La pesadilla

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Hola. Os tengo que decir una cosa. En este capítulo, pasará una cosa muy fuerte. Un pensamiento por la cabeza de Roma. Os tengo que decir que no lo hagáis. Es un tema muy fuerte. Me ha dado incluso pena al escribirlo. Ya sé que no lo haréis, pero lo tenía que decir. Me sentía en la obligación.

También, en este capítulo, se dicen muchas palabrotas. Espero que no os moleste.

Bueno, y poco más. Espero que disfrutéis. Un beso :3. Chau :).

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Roma estaba en un campo, muy bonito.

A su lado estaba Nairobi, sonriendo.

Y a su otro lado, su abuelo.

Delante tenía a Berlín, hablando con el hermano de Roma.

También estaban sus padres.

Roma se dió cuenta que estaban sentados en un pañuelo gigante.

Estaban de picnic.

Roma lo estaba disfrutando; estaba con gente a la que amaba, y que la amaba.

Pero de repente, apareció otra Roma.

Iba vestida con la ropa de Gandía.

Estaba muy enfadada.

La segunda Roma miró a Roma fijamente.

Ella sintió un escalofrío.

De repente, la segunda Roma dió una palmada, y todos cayeron al suelo.

Todos menos la primera Roma, a la que la invadió un sentimiento de pánico y tristeza.

La segunda Roma empezó a hablar, y su voz se hizo cada vez más fuerte.

Todos los que te rodean y te quieres acaban muriendo.... - Decía la voz. - No lo merecen. ¡No merecen morir! Pero tú sí.

Roma abrió los ojos.

Estaba toda sudada.

Miró a su alrededor, ya no había esa voz: Había sido una pesadilla.

Recordó lo que decía: "Todos los que te rodean y te quieres acaban muriendo.... No lo merecen. ¡No merecen morir! Pero tú sí."

Roma sintió mucha tristeza.

Esa voz tenía razón; todos los que la amaban acababan muertos.

Roma se levantó de la cama, y miró hacia la mesa.

Allí estaba la pistola de Berlín.

Supo lo que tenía que hacer.

Roma miró a Estocolmo, que estaba profundamente dormida.

Roma se acercó a la mesa, y cogió la pistola.

Vió que aún le quedaban balas.

Se la quedó mirando por un momento.

¿Lo iba a hacer? ¿Se atrevería a hacerlo? ¿A acabar con tanto sufrimiento? ¿A acabar con su vida?

Cargó la pistola.

Se la llevó lentamente a su cabeza.

Iba a disparar, pero se detuvo.

Se quedó paralizada.

Roma ~ La Casa de Papel [Parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora