Al día siguiente. El rostro de Jane estaba en todos los periódicos junto al de Justin. Perfecto.
Suspiro profundamente y se miro en el espejo de la boutique en la que se encontraba. Era jueves por la mañana y Estaba comprando junto al mismo estilista que la arreglo para la entrevista, el Vestido de novia para la boda. El matrimonio seria en 3 días ¡Por Dios! ¿Realmente voy hacer esta locura? Levanto su rostro al espejo ahora con más seguridad y se vio. El vestido le llegaba hasta los tobillos y era blanco en su totalidad con un lindo escote en el pecho.
-No lo sé… - comento Kart, el estilista. Jane lo miro – No me parece muy moderno. Pruébate este mejor – le puso otro vestido en las manos y la metió al vestidor – Anda, aun tenemos mucho por hacer y comprar.
Kart tenía razón al decir que el primer vestido no era moderno. Así que El último vestido, Fue el elegido. Cuando Jane salió con el puesto, el no lo dudo, Ella lucia realmente hermosa. Era un hermoso vestido corto con un adornado de lentejuelas en la parte inferior de él mismo. Su color era completamente blanco y el diseño era fresco. En ella se Veía simplemente perfecto.
-¡Radiante y Hermosa! – Le dijo. Ella se ruborizo. Pero qué más daba.
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Justin Bieber es demasiado para ella, No se ven bien Juntos, ella no es para nada bonita, Que bajita es, mira las fotos del periódico – Jane se encontraba acostada con una mascarilla Facial de un Famoso Spa al cual Justin la hizo ir. Esos comentarios que había escuchado acerca de ella, no la hacían sentir muy bien del todo. Cerró los ojos y suspiro, pero las chicas, en la camillas próxima a ella siguieron hablando ¡Era una tortura, Dios! ¿Qué les importaba si ella era bajita?
- ¿Has visto las fotos de la revista? – Le pregunto una de esas chicas a la otra – Tiene las piernas cortas ¡Súper cortas! ¿Por qué Justin decido casarse con una mujer así!? Algo debió pasar.
Jane se dio media vuelta y le dio la espalda a esas chicas. Lo menos que quería era que notaran que la” chica fea” que se casaría con Justin estaba junto a ellas. Era terrible ¿Cuántas mas chicas como esas estaban por ahí, hablando mal de ella? Se levanto de la camilla y se dirigió al lobby. Allí se miro fijamente en el espejo…
-¡Qué vergüenza! – se dijo en su fuero interno mientras se miraba las piernas. Parece que si le había afectado mucho el comentario de esas mujeres - Quizás no tenga un cuerpo de modelo - se dijo aun en el espejo - ¡pero mis Piernas no son cortas! Mis piernas son largas
Se sentó en un sillón azul eléctrico ubicado allí cuando de repente vio pasar a esa chica que si tenía piernas largas, a Alice. Confundida de si era ella o no, se levanto y se le acerco serenamente. Jane no sabía y tampoco podría adivinar, que más adelante esta chica seria como una sombra que estaría ahí, Causando desasosiego a su vida
-Hola ¿Cómo estás? –La saludo con una sonrisa. Alice algo extrañada a miro y también le sonrío, pero más por cortesía que por ganas. Saber que ella sería la futura esposa de Justin, era algo que aunque fuera muy poco, le molestaba. Aun no lo asimilaba.
-Hola.. – le respondió.
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-Felicidades por tu compromiso – Alice se sentó frente a Jane en una mesa de la cafetería del Spa. Tomaban un café caliente.
-Gracias
-Y dime ¿Cómo fue que se conocieron? – Jane miro a Alice con serenidad. En un avión. Vomite sobre su camisa. Se sonrío sola.
-No estoy muy segura – respondió - puedes averiguarlo en la entrevista que nos hicieron.
-¿Disculpa? – Alice pareció confundida por la respuesta que ella le había brindado y ¿Cómo no estarlo? A veces a Jane se le olvidaba que aunque lo que estaban haciendo era una mentira, esa mentira debía ser creíble para los demás, incluso para esta chica. Reacciono
-No – se sonrio al darse cuenta de la expresión de su acompañante – Quiero decir que es una larga historia, Una muy larga… - inspiro con alivio. Por la expresión de la pelinegra, pareció haberle creído
-Me sorprendí mucho, debo decírtelo. – Jane la miro – Justin Jamás había mostrado tanto interés por alguien, ni siquiera por…
-Si me imagino – le interrumpió con una cara de irritación - El tiene una personalidad muy extraña, en realidad no se…
Se quedo callada de repente. Casi mete las patas otra vez. Alice la miro nuevamente extrañada.
-Pero… tener a alguien así que este loco por mi – continúo arreglando lo que ya había dicho – creo que es Lin…do y ¿eso hace el milagro del amor, No?- sonrío y suspiro aliviada otra vez. Alice hizo lo mismo. Aunque muy en el fondo, ella no se sentía bien hablando de esto. No sentía nada bien respecto a tema de Justin y su Matrimonio.
Jane escucho su nombre. Era la manicurista.
-tengo que hacerme algo en las Uñas – se Excuso – tengo un montón de cosas por hacer, Nos vemos luego ¿Vale?
-Vale, También tengo que irme.
Jane se levanto de la mesa en la que estaba sentada y se fue. Alice se quedo sentada un rato más. Le parecía tan extraño aun sentirse así, tan… ni siquiera podía describirlo. Se dirigió hacia el ascensor con unas ideas vagas en su mente. Con Justin no había hablado desde el día del incidente en el cual le grito todas esas cosas, aunque no sabía cuál era la razón ahora lo extrañaba. Saber que se iba a casar la hacía sentir mucho peor ¿era egoísta? Quizás lo era. Pero no sentía remordimiento por pensar de ese modo.
Mientras esperaba que el ascensor se abriera, de decidió, Tomo su celular y busco entre la lista de contactos su nombre
“Justin” oprimió el botón de llamar y espero.
Justin se encontraba en el gimnasio del mismo Spa en donde estaban Jane haciendo ejercicio cuando su teléfono sonó. Al ver el nombre del receptor, No contesto.
Coloco una toalla sobre su cuello y suspiro. Ya había terminado su rutina. ¡Por fin! ¿Cómo le estaría yendo a Jane? Dio un paso y se seco el sudor que le corría por la frente con la toalla.
-¿Justin? – El dio media vuelta y se puso serio.
-Hola, Alan…
