Nairobi y Bogotá aparecieron, lo que quería decir que el material estaba adentro. Nairobi subió con Tokio para ir a buscar al gobernador.
Palermo subió las escaleras.
Señoras, señores. - Empezó a decir, cuando ya había llegado arriba. - Suban las manos, por favor. Vamos así, como en un atraco.
Los rehenes se miraron entre sí desconfiados. Subieron las manos, incluidos Matías y Roma.
Muy bien. - Dijo Palermo. - Mi nombre es Palermo. Tengo dos noticias para daros. Una buena, y otra mala.
Se escuchó un murmuro.
La mala, - siguió Palermo mientras se desabrochaba el chaleco - es que el Banco de España está sufriendo un ataque.
Se escuchó otro murmuro más fuerte.
Y la buena, - continuó Palermo, y soltó una risa. Se quitó el chaleco, mostrando el mono rojo - es que los atracadores somos nosotros, muchachos.
La gente empezó a gritar y a correr, pero Denver y Estocolmo aparecieron barrándoles el paso.
¡Todos tranquilos! - Gritó Denver. - ¡Atrás!
Los rehenes obedecieron.
Denver le hizo un gesto a Roma, y ella salió de entre los rehenes y se fué a una habitación apartada con Denver. Allí se cambiaría y cogería el arma.
Vamos, ponte el mono. - Dijo Denver, al llegar a la habitación con Roma.
Roma cogió el mono y miró a Denver.
Oye, ¿te importaría...? - Empezó a preguntar Roma.
Ah, claro, perdona. - Contestó Denver, girándose.
Roma se quitó la ropa de civil, y se puso la camiseta negra y el mono.
Coge una M16 y una mini pistola. - Le dijo Denver.
Roma asintió y cogió las dos armas.
Vamos. - Dijo Roma.
Denver se giró.
La máscara. - Dijo. - No te la tienes que poner, pero llévala encima por si acaso.
Ay, es verdad. - Contestó Roma.
Cogió la máscara.
Vale, ya... - Empezó a decir Denver.
Pero no pudo seguir, ya que unos disparos lo interrumpieron.
¿Qué ha...? - Empezó a preguntar Denver.
Pero Roma no lo escuchó, ya que salió corriendo para ver si le había pasado algo a alguien.
Denver la siguió.
Llegaron y se encontraron a Nairobi, Bogotá y Helsinki poniendo las esposas a los escoltas del gobernador. También vieron a Estocolmo que llevaba una camilla.
¿Qué ha pasado? - Preguntó Roma.
¡Denver, Roma, Tokio conmigo! - Ordenó Estocolmo. - ¡Necesita ayuda!
¿Quién? - Preguntó Roma, siguiendo a Estocolmo.
No necesitó respuesta, ya que se encontró a Palermo tirado en el suelo con los ojos llenos de sangre. Tokio le estaba poniendo una venda.
¡Vamos, vamos! - Gritó Tokio.
Entre los cuatro consiguieron levantar a Palermo y ponerlo en una camilla.
¿Qué está pasando? - Preguntó él.
No le respondieron, y Mónica, Denver, Tokio y Roma se lo llevaron a una habitación apartada.
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Roma ~ La Casa de Papel [Parte 2]
FanficQuién diría que de ser una chica a la que le gusta disfrazarse y arreglar objetos, pasaría a formar parte del atraco más grande de la historia. El Profesor había puesto 3 normas, pero las normas están para romperse, ¿verdad? ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~...