No podía creer lo que veían sus ojos ¿!Esa era en realidad su habitación!? Esto no podía ser posible, dejo caer las maletas al suelo y se dirigió hacia el centro del recinto ¡Increíble! Simplemente increíble ¡Todo era nuevo! La cama, dos sillones y un gran espejo y ¿Qué más podía pedir? Se acerco a la cama y toco el colchón ¡Vaya! Era tan cómodo, ni comparación al catre viejo que Justin le había prestado para dormir. Se subió sobre la cama y empezó a brincar sobre ella de la emoción, Si, estaba emocionada, ni siquiera su vieja cama era tan cómoda y bonita. Pero ¿Fue Justin? No, sería demasiado o ¿No? De pronto de había vuelto una persona más llevable ahora aunque, eso parecía casi imposible.
Bajo rápido las escaleras con una sonrisa y lo vio sentado en el sillón de la sala. Se veía raro, pero el siempre lo era. Estaba mirando hacia la ventana y se sentía tranquilo !Por fin había vuelto a casa! La noche anterior había sido muy extraña y todavía recordaba algunas por no decir todas, las cosas que había pensado acerca de Jane y su carácter, pero no era eso lo que lo tenía pensativo ahora, no. Era Alice y esa llamada repentina que había contestado minutos antes ¿Llamarlo para pedirle que fuera el modelo de su nueva campaña? Ella podía ser muy cruel. Dio un suspiro cuando vio a Jane con una sonrisa en su rostro casi a un pie de las escaleras. Ella como siempre…-¿Y Esos muebles en mi habitación? – le pregunto - ¿Qué? ¿Acaso me los regalas?
-Te los descontare del sueldo – respondió – no te emociones ¿sí? – claro, y volvía a ser el mismo amargado, engreído y testarudo de siempre ¿Qué le importaba? De todos modos, ella nunca pidió muebles nuevos. Tan idiota.
Justin sonrío para sí mismo y la miro.-Hay algo mas, Jane – ella se giro extrañada ¿Algo más? y le miro el rostro ¿y ahora qué? Oh No me digas, también me regalaste un auto y me lo descontaras del suelo – la castaña sonrío por su estúpido pensamiento y lo siguió.
Afuera la esperaba Justin con los brazos cruzados, reclinado sobre un auto gris último modelo ¿Enserio? – Abrió y cerró sus ojos - ¿Acaso Sus pensamientos tenían poderes de realidad? ¿En verdad también le había comprado un auto? Debía ser una broma, pero si no lo era ¡Por Dios! Era un auto completamente nuevo y modelo 2012 ¿no podría bromear con algo así?
Justin soltó otra risita al verla acercarse.-¿Necesitas de todas maneras un medio de transporte, No? – Jane soltó el poco aire que le quedaba.
-Pero Justin – Dijo – no debiste molestarte, Un auto no er…
-¿Auto? – la interrumpió de inmediato y se burlo. La cara de Jane cambio en fracciones de segundo. ¿nada de auto? - ¿En verdad la estupidez No tiene un límite contigo? Sería muy estúpido pensar que te daría un auto. – Y si lo seria. Si no sabia andar una bicicleta, no quería ni imaginarse de los pobres perros que morirían destripados por ella.
-¿He dicho algo? – se defendió, molesta, claro que lo estaba. ¡Tonto! Eso es lo que era - Además, tampoco quiero un auto.
-Me tranquiliza saberlo, tú transporte esta por allá – Justin señalo detrás del auto y camino a paso lento junto a ella hasta el sitio. Jane quiso morirse de la sorpresa en cuanto vio lo que el llamaba “Su transporte”. Este estúpido engreído ¿podía ser tan malvado? Trago gordo y miro a Justin con ojos de “Si te encuentro solo en un callejón oscuro, No la cuentas” y luego le dio otro vistazo al aparato de destrucción sumamente peligroso que tenía en frente. Si era una estúpida bicicleta ¿!Por qué le tenía que dar una estúpida bicicleta!? No había razón. Era tan cruel.
-¿Por qué me das esto? – le pregunto completamente seria - ¿Estas loco o qué?
-¿No necesitas un medio para transportarte?
-No lo necesite antes ¿Por qué lo necesitaría ahora?
-porque yo digo
-¿Quién eres tú?
-tu esposo – Jane bufo. Claro, eres mi ogro.
