Love me 41.

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- Duele menos?- asentí, quiero salir de aquí, ya me habían quitado el tubo, y pude respirar por mi mismo.

- Muy bien, mira, ahí viene tu esposo, los dejo solos- Jeno me sonrió y se acercó a mí.

- Mi amor, ya no tienes los tubos, que bueno, el doctor me dijo que probablemente mañana, salgas de aquí, y te irás hasta el martes- lo miré confundido.

- Que día es hoy?- dejó un beso en mi frente.

- Hoy es miércoles; estoy tranquilo, ya te ves mejor, te vas a recuperar pronto- lo miré triste y sonreí.

- Tengo una cicatriz en todo el pecho, me duele, escuché que no podré hacer fuerzas ni cargar pesado, ni llevar mis manos hacia atrás y tampoco subirlas, ni recargarme, hasta los cuatro meses- dejó otro beso en mi frente.

- Y tampoco hables mucho, no te esfuerces, estoy enterado de todo, amor, recupérate, para que nos vayamos de aquí de una vez por todas, me entiendes?- lo miré con alegría, y llevé mi mano a mi vientre sonriente.

- Jeno... te quería dar... una gran noticia, estoy esperando un bebé tuyo- su rostro reflejó una profunda tristeza, le dio un beso a mi mano y recostó su cabeza en mi pierna.

- RenJun, lo siento, mi amor, el bebé, ya no está en tu vientre, la bala...

Mi sonrisa se quitó y mis lágrimas salieron sin control alguna, solté un sollozo y sentí como si me hubiese golpeado el pecho, sentí un dolor horrible.

- Jeno...

- No llores mi amor, por favor, no llores, te puedes lastimar, mi amor, no llores, RenJun, RenJun- solté un suspiro y miré a Jeno.

- Jeno, yo- me limpió las lágrimas y negó.

- No mi amor, por favor cálmate, hablaremos después, te amo, saldremos juntos de esto, por favor, no llores- me miró a los ojos, y me quedé completamente ido, sólo mirándolo.

- Señor Lee, ya se acabó su tiempo, tiene que salir, ya los demás salieron- asintió y sentí miedo, me aferré a su mano.

- Volveré mi amor, te quiero bien, te amo- solté su mano y lo vi marcharse.

- Te duele?- asentí y me pusieron un medicamento.

- Dónde tengo el catéter?- la enfermera me miró y me señaló mi cuello.

- En la vena orta, trata de no moverte mucho, te acabo de poner ketorolaco, te toca hasta las seis de la mañana, descansa un poco- no dije nada.

Cerré mis ojos y traté de quedarme dormido, pero no podía, no cerraba mis ojos, y cuando los cerraba, los abría por cualquier ruido, no puedo dormir, el dolor que siento es enorme.

Mi pecho duele, mis lágrimas empezaron a descender. Mi corazón está dolido, nunca voy a conocerlo, nunca voy a tenerlo en mis brazos, no veré su carita, no sabré si se parece a Jeno o a mí, me han lastimado demasiado.

Mi mamá sufrió cuando me arrebataron de sus brazos, pero me conoce y me tiene, en cambio yo, nunca voy a tener a mi hijo.

- Bonito, cómo te encuentras?- negué y volví a cerrar mis ojos- tu esposo es muy guapo- sólo suspiré.














- Qian Kun, cómo has estado?- miré a un doctor algo bajito, que estaba serio.

- Estoy perfectamente bien sin ti, sé que no vienes por mí, así que entre menos contacto temgas conmigo, mucho mejor- un hombre como de mi estatura tomó del brazo al doctor.

- Aún te amo, y se que te fallé, pero te juro...

- No me importa, tu amante y tú, se pueden ir a donde más les plazca- lo interrumpió el doctor.

- Perdón, jamás quise hacerte daño- el doctor se soltó del agarre del hombre.

- Nakamoto y tú, váyanse al infierno, ya no me interesan- me extrañé y sorprendí al escuchar el apellido de soltero de mi mamá.

- Jeno, cómo está Injun?- volteé a ver a mi mejor amigo, y solté un bufido.

- Está bien, ya le quitaron los tubos, y puede medio hablar, no puede hacer movimientos bruscos. Changbin, no sabes con cuánta ilusión me dijo que sería papá, y no sabes cuanto me dolió decirle que no podremos ser padres- Changbin me abrazó y empecé a llorar.

- Se fuerte por él, Jeno, te necesita y mucho, saldrán de esto juntos, y cuando menos lo esperen, tendrán un bebé en sus brazos, por ahora hay que lograr que se recupere- me llevó al baño, mis suegros estaban pendientes de mi esposo.

Nos adentramos al baño de urgencias y al abrir la puerta, nos quedamos con la boca abierta, y no sabía nada de esto.

- SEUNGCHAN, QUÉ CARAJOS ESTÁS HACIENDO?- tanto Seungchan como Jisung se separaron por el susto y ambos se quedaron pálidos.

- Changbin, es que...- Seungchan era también un doncel?.

- Changbin...

Ni siquiera pude terminar de hablar, Changbin tomó del brazo a Seungchan y se lo llevó a la fuerza, yo volteé a ver a Jisung, con sorpresa.

- Desde cuándo? Te lo estabas comiendo, no besándolo, Jisung, tu hermano está internado y tú haciendo tonterías- me miró y soltó un suspiro.

- Cállate, no digas nada, y tampoco vayas a decirle nada a mis papás- estaba por irse, pero me interpuse en su camino.

- Ustedes, no se supone que perdieron la virginidad con...

- Yo la perdí con esa vieja, Seungchan la perdió conmigo, y llevamos mucho siendo amigos con beneficios, y no me sermones, tú eras así- rodé los ojos.

- Pero conocí a mi esposo, y entonces empecé a cambiar por él, por ser mejor persona, porque lo amo. Tú, razona antes de seguir cometiendo estupideces, no vaya a ser que Seungchan conozca a alguien que lo quiera en serio y tú te quedarás sólo- soltó un bufido y me miró con burla.

- Hay más chicos y chicas que quieren estar conmigo, así que no importa- negué y lo miré serio.

- Pero nadie habrá como él, y cuando lo veas en brazos de otro, te vas a arrepentir, toma en cuenta esto, si no lo quieres de verdad, déjalo ir, porque lo vas a lastimar, y entonces sí, lo vas a perder para siempre- salí del baño y me dirigirme a la sala de espera.

- Jeno, has visto a Jisung?- iba a contestar pero apareció ante mí.

- Aquí estoy, tranquilo, que desea, el anciano más hermoso?- el Señor Jaejoong le dio un manotazo muy débil y sonrió.

- Mocoso irrespetuoso, dónde está Lele?- se encogió de hombros.

- No sé, según se siente mal, yo no le creo, pero bueno, quieres ir a descansar? Te llevo a casa- se veía sonriente y relajista como siempre.

Echó por la borda mi consejo, así era yo de idiota? Que bueno que apareció RenJun en mi vida.

- Jeno, me voy van a venir los papás de Taeyong, para que vayas a descansar un rato- asentí y se levantó el Señor Jaejoong y se fue con Jisung.

Media hora después, los Señores Lee llegaron, y no es por nada pero a mí el Señor Yifan me da miedo, demasiado miedo.

- Jeno, mi sobrino cómo está?- le sonreí al Señor Zitao.

- Está bien, es probable que en cuanto amanezca lo suban a piso, eso me dijeron, le dará mucha alegría si lo ve, la Señora Victoria vino?- el asintió.

- Si, está por llegar. Qué alegría me da saber que está bien, mi niño- sentí una tensión entre los Señores Lee y Huang Zitao.

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