitaron a la cervecería para “integrarla”.
Por algún motivo, Marizza sentía celos de verla junto a Pablo, pero la realidad era que ella no era nadie para hacerle ningun tipo de planteo.
Al salir de la ducha, optó por ponerse unas calzas negras tipo ciclistas y un remeron blanco con zapatillas del mismo color.
Mía le había pedido que cuidara a Candela y seguro llegaría en cualquier momento.
Marizza se dispuso a preparar su desayuno, cuando sintió los brazos de Pablo rodear su cintura.

-Buen día.- dijo con una sonrisa depositando un beso en su frente, lo que la puso incómoda.
- Hola.- respondió en todo seco mientras servía las tostadas de pan integral.- Mía debe estar por llegar con Cande.
- ¿Me estas echando?.- Pablo soltó una risa.
- No te estoy echando, Pablo. Te estoy avisando. ¿Café, té o mate?
- Café.- acto seguido Marizza sirvió dos tazas con café.
-¿Seguis enojada por lo de Consuelo?.- preguntó con tono cansado el rubio.
-¿Enojada? Para nada.- respondió mientras untaba una tostada con queso.- vos y yo no somos novios, por ende tenes derecho a hacer lo que quieras con tu vida, Pablito.
- Ya lo se pero no quiero estar con cualquier mina, Marizza.

Y justo en ese momento, el menos oportuno posiblemente, sonó el timbre y Marizza corrió a atender. Era Mia que iba a dejar a Candela, y a los pocos minutos ya estaba golpeando la puerta.

- Que lindo lugar.- elogió Mia al entrar.- cuando quieras te ayudo a decorar.
- Te agradezco, pero paso.- respondió con una sonrisa fingida, mientras tomaba en brazos a Candela.
- Pablo.- dijo Mia con tono de sorpresa, al verlo salir del baño.- ¿pasaron la noche juntos?.
- Eso no te importa.- respondió Marizza con una mirada asesina
- Bueno, en el bolso tenes todo.- le dio un gran bolso con diferentes tonos de rosa.- le guarde ropa, juguetes y peliculas, tambien pañales, su comida y su formula.- Mia sacó su billetera y le dio algo de plata.- por las dudas si llega a necesitar algo más. ¿Te acordas el resto, no?
- Si Mia, si pasa algo te llamo a vos y a Manuel.
- Si perfecto, cuando termina la reunión paso a buscarla.- se despidió dándole un fuerte abrazo a Marizza y un beso a Candela.- nos vemos Pablo.

- Esta mejor, ¿no?.- habló Pablo haciendo referencia a Mia
- Hoy parece que sí, pero tiene sus días.- Marizza se sentó junto a Candela en el futón y comenzó a sacar la comida para refrigerar, mientras que la más pequeña buscaba las rastas de su nuca para jugar.- ¿y si mejor jugas con esto?.- Pablo se acercó con una sonrisa mientras le daba uno de sus juguetes, que Candela tomó encantada.
Marizza lo miro agradecida.- ¿no tenes que ir a trabajar?
- Si.- miró su reloj.- pero tenemos que terminar nuestra conversación.
- Otro día.- Marizza sabía que si seguían hablando de su “no relación” en ese momento, la cosa no iba a terminar bien, y lo último que quería era perder a Pablo.
Pablo se despidió de ambas y se fue hacia la productora. Tomás ya le había mandado algunos mensajes, pero todavía estaba a tiempo de llegar para la primera reunión del día.
Al parecer, estaban buscando a alguien que quiera formar parte de la banda sonora de una película que tenía programado el estreno para el próximo año.
Al llegar a la productora, Tomás lo estaba esperando para ir juntos a la reunión.

- ¿Qué estuviste haciendo anoche que caíste tarde?.- preguntó con tono pícaro.
- Me quede con Marizza para explicarle lo de Consuelo.
- ¿Explicarle? Pablo, no seas estupido. Marizza no es tu novia para que le des explicaciones.
- Ya se, pero no quiero que se haga la cabeza con cualquiera. Quiero hacer las cosas bien.
- Desde que terminamos el colegio venis con el mismo discurso.

Pablo entró a la sala de reuniones, ignorando lo último que acababa de decir su mejor amigo. Si, puede ser que hace mucho que con Marizza tenían idas y vueltas, porque siempre algo pasaba que les impedía estar bien. Pero Pablo tenía un buen presentimiento ahora, estaba seguro que había llegado por fin el su momento de ser felices, aunque sería difícil si Marizza seguía esquivando sus charlas importantes.