-Pues, no la quiero – le sonrió falsamente - pero gracias por la oferta – la castaña dio media vuelta molesta y refunfuño fastidiada “Necesitas un transporte” “Tu esposo” ¡Ah, No lo soportaba!! Y ¿esa bicicleta? Ese aparto de destrucción masiva ¿Acaso quería matarla al llevarle algo así? Cerró sus ojos y casi grito cuando la mano de Justin la sujeto del brazo y la hizo detenerse.
-Aprenderás a manejarla – Le dijo con una sonrisa - ¿Puedes dejar la terquedad por un momento y venir?
Y fue. No sabía porque carajos tenía que dejarse convencer por el siempre que le decía “Aprenderás a manejar bicicleta” como si fuera tan fácil y como si él fuera tan paciente. El hecho es que allí estaba, montada encima de la bicicleta blanca con líneas amarillas que él eligió para ella.-Recuerda mantener el equilibrio. – Pidió Justin mientras ella se sostenía con un pie sobre el suelo y otro en el pedal – yo te agarrare y no te caerás.
-¿No dijiste eso la ultima vez y me caí?
-¿Acaso tu mantuviste el equilibrio? Yo siempre te sostuve - Jane hizo una mueca, si claro. Pero no le discutió, no valía la pena discutir con él. Igual era tan insistente que nunca perdía – Aquí vamos ¿Bien? – ella trago saliva y asintió. Bien, que fuera lo que Dios quisiera. Si su final era morir destripada por una bicicleta. Que así fuera. Pero no sería culpa de Dios, oh no, claro que no, sería culpa de Justin por terco.
Justin la agarro y ella echo a andar la bicicleta. Se sostuvo por un momento y luego puso un pie en el suelo. Es que no era fácil. Cuando sentía que por fin lo había conseguido se iba de lado o simplemente no podía seguir. Justin suspiro y se mordió la lengua para no decir ningún tipo de insulto por pequeño que fuera... No podía perder la paciencia, si la perdía, se armaría la segunda guerra mundial entre ellos. Además, ella no era tan molesta después de todo si la veía de un modo agradable. Otra vez esos pensamientos tontos. ¡Claro que era molesta! Y él no la soportaba, a pesar de estar allí sosteniéndola no la soportaba.
Jane subió el pie al pedal nuevamente y pedaleo dos veces. Y luego otras 5 cinco hasta llegar a muchas mas.-¡No me sueltes! – Le pido a Justin después de un momento y Justin sonrío. El ya la había soltado hacia varios minutos. Y por fin lo había conseguido. Jane estaba manejando la bicicleta sin su Ayuda – ¿Me has soltado? – pregunto la castaña cuando no sintió sus brazos cerca a ella. Dio un vistazo rápido hacia atrás Y no lo vio cerca, entonces esbozo una sonrisa estúpida, si, estúpida ¿en verdad Lo había hecho? ¿Podía ser posible? – Suspiro - ¡Claro que lo era! Ella estaba manejando ese aparato de destrucción masiva que ahora, extrañamente no se veía tan peligroso como ella lo pintaba.
-¡Lo hiciste! – Exclamó Justin con una sonrisa mientras se acercaba a ella. Jane puso un pie en el suelo y le sonrío también. – No tienes tantas piedras en el cerebro después de todo. – Ja ¿Piedras en cerebro? ¿Quién las tienes.
-Y tu, Quizás, No seas tan malvado – Justin rio al ver su expresión – Eh, Solo he dicho quizás. – Ambos sonrieron mirándose el uno al otro. Jane notó lo mucho que le gustaba verlo sonreír. Se veía… diferente.
En ese instante, como un indicio de mala señal, escucharon el ruido de un auto apagarse cerca de ellos. Era increíble, a pesar de estar afuera, solo hasta que el auto se apago fue que notaron su presencia y lo vieron allí, justo frente a ellos dos. Jane miro a Justin y Justin miro hacia el coche. Parecía confundido y molesto conocía aquel auto. Claro que sabia quien era esa persona.
Alice se bajo del coche y cerró la puerta, luego sin una pisca de vergüenza clavo sus ojos en Justin quien borro de sus labios la sonrisa que había obtenido con Jane y se torno serio. Más serio que de costumbre.
¿Qué hacia ella aquí? – Se pregunto Jane al sentir lo tenso del ambiente - ¿Por qué había venido? No era que le interesara, de hecho le importaba pero…. Miro a Justin y Simplemente no supo que decir.