Capítulo 69

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-Tengo una idea.- exclamó sonriente sentándose junto a él en la cama, golpeando suavemente su hombro con un peine.
Pablo apartó la mirada de la pantalla de su computadora para mirar a su novia que lo observaba con emoción.- ¿qué cosa?.
Sin decir nada, Marizza tomó la notebook colocándose de tal manera que ésta quedara justo en medio de los dos y abrió rápidamente un nuevo archivo de word. 
-Tengo que terminar una planilla que me pidió Tomás.- se quejó al ver como acababa de cerrar sus ventanas.
- Después la terminas.- respondió quitándole importancia. Algunas gotas caían de su pelo mojado mientras escribía un título en el nuevo archivo.

Lista de nombres

Desde el momento en que supo que tendría una nena, su cabeza no había parado un solo segundo de pensar en nombres y en cómo debería verse su habitación. Aquellos preparativos la llenaban de emoción.
Mientras tomaba una larga ducha, se le vinieron a la mente las palabras anecdóticas de Mia sobre la lista de nombres que habían armado con Manuel y que cada noche repasaban para elegir el indicado.
Y es que es tan importante la elección del nombre que Marizza había comenzado a sentirse culpable por no tener ninguno en mente todavía.
Lo que más deseaba era que su hija se sintiera única, así como lo sería para ella. Deseaba que viva en igualdad, que luchara por aquello que ella creyera justo, que viva la vida que decida pero siempre siguiendo a su corazón.
Jamás se hubiera imaginado capaz de sentir todo eso por una persona que aún no llegaba al mundo; era amor, el más puro y genuino amor.

-¿De verdad lo querés hacer ahora? Son las dos de la mañana.- protestó mirando el reloj en la pantalla.
- Si, hace días tengo ideas en la cabeza y Mía me dijo que ella con Manu hicieron una lista.- decía.- todas las noches la repasaban hasta que se decidieron.
- ¿Todas las noches?.
Marizza asintió.
-¿Desde cuándo querés lo mismo que hace Mía?
- Me pareció que era tierno y… no seas amargo, Pablo. No quiero que nazca siendo un NN.

Él rió divertido, rodeandola con uno de sus brazos y depositando un beso en su mejilla.- no va a ser NN. 
-¿Entonces hacemos la lista?.- propuso con una sonrisa a la que Pablo no pudo negarse.
- Dale.
- ¿Te gusta Emma?.- consultó, antes de continuar escribiendo.
- Lindo.- dijo con simpleza y a juzgar por la expresión de Marizza, esperaba una respuesta más amplia.- podría ser una buena opción ¿No?.
- ¿Se te ocurre alguno?
Pablo medito un momento y luego la miró sonriente antes de agregar un nombre a la lista.
-¿Pia?.- exclamó sorprendida.- ese es mi nombre
- Ya se, por eso… me gustaría que se llame igual que vos.
Marizza mordió su labio inferior ante las palabras de su novio ya que nunca se le cruzó por la mente que podría decir algo como eso. Definitivamente era lo más tierno del mundo.
- Si, igual me gustaría que sea algo más… de ella. No lo descartamos igual eh.- animó para no desilusionarlo. 
- Podríamos mirar en internet.- volvió a tomar la computadora colocandola frente a él para abrir el navegador.

Ambos pasaron el rato leyendo infinidades de nombres junto a sus significados, desde comunes hasta los más extravagantes. Incluso nombres mapuches por pedido de Marizza.
Era una escena tan adorable digna de ser enmarcada; sabían que con el correr de las semanas el tiempo se acortaba y en cuanto menos se lo esperarán, tendrían a su hija junto a ellos.

-Gema es hermoso.- comentó Marizza.- tiene algo…
- Especial.- continuó Pablo.- no creo que haya muchas con ese nombre. También había pensado en Paula.
La expresión en el rostro de Marizza cambio por completo al oír aquel nombre. Podía aceptar cualquiera, incluso el nombre de su madre, antes que ese.
- Mi hija no va a tener el mismo nombre que un gato viejo.- soltó con una mirada fulminante.
- Era una joda, mi amor.- relajo intentando ocultar una sonrisa divertida.
- Me gusta Valentina.- comentó ignorando la voz junto a ella.- además quedaría lindo con mi apellido ¿no? Valentina Andrade.
Una sonrisa maliciosa se formó en su rostro al notar la expresión incrédula de Pablo, con sus ojos que parecían querer desprenderse de su cuerpo.
-¿Cómo que Andrade?.- soltó exasperado.- su apellido va a ser Bustamante. 
- Bueno… Andrade Bustamante.
- Bustamante Andrade.- corrigió, frunciendo el ceño.
Marizza rió mientras tomaba la computadora para dejarla sobre el escritorio y volver a la cama dispuesta a dormir.
- Era una joda, mi amor.- repitió sus palabras con inocencia, antes de darle la espalda y dejarlo completamente fastidiado.






Sempiterno {Pablizza}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora