Capítulo 3

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P.O.V Marizza

Desde el momento en que escuche la voz de mi mamá del otro lado de la puerta, sabía que esto iba a pasar. Aunque no voy a negar que la extrañe demasiado.
Era bueno volver a casa; no veía la hora de volver a ver a mis amigas, sobretodo a Luji, que conociéndola sé que seguro se habrá enojado porque nunca me despedí de ella.

- Mamá soltame! Me vas a asfixiar.- dije soltandome de su efusivo abrazo.
- Ay Marizzita! Porque eres así.- dijo en tono ofendido.- si te fuiste así de un día para otro y yo te extrañe.- volvió a abrazarme y yo sin más esta vez se lo correspondi largando un suspiro.
- ¿Podemos entrar? hace calor.- dije entrando rápidamente a la casa y tirándome en el sofá; observe la sala y pude notar que habían cambiado la decoración. Estaba todo muy diferente desde la ultima vez que habia estado ahi.
- ¿Y esta muñeca tan hermosa quien es?.- preguntó Sonia con una sonrisa algo nerviosa mientras observaba a Candela.
¿ Mi papá no está?.- Mia evadió la pregunto con nerviosismo y comenzó a caminar por la casa, dirigiéndose a las habitaciones.

Inmediatamente la seguí hasta llegar a mi habitación, aquella que había decorado con miles de fotos con mis amigos, recuerdos del Elite Way, de la banda y posters de mis artistas favoritos. Sobre la cama aun seguían las luces de navidad que había colgado en la parte de atrás.

- ¿Estas bien?.- pregunte, observando a Mia acariciar el pelo de Candela con nerviosismo.
- Si, ¿ te molesta si dejo a Candela durmiendo acá? primero quiero hablar con mi papá.
- No, dejala esta bien.- me senté sobre la cama.- yo me quedo con ella por las dudas.

Mia sonrio y salio de mi habitación.
Mientras Candela dormía, me recoste a su lado y casi sin darme cuenta el sueño comenzó a invadirme.

P.O.V Mia

Al volver a la sala, estaban todos sentados alrededor de la pequeña mesa de madera tomando un té de hierbas que había preparado Hilda.

- Tu papá está en camino.- aviso Sonia.- le pedí que volviera urgente a la casa, pero no le dije que habían regresado.- me extendió una taza de té.
- Gracias Sonia.- sonreí y acepte el té, sentandome a su lado.
- ¿Y mi Marizzita?
- Se quedó en la habitación con Cande.- dije dando un sorbo al té.
- ¿Quien es Cande?.- preguntó con desorientación Sonia. En ese momento se escucharon las llaves en la puerta principal y el sonido de unos pasos apresurados entrando a la sala.
En el momento en que mi padre iba a hablar, nuestras miradas se cruzaron e inmediatamente corrí a abrazarlo, como hacía mucho tiempo no lo había hecho. Al separarnos, no pude evitar sonreír y dejar que algunas lágrimas caigan por mis mejillas.
- Hija.- dijo limpiando las lágrimas y acariciando mi pelo con suavidad. Algunas palabras ya no hacían falta.
- Necesito hablar con vos.- comencé a decir y mire a Manuel.- necesitamos hablar con vos.

Una vez dentro de la oficina que había instalado en la casa, ni Manuel ni yo sabíamos cómo empezar. Claramente debía hacerlo yo.

- Papá.- tome valor poco a poco.- hay algo que tenes que saber.
- Te escucho Mia.- dijo con atención.
- Con Manuel… no vinimos solos.
- Si Mia ya lo se, vinieron con Marizza y Pablo.- dijo con obviedad y algo de confusión
- No, no es eso.- mire a Manuel buscando su ayuda y el tomó mi mano, para darme un suave apretón.- Con Manuel tuvimos una hija; tenes una nieta, papi.- solté de golpe.

La expresión del rostro de mi papá cambió por completo, poco a poco unas lágrimas comenzaron a caer por su rostro y se puso de pie, acercándose a nosotros.
Nos observo unos minutos, y una pequeña sonrisa apareció para luego abrazarnos fuertemente.- ¿Dónde está? ¿como se llama?.

- Marizza se quedó con ella en la habitación porque estaba dormida, se llama Candela.- sonreí. La reacción de mi papá fue mejor de lo que esperaba, aunque todavía faltaba lo peor.- igual hay algo más que necesitas saber.- dije sentandome en el sofá e invitándolo a que se siente a mi lado. El me miro con preocupación.
- Cuando el médico me dijo que estaba embarazada, me hizo algunos estudios.- comencé a decir lentamente.- pero cuando me busco para entregarmelos, ya nos habíamos ido del pueblo.- unas lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas.- después de que Candela naciera, comencé a sentirme mal, muy mal y tuve que recurrir a otro medico.- mis lagrimas cada vez eran más y ya no podía seguir.
- A Mia le hicieron algunos estudios más, para corroborar las sospechas.- habló Manuel mientras me abrazaba.- Mia fue diagnosticada con leucemia.

Luego de que Manuel hablara, el silencio invadio el lugar y solo se escuchaba mi llanto. Mi papá solo podía observarme, con el rostro lleno de lágrimas y una expresión de incredulidad. Lentamente se acercó y me abrazo fuertemente, intentando consolarme aunque era imposible. Ambos lloramos juntos, hasta que el se recompuso y hablo.- voy a agendar un turno de inmediato con el mejor médico oncológico.- me beso la frente.- te prometo que todo va estar bien, Mia. Te lo prometo.

P.O.V Pablo

Mientras Mia y Manuel hablaban con Franco, me quede en la sala hablando con Sonia y con Hilda sobre la gira; Sonia me confesó que todo este tiempo estuvo en contacto con mi mamá y que ella la veía muy bien, lo cual me tranquilizó bastante. 

- Voy a pasar al baño.- dije y seguido de eso me dirigí hacia el baño por el pasillo, cuando vi la imagen más hermosa que me hizo sonreír.
La puerta de la habitación estaba entreabierta, y se podía ver claramente a Candela durmiendo mientras con su pequeño puño sostenía la remera de Marizza, mientras que esta otra dormir plácidamente con sus auriculares puestos.

Lentamente entre a la habitación y me senté a su lado, observándola dormir. Era hermosa por donde sea que la mire.
Realmente quería hacer las cosas bien con ella de una buena vez, no quería que siga sufriendo por mi culpa; por nunca poder ser suficiente para ella.
Marizza es la única mujer que se con certeza que amé y voy a amar toda mi vida. Porque ella siempre estuvo ahí, aunque yo la haya destruido de mil maneras; ella siempre me demostró su amor, a su manera, y estaba dispuesto a jugarmela por ella para demostrarle que quiero estar el resto de mi vida a su lado.

Sempiterno {Pablizza}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora