Parte 48

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¿Confiar o no? Viendo sus ojos En el interior de Jane se creaba un tipo de agujero en el escudo que ella había decidido poner para protegerse de los demás. Le era imposible sentir una pisca de desconfianza hacia él cuando aun, con su mal carácter, le demostraba que aunque fuera un poco, ella le importaba.
¿Sería un error muy grande si dejaba que esa grieta de su escudo se abriera más y aceptaba un poco el ofrecimiento que él le hacía? Justin siempre seria Justin, el insoportable y egocéntrico chico popular. Esto no cambiaria… era solo que, por esta vez, ella lo veía con un Justin distinto. Un Justin al que le gustaría conocer.
Tomo su mano sin detenimiento después de pensarlo un poco e hizo a su vez que en lo más profundo del interior de Justin, Se plantara una enorme tranquilidad. Ella había confiado en él. 
Una sonrisa se dibujo en la comisura de sus labios y apretó su mano contra la de él, se dirigieron a las sillas más cómodas de toda la enorme sala que tenían solo para ellos dos y la película a su vez también empezó. Justin se sentó junto a Jane Por primera vez como una pareja. Y ¿lo eran? La presencia de Jane lo hacía sentirse completo.

Las primeras letras aparecieron en la pantalla acompañadas de esa melodía suave…

13 DE MARZO

Leyó Jane en su mente. La película estaba traducida al alemán y ya se sentía, desde el inicio el aire romántico y real que llevaba la historia... Tenía cierta curiosidad de saber él porque se sentía así. Triste. Quizás era porque la fecha le recordaba directamente al fallecimiento de sus padres y sin querer la transportaba a aquel trágico accidente que había sido un 11 de marzo. Trago gordo. De repente todo aquel sentimiento que había estado guardando dentro de sí por mucho tiempo amenazaba con aflorar Y salir a flote, y No, no podía permitirse verse tan débil frente a Justin. Ya tendría algún tiempo para llorar a solas.


Una chica de cabello rubio y mirada penetrante empezaba la historia de la película sentada en el puesto cualquiera del vagón de un tren. Llevaba un libro en sus manos y un bolso entre sus piernas descubiertas. Sentada en aquel lugar, como cualquier otra persona normal estaba teniendo una conversación consigo misma mientras en un vano intento trataba de entender las palabras que contenían aquel libro que en realidad no estaba leyendo…
“Si tal vez fuera más guapa y un poco más Lista, Si fuera especial, si fuera de revista tendría el valor de cruzar el vagón y preguntarle ¿quién eres?” 
Tendría el valor por fin de hablarle a ese chico de cabello negro que desde hacía varios meses ya, tenía la rutina o quizás la suerte de encontrarse con ella cada mañana a las siete en ese mismo tren y en ese mismo vagón… Pero ella no era guapa, ni mucho menos lista, tampoco era especial, solo era una chica normal ¿Cómo se atrevería a siquiera mover los labios para decirle “Hola” y no desfallecer en el intento? Le echó otra ojeada mas al libro que no estaba leyendo y luego lo miro de reojo. Él estaba allí. Tan sereno como cada mañana. Tan normal. Seguramente no tenía idea de lo especial que él era para ella. Porque estaba segura de eso.
El era especial y nadie tenía que decírselo para saberlo, ella lo sentía dentro de sí misma y aunque nunca se hubiesen dicho una palabra, ni siquiera por accidente, su sola presencia y esas sonrisas que de vez en cuando se le escapaban de los labios le producían un cosquilleo en el estomago y una tranquilidad inexplicable que le duraba solo hasta el día siguiente a las siete de la mañana que lo volvía a ver. Si eso no significaba nada, entonces quizás se estaría volviendo loca. Porque un sentimiento tan nuevo y puro como ese no pasaba por nada ¿O sí? 
Pero esa mañana, ella no quería pensar en nada. Solo estaba allí ojeando sin ojear su libro e intentando controlar los nervios de tenerlo a menos de 10 metros.
Él se sentó frente a ella como lo venía haciendo varios días ya, sin imaginarse lo que causaba en ella y sin pensar tampoco que ese suéter de lana color rosa que ella estaba usando y que la hacía ver más hermosa de lo que él pensaba que ella era, era motivado por el mismo. También sabía que lo que sentía hacia a ella debía ser algo especial. Nunca podía sacarla de su cabeza una vez la veía y era necesario para él verla a diario, por eso tomaba ese tren a esa hora exacta y dejaba pasar el que pasaba 10 minutos antes y lo llevaba directo, pero no le importaba retrasarse algunas veces. Esos ojos brillantes y profundos valían la pena. Si quizás algún día ella le hablara, el tendría el valor de continuar mucho mas, pero ella no le hablaría… ¿Por qué esa chica le diría algo? Solo podría conformarse con mirarla.
El tren se detuvo en una estación y la fuerza de gravedad los hizo moverse lentamente hacia adelante. El bolso de la chica cayó al suelo y él por estimulo propio lo recogió, entregándoselo en las manos. Sus manos se tocaron y el solo roses de sus dedos hicieron que las pupilas de aquel rostro angelical se estremecieran al contacto… 
Y De imprevisto él la miró y ella lo miró también. Sus miradas se quedaron enganchadas la una con la otra como si fueran unos imanes de carga positiva y negativa por unos segundos que para ellos fueron interminables. Él suspiró. 
Ella cerró los ojos y él apartó la vista, avergonzado. 
Ella apenas pudo respirar y se sintió pequeñita. Se puso a temblar de los mismos nervios
Pero así pasaba cada día, de lunes a viernes, de estación a estación, frente a frente cada uno, iba y venía el silencio entre ellos ¿Por qué sorprenderse? Nunca se habían dicho nada, pero en esta relación No eran necesarias las palabras, sus miradas eran más que suficientes para demostrar aquel sentimiento tan limpio y real… 
De pronto, él la miró otra vez y sus miradas volvieron a encontrarse en aquel campo magnético de sus sentimientos a flor de piel. Él suspiró como si hubiese hecho algo malo y ella apartó su vista sintiéndose tonta, y entonces ocurrió … despertaron sus labios, Pronunciaron un “Hola” Tartamudeando, supone que él piensa “Que chica más tonta” y quiso echarse a morir, pero el tiempo se paró y con una sonrisa tímida él se le acercó diciendo: “Yo aun no te conozco y ya te he extrañado, se me ha hecho necesario verte, cada mañana rechazo el directo y elijo este tren y no estoy loco” la chica sintió un vuelco en su corazón y una sonrisa se apoderó de sus labios también ¿acaso el chico inalcanzable era alcanzable ahora? Él le sonrió y se sintió de un modo extraño, no podrían creerse estar cada uno a su lado. Su corazón latía rápidamente y la curvatura de sus labios se hacía más presente ahora. ¿Qué diferencia haría que ella no fuera la chica más linda del planeta? Y ¿Qué tan mala podía ser la cobardía? Las oportunidades solo llegaban una vez en la vida. Las que se iban ya no volvían… y La oportunidad de este amor ¿Estuvo a punto de perderse?
Y Ya estaban llegando a su punto de llegada pero ahora su vida había cambiado, Un día Especial aquel 11 DE MARZO, Aquel “11 DE MARZO” Que les había dado la oportunidad de darse cuenta de que no era necesarias las palabras y el hablar o el dinero y la clase social para estar perdidamente enamorado de alguien. Bastaba a veces solo con una mirada sincera.
Él le tomó la mano y le sonrió con alivio sintiendo que por fin, después de mucho tiempo, había valido la pena esperar por ella cuando de improviso La luz en él vagón se apago y poco tiempo después Una oleada de aire caliente se adueñó de este repentinamente sin que alguna de las personas que estaban dentro del tren llegase a imaginarlo. La chica se asustó por el estallido que se escuchó muy cerca de ella y apretó fuertemente la mano de él pero Solo bastaron unos segundos más para que todos los pasajeros del vagón del tren salieran volando sin poder defenderse o tener algún sitio para ocultarse. Todo paso muy rápido 
Una bomba había explotado el tren y más de 100 personas habían resultado víctimas de la tragedia. 
Ella, aun con vida bajo los escombros que quedaban del vagón pudo respirar y moverse con dificultad. El dolor de que sentía en su cuerpo era indescriptible y La fuerza del impacto la había llevado a caer sobre él, quien al momento de verse en la fogosa situación la abrazo e igual que ella respiraba ahora con dificultad.
Las lagrimas rodaron por sus mejillas mientras notaba que no podía mover sus piernas y sentía salir la sangre de su estomago, movió sus manos lentamente sobre el cuerpo del chico que estaba debajo de ella y encontró entonces su rostro fileño, el hizo un ruido de lamento y Ella lo acarició con sus mejillas humedecidas, pero aun y en toda su agonía agradeció a Dios que estuviera vivo. Todo estaba oscuro a su alrededor y lo único que pudo escuchar fueron gritos de lamento o quizás de muerte de las demás personas… pero eso a ella no le importaba ahora. Su mente estaba en él. en El chico de cabello negro que cada mañana tomaba el mismo tren que ella y le alegraba el día con su sola presencia. Nunca pensó que el día más feliz de su vida terminaría en esa tragedia que posiblemente seria la ultima que viviera. De pronto sintió un miedo inmenso de morir. No quería irse Aun. No ahora cuando tenía una vida por seguir, No ahora cuando sabia que esa vida podría compartirla con él. Él levanto su mano y le acaricio el cabello. Ella entonces con sus parpados pesados y su cuerpo casi roto Se volvió valiente por primera vez y lo besó en los labios con ternura, Él sonrió al sentir el calor de sus labios sobre los suyos y más que nunca en ese instante sintió débil su conciencia. Quizás pronto iba a morir. Lo único bueno de esto es que moriría junto a ella. El la beso también y luego con un tono suave y entrecortado le dijo al oído:
“Creo que me enamore de ti desde el primer día que te vi ya que no dejaba pensarte, Te quiero” 
Y soltó un suspiro, ella sintió una alegría dentro de su pecho y en ese momento, su corazón dejó de latir. Un minuto después, el murió también.

Amor Por Accidente-Justin Bieber {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora