Capítulo 20

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P.O.V Marizza 

Había logrado convencer a Benicio para no trabajar hoy, aunque después tenga que estar toda la semana a la noche. Le había prometido a Pablo que iba a ser puntual, o al menos iba a intentarlo.
Después de aceptar la propuesta laboral de Pablo sentí un gran alivio; sabía que esa era la decisión correcta.
En mi cabeza no paraban de dar vueltas las palabras de Pablo, ¿eso significaba que lo quería volver a intentar?.
Decidí apartar esos pensamientos por un momento, ya que seguro en cualquier momento Pablo iba a llegar para ir a la "fiesta" y yo seguía en mi cama envuelta en una toalla. 
Inspeccione un poco mi ropa y me decidí por una pollera negra engomada, con una remera del mismo color con una estampa de Guns n Roses y mis clásicos borcegos con cordones amarillos. Deje mi pelo como siempre y sólo me puse algo de máscara en las pestañas con un labial color bordo que Mía me había regalado, en un intento de que me maquillara un poco más.
Mi celular sonó y pude ver en la pantalla el nombre de Pablo

Pablo: ¿Estás lista? Ya estoy abajo

Rápidamente guarde algunas cosas en mi mochila y agarre mi campera de cuero.
Al salir pude verlo dentro del auto, al parecer hablando con alguien, hasta que me vio y rápidamente cortó. 

-Estas linda.- elogió con una sonrisa una vez que me senté a su lado.
Simplemente le devolví la sonrisa y me acerqué para dejar un corto beso en sus labios.

Al llegar Pablo buscó rápidamente a Tomás, que se encontraba con Pilar. 
El lugar era muy lindo; las luces estaban bajas, pero se podía ver un escenario al fondo y una gran barra en uno de los costados. La música era agradable y estaba en el volumen justo para divertir pero sin molestar.
Los cuatro se sentaron en una de las pequeñas mesas con sillones que había distribuidas por todo el salón, mientras tomaban una copa de vino.

-Así que al final aceptaste la propuesta.- dijo Tomás a Marizza.- te va a encantar el laburo.
- Todo lo que tenga que ver con música me va a encantar.- soltó una risa.
- Es la persona indicada.- Pablo abrazó a Marizza por los hombros, bajo la mirada divertida de sus amigos.
- Esperemos.- Tomás soltó una risa y actos seguido se llevó a Pablo para sumarse a un grupo de gente que hablaban animadamente.
- No sabía que habían vuelto con Pablo.- dijo Pilar con una sonrisa.- me encanta cuando están juntos.
- No volvimos.- aclaró rápidamente mientras daba un sorbo a su copa de vino.- tenemos una relación más… informal, ¿vos venís seguido a estas cosas?.- pregunto para cambiar de tema y evitar un momento tenso.
- A veces si, es medio aburrido igual.- ambas rieron.- bah al menos para mi que no tengo nada que ver con el ambiente pero al menos hay vino, comida y la musica esta buena.

Marizza y Pilar continuaron hablando animadamente, entre risas y numerosas copas de vino. Pilar se encontraba trabajando como psicóloga estudiantil en el Elite Way y ahora la directora del colegio era su madre, ya que al parecer Dunoff decidió que ya era momento de jubilarse.
Al parecer el Elite ya no es lo que solía ser, y sus alumnos tampoco. Había un gran número de chicas embarazadas en edad temprana ya que no poseían la información necesaria por parte de su familia.
El colegio si bien ya no era pupilo, pero había un sector que funcionaba como residencia para albergar a personas que venían de otras provincias o pueblos, y también a aquellas que eran víctimas de violencia de género en sus hogares.

- Que buen laburo que hacen.- dijo encantada Marizza.- es hermoso que el Elite haya evolucionado así.
- Si, la verdad que si. Hace poco le propuse a mi vieja organizar una jornada de ESI pero todavía no hay nada cerrado.
- Me encanta, algún día me gustaría formar parte de algo así. Cualquier cosa sabes que podes contar conmigo.- propuso Marizza con una gran sonrisa, que se desvaneció a los pocos minutos.

Tomás y Pablo seguían con aquellas personas, pero lo que llamó la atención de Marizza fue Consuelo; aquella chica rubia que tanto conocía, y que ahora se encontraba acariciando coquetamente la nuca de Pablo mientras éste la tomaba por la cintura.
Un sentimiento de furia mezclado con tristeza recorrió su interior, y por alguna extraña razón sintió como un nudo se formaba en su garganta aguantando las lágrimas, aunque claramente no iba a hacerlo y menos en ese lugar. ¿Que debía hacer? ¿irse o enfrentarlo? Antes de seguir  barajando opciones, vació el contenido de su tercer copa de vino de un solo trago y se acercó con paso decidido bajo la mirada intrigante de Pilar.

Sempiterno {Pablizza}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora