Love me 29.

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Me toca hacer mis prácticas, y me llevaron a una primaria, muy bonita, no es privada, es de gobierno, pero muy bonita, me habían asignado al 1ro A de la tarde, y son unos niño tan hermosos.

Muy bien portados, y pues que más puedo pedir, mi matrimonio es estable y amoroso, mi esposo me ama como yo lo amo, me falta un año para graduarme, y de mis dos carreras, las universidades en líneas, las mayorías son carrera de dos años, así que, me falta un año para graduarme en pedagogía y en puericultura, termino con el preescolar, tomo clases de pedagogía, voy en las tardes a la primaria y en las noches tomo clases de puericultura.

Y me gusta, ya estoy en prácticas, y me ha gustado, creo que conseguiré empleo muy pronto, eso espero, la verdad.

- Maesto, como se llama?- me agaché a la altura de la niña y le sonreí.

- Me llamo RenJun- la niña sólo asintió y me miró curiosa otra vez.

- Y como se llama el oto maesto?- sonreí y le acaricié su cabello.

- Se llama Yangyang- asintió de nuevo.

- Maesto, me puede da más juguito?- asentí y me levanté para servirle más jugo, me siento tan bien, y me gusta.

Yangyang también se ve como pez en el agua con los niños, y la que no le gusta para nada, es a Simyeong.

Las horas pasan hasta que me dan las horas para ir a clase, me despido de mis alumnitos, y les prometo volver al día siguiente.

Jeno ya me está esperando y corro hacia él y lo abrazo fuerte, él me sonríe y me toma en sus brazos, y nos miramos sonriendonos.

- Cómo te fue hoy, mi amor?- acomodé sus cabellos y suspiré.

- Amo trabajar con niños- solté una risa.

- Eso es un "me fue genial?"- asentí y volví a sonreír, me hizo subir al auto.

- Jeno, puedes llevarnos a casa?- Yangyang y Simyeong estaban parados a lado de la puerta.

Jeno asintió y ellos se subieron, Jeno empezó a manejar, pero la voz de Simyeong cantando hacia que Jeno se estrece.

- Hermanita, te amo, de verdad lo hago, pero por favor, cállate ya- Simyeong sólo asintió y se calló.

Yangyang y yo la miramos raro, no hizo ningún drama, y estaba ida, pensativa, y con la cabeza pegada al cristal de la ventana.

- Rara, después de la fiesta de Rebeca, está así, y algo le pasa?- miré a Jeno quien apretaba el volante y llegamos a su casa.

- Simyeong, ya llegamos- dije, sacándola de sus pensamientos.

- Bueno, gracias, hermano y cuñado, los veo mañana- se bajó y ni siquiera esperó a Jeno.

- Yangyang, porqué dices que desde la fiesta de Rebeca está así?- Yangyang se encogió de hombros.

- No sé, desde que habló con tu tía Nayoung está así, y es que según escuché, tu tía Jennie se suicidó por un hombre y...

- Yo creo que eso no nos debe importar, duele, pero, sea por la razón que sea, no debemos.

- Yo creo que eso no nos debe importar, duele, pero, sea por la razón que sea, no debemos

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....

- Que bueno que pudiste acompañarme, aunque tengas mucho trabajo, gracias, RenJun- mi hijo, aunque él no lo sepa, sonrió y enredó su bracito derecho con mi brazo izquierdo.

- Disfruto mucho su compañía, para mí, es reconfortante estar con usted, y poder hablar de muchas cosas- sonreí y lo miré con tanto amor.

Un amor que no pude demostrarle, porque me lo arrebataron desde que nació, y quiero decirle cuanto lo amo y que estoy feliz por haberlo encontrado.

- Tienes hambre? Podemos almorzar en ese restaurante, algo ligero, que dices?- me miró y arrugó su frente, como la arruga Jisung cuando se enoja.

- Y si vamos a esa cafetería? Pedimos un pedazo de pay de manzana- asentí porque es mi pay favorito, al igual que el de él y le gusta el latte al igual que a Yoonoh.

- Me encanta esa idea, vamos a esa cafetería- nos adentramos a una cafetería que se veía linda y nos sentamos pegados a la ventana, un mesero se acercó a nosotros y se quedó mirando a RenJun, quien sólo veía su teléfono.

- Nos trae un pay de manzana, un frappé y un Latte, por favor- RenJun miró su teléfono de nuevo y suspiró.

- Problemas con Jeno?- el negó.

- No, es sólo que quiere que vaya a la oficina, a verlo, sabes, vivir con un esposo estúpido pero inteligente, es bonito pero desesperante a la vez- lo miré entre cerrando mis ojos.

- Tu y Jeno, son algo más que novios, y esos anillos en tu dedo me lo confirman, porque este anillo- señalé el anillo de bodas- es igualito al que carga Jeno en su dedo, obviamente más grueso- sonrió nerviosamente y ocultando su mano con el anillo.

- Bueno... yo pu...- un señor pelinegro se acercó a nosotros.

- Vaya, vaya, vaya, pero miren nada más a quién me vine a encontrar, a Taeyong Lee de Jung, que suerte, no lo crees?- me tensé y RenJun miró con el ceño fruncido al hombre.

- Disculpe, aquí está su orden, desea algo más?- miré al mesero y le sonreí.

- No, eso es todo, muchas gracias- RenJun me miró, y notó mis ganas de salir corriendo.

- Doyoung, no te había visto desde que...

- Si, desde que tu mocoso desapareció, y parecías un vagabundo, y de hecho, sigues pareciendo uno, un estúpido muerto de hambre que no puede superar la muerte de su moc...- nada se escuchó más que respiraciones agitadas.

RenJun le había tirado mi bebida encima a Doyoung, no sé porqué lo hizo pero me sentí orgulloso de él.

- A mi madre, no le va a volver hablar así, mi padre, mis hermanos y yo, lo cuidamos demasiado, para que un perfecto extraño venga a insultarlo? No definitivamente no, mientras esté yo presente, nadie va a insultarlo, y no estoy muerto, estoy más vivo que nunca- Doyoung lo miró con sorpresa y odio.

Dejé dinero en la mesa y salimos de esa cafetería, estaba en shock por su reacción.

- RenJun...

- Discúlpeme, por hacerme pasar por su hijo, y usurpar el nombre de su hijo desaparecido, es que, ese hombre... no puedo permitir que le siguiera hablando de esa forma- lo abracé fuerte, y mi corazón estaba bailando de felicidad.







.....

- Gracias por ayudarme, corazón, eres muy bueno, y estoy muy agradecido- me sonrió y nos salimos del centro comercial, me llevó a la universidad, tenía que ir a la empresa por Jeno.

Así que pedí un taxi y me dirigí a la empresa con todo y bolsas de compras.

Entré a la oficina de Jeno- sin siquiera tocar; había una joven sentada en las sillas enfrente de Jeno.

- Perdón, vuelvo más...

- No mi amor, ven, ella es Jung Dasol, hermana de tu papá- miré desconcertado a Jeno.

- Mi papá?- el me miró confundido y después sonrió.

- Ya te dije, ellos parecen tus padres- yo empecé a asentir pero ya no convencido.

- Bueno, Dasol, el es RenJun, mi esposo- la chica, me miró con insignificancia, me sentí muy mal.

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