Roma ~ La Casa de Papel [Parte 2]

Ibiza

Pasaron 4 semanas en el monasterio.

El día del cumpleaños de Mónica llegaba, y la banda decidió hacer una comida especial. No sería una sorpresa para Mónica, ella ya lo sabía.

Ese día también sería especial ya que Nairobi le pediría al Profesor tener un hijo. Ella quería tener una família. Tener un hijo. Y le iba a pedir al Profesor.

Ese día llegó y el Profesor se fué a preparar la mesa para ese día especial.

Nairobi y Roma estaban en la puerta de la sala. Nairobi había querido que su mejor amiga le acompañara.

Vamos entra. - Le dijo Roma.

Deséame suerte. - Murmuró Nairobi.

Suerte, Nai. - Contestó Roma.

Nairobi entró, y Roma se quedó escuchando en la puerta.

Hola. - Saludó Nairobi al Profesor.

Antes que el Profesor pudiera responder, Nairobi inició la conversación.

¿Sabes yo...? - Le preguntó Nairobi. - Yo ya había renunciado a tener una familia. Completamente.

El Profesor se la miró, intrigado.

Ahora creo que hay otra manre de hacer las cosas. - Siguió Nairobi. - Y tengo un deseo de ser madre. De otra manera.

El Profesor sonrió.

Y tener un montón de hijos, y un perro, y lo que haga falta. - Continuó Nairobi.

Es muy bonito esto que dices, Nairobi. - Contestó el Profesor. - Muy bonito.

El Profesor asintió, y Nairobi suspiró.

Tú... - Empezó a decir. - ¿Tú serías el padre de mi hijo?

El Profesor se la miró, sin palabras.

¿Perdón? - Hizo el Profesor.

A ver, - lo interrumpió Nairobi - la combinación genética es muy importante. Yo te veo en clase, y digo: que hombre tan brillante. Tan honrado, tan sensible, tan guapo. Y con ideales. Y yo creo en lo que tú quieres hacer.

Es, es una percepción muy... halagadora. - Contestó el Profesor. - Y lo de horado... bueno es, es una manera de verlo. Pero, esto que me estás pidiendo es imposible.

¿Por qué? - Preguntó Nairobi. - Imposible es atracar el Banco de España. No te estoy pidiendo que ejerzas de padre, si no quieres, te estoy pidiendo una donación. Para hacer las cosas diferentes. Sin vínculos.

Nairobi, mira. - Contestó el Profesor. - Monté el atraco de la casa de la moneda en memoria de mi padre. He montado este en la de mi hermano. No soy una persona que se desvincule.

Hubo un silencio.

No podría dejar de pensar ni un solo día de mi vida que tengo un hijo por ahí, en algún lugar del mundo. - Siguió el Profesor. - Lo siento.

Ya. - Contestó Nairobi, incrédula. - Tú has construida esta familia, y tú nos has enseñado a hacerlo todo los unos por los otros.

Nairobi pero esto que me estás pidiendo es... - Empezó a excusarse el Profesor.

¡Esto que te estoy pidiendo es igual! - Lo interrumpió Nairobi. - Porque la familia se ayuda sin preguntar. Porqué te hace feliz. Porqué te va la vida en ello. Tú tienes tu plan, si. Yo también tengo mi plan. Y tú me has enseñado que nosotros nos ayudamos, eso somos nosotros.

Nairobi le desvió la mirada, y empezó a caminar dirección a la puerta.

Ágata. - Dijo el Profesor, antes que Nairobi llegara a la puerta.