-Como sabrán, tenemos el proyecto para realizar la banda sonora de una película juvenil.- comenzaron a hablar.- la idea de esta película es una chica que quiere ser cantante, típico cliché juvenil.- los presentes soltaron una risa.- lo que necesitamos, es alguien que quiera componer las canciones para la película, ya que el compositor renunció y no podemos usar sus canciones por una cuestión de contrato.

Entonces, casi como un rayo de sol entrando por la ventana en la mañana, algo se iluminó dentro de la cabeza de Pablo.- yo conozco a una chica que escribe muy bien, y tambien canta.
Tomás, que inmediatamente se dio cuenta de quien hablaba, llevó las manos a su rostro.

- Perfecto, ¿estaría dispuesta a trabajar con nosotros?.
Pablo dudo un momento en responder, ya que no estaba segura de la respuesta que daría Marizza. Era tan impredecible que nunca se podía estar seguro de su reacción.- Si claro, yo puedo hablar con ella.

Al salir de la sala de reuniones, Tomás lo tomó fuertemente del brazo a su amigo para llevarlo hasta el comedor.

- ¿Vos te volviste loco, Pablo?
- Pero si Marizza es la persona perfecta para el laburo.- respondió intentando de que Tomás comprendiera.
- Ah no, definitivamente ella te contagio.- soltó un suspiro.- Pablo, Marizza es una persona completamente impredecible.
- Pero eso no la incapacita para trabajar.
- No más vale que no, pero sí para trabajar con vos.- Pablo lo miró anonadado.- desde que volviste que me decis que todavía no pueden dejar en claro su relación y eso no es algo que tenga que interferir en el trabajo.
Pablo pensó un momento antes de responder, porque sabía que Tomás no estaba tan equivocado.
- Si vos estas seguro de que vas a poder laburar con ella, yo te voy a apoyar.
- Si, yo estoy seguro.- respondió.- ella sabe separar las cosas, los dos sabemos.
- Entonces si es asi, tenes todo mi apoyo.

Por otra parte, Marizza había terminado de darle de almorzar a Candela con éxito, pero ahora no lograba que durmiera su siesta. Según Mia, si no duerme siesta despues se pone irritable y las técnicas de siempre ahora no estarían funcionando.
Tomó su guitarra, que reposaba a su lado junto a la cama, y comenzó a tocar suavemente mientras en su cabeza repasaba una de las últimas canciones que había escrito esos días. Quizas asi, Candela por fin podría conciliar el sueño.

Quiero invitarte a conocer
La vida que imaginé
Donde no existe el dolor
Y cabe un río de amor

Si me ayudas a aprender a mirar
Yo te prometo enseñarte a soñar
Quisiera mostrarte el corazón que buscás
Vení conmigo

Quiero invitarte a respirar
Un aire de libertad
Vivamos esta ilusión
Toda la vida de a dos

Sé que hay un cuento para compartir
Donde se escribe una historia feliz
Quisiera mostrarte lo que quiero decir
Vení conmigo

Para vos, este amor
Si me das un mundo mejor
Todos mis sueños te doy, te doy

Para vos, este amor
Y yo escribo en tu corazón
La letra de esta canción
Nuestra canción

Quiero invitarte a conocer
La vida que imaginé
Donde no existe el dolor
Y cabe un río de amor

Si me ayudas a aprender a mirar
Yo te prometo enseñarte a soñar
Quisiera mostrarte el corazón que buscás
Vení conmigo

Para vos, este amor
Si me das un mundo mejor
Todos mis sueños te doy, te doy

Para vos, este amor
Y yo escribo en tu corazón
La letra de esta canción
Nuestra canción

Al terminar de cantar, una sonrisa se formo en su rostro al ver que Candela se había dormido profundamente, mientras que sostenía la muñeca que le había regalado Sonia. Era una imagen tan tierna, que no se resistió a sacarle una foto con su celular.
Entonces, alguien golpeó su puerta con entusiasmo.
Extrañada, se acercó a ver por la mirilla y abrió rápidamente con una expresión de sorpresa.

- ¿Qué haces acá?.
- Tengo una propuesta laboral para vos.- dijo Pablo con una sonrisa frente a su puerta.

Sempiterno {Pablizza}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora